Joven latina supera una rara enfermedad cerebral

UCI Irvine logró tratar con éxito su malformación arteriovenosa (AVM)

Allison Coreas, junto a sus padres, muestra una imagen tomada durante su recuperación. / fotos: Aurelia Ventura.

Allison Coreas, junto a sus padres, muestra una imagen tomada durante su recuperación. / fotos: Aurelia Ventura.  Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinión

Allison Coreas tenía 15 años y estaba en clase cuando de repente sintió un fuerte dolor de cabeza. Tras ello, comenzó a perder el movimiento y el habla. La seriedad del problema causó que fuera trasladada al hospital de emergencia en Yorba Linda, una ciudad en el condado de Orange.

Al llegar, Allison tuvo que ser inducida al coma y sus padres recibieron una devastadora noticia.

“Me llamaron diciendo que la habían llevado por un dolor de cabeza. Yo llegué [al hospital] creyendo que era eso y cuando vi al doctor me dijo: ‘Tu hija tiene un sangrado muy fuerte en la cabeza’”, recordó Wendy Coreas, madre de la joven.

“Yo pienso que me desmayé porque no podía creer lo que estaba escuchando”.

Allison fue diagnosticada con malformación arteriovenosa (AVM), una lesión vascular en el cerebro que provoca que se enreden los vasos sanguíneos de diferentes tamaños con una o más conexiones directas entre las circulaciones arterial y venosa.

Era 5 de mayo, un día después de su cumpleaños cuando Allison —de entonces 15 años de edad— fue trasladada al hospital UC Irvine Medical Center. En el transcurso de 48 horas, los doctores crearon múltiples drenajes en el cerebro y restablecieron su presión arterial, redujeron su inflamación cerebral y estabilizaron su condición.

Allison Coreas pasó varios días en la unidad de cuidados neurológicos críticos / Foto: (Aurelia Ventura/ La Opinión)

Como el único centro médico universitario del condado de Orange, UCI Health brinda acceso a procedimientos neuroquirúrgicos avanzados para tratar trastornos raros del cerebro, la columna vertebral y el sistema nervioso central.

Dos meses después Allison fue operada para remover el AVM.

La doctora Li-Mei Lin, fue la neurocirujana encargada de realizar la operación al cauterizar los vasos sanguíneos problemáticos.

“Un AVM es una condición rara y complicada”, dijo la doctora. “El tiempo y el acceso a la atención neurológica avanzada es crucial para la recuperación e incluso la supervivencia de un paciente. Si no se diagnostica y trata adecuadamente, un AVM puede provocar convulsiones, daño cerebral o la muerte”.

Tras la cirugía Allison pasó 15 días en la unidad de cuidados neurológicos críticos del hospital y otros 10 días en el centro de rehabilitación UCI Health trabajando con una terapeuta ocupacional para recuperar la fuerza y movilidad del lado izquierdo del cuerpo.

La doctora Lin dijo que la AVM no es hereditaria pero más bien congénita. “Las personas nacen con ello y en algunos casos lo tienen toda su vida y nunca pasa nada”, explicó la neurocirujana.

Emociones encontradas

Han pasado tres años desde la operación de su hija y la señora Wendy no puede contener las lágrimas cada que recuerda que pudo perderla.

“Yo me acuerdo que en el hospital yo vi [los rayos X] de un cerebro todo oscuro, no se veía normal y le pregunté al doctor ¿Ese es el cerebro de mi hija? Y el me dijo que sí y que no había mucho por hacer”, dijo la madre de origen salvadoreño.

La condición de AVM es considerada una enfermedad muy rara ya que se presentan en casi 1 de cada 100,000 personas, según la Organización Nacional de Enfermedades Extrañas (NORD).

La neurocirujana Li-Mei Lin (d) conversa con la joven, hoy de 18 años. / foto: (Aurelia Ventura/ La Opinión)

La doctora Lin dijo que ella realiza en promedio 20 operaciones por año pero que desafortunadamente no todas son tan exitosas como la de Allison.

“En el caso de ella hicieron muy bien en llevarla a la emergencia inmediatamente”, indicó la neurocirujana aseverando que esa fue la diferencia entre la vida y la muerte.

En algunos casos, si la persona vive y no tuvo intervención a tiempo enfrenta daño cerebral irreversible.

Lin agregó que las probabilidades de que esta enfermedad regresé a Allison es mínima, sin embargo recomienda que se realice un examen de tomografía computarizada (CT Scan) por lo menos cada cinco años para asegurarse que todo este bien.

Allison, quien ahora tiene 18 años, dijo que después de haber enfrentado dicha tragedia y preguntarse tantas veces por qué le tocó sobrellevar ésta enfermedad, ha aprendido a enfrentarla.

“Yo hablo en mi escuela acerca de lo que me pasó y ya me siento mucho mejor”, dijo la joven quien se graduó de la secundaria en junio y en el otoño comienza sus estudios en el Colegio Santiago Canyon del condado de Orange para estudiar psicología.

La joven pudo graduarse el último junio de la secundaria. (Aurelia Ventura/ La Opinión)

Allison dijo que quiere ayudar a otros niños a entender el trauma que se enfrenta tras estas inesperadas enfermedades.

“Cuando veo mi experiencia siento que puedo entender lo que otras personas pasan a nivel más personal”, indicó.

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