Chihuahua, otra vez en violencia máxima; alerta en Juárez por feminicidios
Denuncian que en lo que va del 2019 han sido asesinadas 38
Exigen freno a los feminicidios. Crédito: Getty
MÉXICO- El mensaje que dejaron los asesinos fue sentencia. Las veinteañeras Aidé Cristina, Karely Meza y Laisa Acosta eran, según ellos, unas chivatas, mujeres al servicio de una organización criminal para espiar a otra. Otras versiones, principalmente divulgadas por la prensa local, precisaron: trabajaban en una huerta de manzanas.
El caso es que sus cuerpos aparecieron degollados en el municipio de Madera apenas con unas horas de diferencia al hallazgo de un hombre calcinado y dos viviendas incendiadas. Las autoridades dicen que es por una rivalidad que se remonta a más de una década. “Sabemos que la confrontación es entre ‘La Línea’ y el cártel de Sinaloa”, dijo César Peniche, fiscal General de Chihuahua.
El estado fronterizo recayó en el último año como uno de los más violentos del país después de algunos años en el control de la inseguridad y en últimas fechas los reportes oficiales reconocen un promedio mensual de 140 asesinatos con algunos ataques masivos.
En la comunidad de Atascaderos del municipio de Guadalupe y Calvo una mujer fue filmada mientras oraba para poder llegar “con vida” desde su hogar a otro más tranquilo, donde los pistoleros no los intimidaran, donde no tuvieran el riesgo permanente de ver arder su patrimonio en una pira.
“Los delincuentes están incrementando los niveles de violencia, aplicando terrorismo e infundiendo el miedo para sus contrarios y para la sociedad. Esa es su finalidad, a raíz de que perdimos la capacidad de asombro como sociedad”, observó el criminólogo de la Asociación de Investigación y Capacitación Forense, José Corral.
Como un indicador de la prevalencia del crimen y la impunidad, se encuentran las mujeres: en lo que va del 2019 han sido asesinadas 38, tres de ellas menores de edad. En dos semanas de agosto pasado, hubo hallazgos de16 en Chihuahua, Cuauhtémoc, Juárez, Madera y Villa Coronado.
La mayoría fue torturada. Según los registros hemerográficos. Se usaron AK47 y otras armas de alto calibre, cuchillos, puñetazos, cintas adhesivas…
El secretario de Seguridad Pública municipal, Raúl Ávila Ibarra, reconoció el problema y dijo que están cambiando la estrategia a investigación de inteligencia contra las bandas organizadas mientras el ejército hace lo suyo, pero, a decir de los familiares de las víctimas, la raíz de todo es un “decadente” sistema de justicia.
De acuerdo con datos oficiales, tan sólo la Fiscalía Especializada en Delitos contra las Mujeres en Ciudad Juárez cuenta sólo con ocho agentes del Ministerio Público para recibir miles de denuncias. En 2008, recibió casi 6,000 denuncias por violencia intrafamiliar (casi 10 al día); 560, por violación sexual (casi dos cada 24 horas), reportes de desaparecidas y otros ataques.
“En Juárez nunca se encuentra a nadie”, observó Judith Galarza, Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familias de Detenidos Desaparecidos y hermana de Leticia Galarza Campos, quien desapareció hace cuatro décadas: el 5 de enero de 1978.
En consecuencia, se ha creado “una cultura de muerte”, según describe el criminólogo Corral, a tal punto que los criminales recurren ahora a asesinatos más sádicos para infundir terror. “Quieren dejar claro que ellos mandan”.
