La expansión de Medi-Cal para inmigrantes de 19 a 25 años no le gusto a todos

El senador republicano Jeff Stone

El senador republicano Jeff Stone Crédito: USC SUMINISTRADA

Fue un hito histórico: a partir de este verano, California se convirtió en el primer estado del país en ofrecer seguro de salud gratis o de bajo costo a los adultos jóvenes indocumentados que cumplan con los requisitos.

El gobernador Gavin Newsom firmó la medida que permitirá que, a partir del primero de enero, los adultos indocumentados de bajos ingresos entre 19 y 25 años reciban Medi-Cal, el plan estatal de salud gratis o de costo reducido financiado con fondos de los contribuyentes.

Alrededor de 138,000 personas podrían calificar para esta ampliación de cobertura. Esto representa casi el 5% de los tres millones de personas sin cobertura en el estado. Los inmigrantes, tanto documentados como indocumentados, constituyen el 27% de la población de California, que ronda los 40 millones de habitantes.

Si bien los demócratas, que controlan el poder en el estado, se mostraron mayoritariamente unidos a la hora de apoyar la ampliación, esta medida también contó con detractores. Los legisladores republicanos y sus constituyentes sostienen que los fondos –la cobertura ampliada se espera que tenga un costo para el estado de 98 millones de dólares en 2020– podría gastarse mejor en otras áreas.

Pensando en el futuro, una interrogante que se plantea es si los votantes más de centro y los independientes compartirán estas inquietudes. El tema de ampliar el seguro médico financiado con fondos gubernamentales a residentes indocumentados ya ha sido causa de acalorados debates en la campaña por la nominación presidencial demócrata, donde los candidatos y votantes más moderados han mostrado su rechazo. Pero en general, esta división no se ha visto entre los demócratas de California.

Don Wagner es el supervisor del condado de Orange.(Photo by Paul Bersebach, Orange County Register/SCNG)

Según una encuesta realizada a nivel estatal por el Instituto de Políticas Públicas de California, el 63% de los votantes moderados apoyaba la ampliación.

El presidente Donald Trump criticó la medida y la adoptó rápidamente como uno de los puntos fuertes en su campaña de reelección. California no “trata a su gente tan bien como a los inmigrantes ilegales”, dijo. “Es muy injusto para con nuestros ciudadanos y lo vamos a frenar, pero es posible que necesitemos ganar las elecciones para hacerlo”.

Si bien los demócratas cuentan con mayoría especial en la Asamblea Legislativa de California, el apoyo a la ampliación de la cobertura no es tan generalizado entre la población, como lo es en el órgano legislativo. Los analistas políticos señalan que el asunto podría convertirse en un “tema clave” junto con otras inquietudes relacionadas con la inmigración en las elecciones de 2020. Si bien algunos opositores señalan que desean revocar la medida, admiten que implicaría una batalla muy cuesta arriba.

“Mi objetivo es presentar la revocación, pero en este momento California tiene un sesgo muy liberal”, afirmó Sally Pipes, presidenta de Pacific Research Institute, un centro de ideas basadas en el libre mercado, con sede en San Francisco, que promueve “los principios de la libertad individual y la responsabilidad personal” a través de políticas que hagan énfasis en la iniciativa privada y limiten el alcance del gobierno. Pipes considera la ampliación de Medi-Cal como un reflejo de un gobierno demasiado grande.

“Si bien muchos republicanos están disgustados con la ampliación, no creo que haga una diferencia”, agregó. “Los demócratas tendrán el poder durante muchos años más. Desearía que no fuera así. Pero siendo realistas, no veo cómo los republicanos podrían tener una incidencia al respecto”.

Una encuesta llevada a cabo en marzo por el Instituto de Políticas Públicas de California indicó que aproximadamente el 63% de los residentes adultos manifestó su apoyo a ampliar la cobertura de Medi-Cal a adultos jóvenes indocumentados de bajos ingresos. Estos resultados se compararon con los del 2015, cuando la encuesta realizada en todo el estado indicó que solo el 54% apoyaba esta idea.

No obstante, los votantes también afirmaron que garantizar los servicios de salud mental a aquellos que los necesitan y hacer que la atención médica sea más asequible eran prioridades más altas que ofrecer cobertura de salud a todos los californianos, según indicó una encuesta realizada en noviembre de 2018 por California Health Care Foundation y The Kaiser Family Foundation, cuando el gobernador Newsom resultó electo.

Pipes señala que una de sus objeciones a la ampliación de Medi-Cal es que muchos ciudadanos estadounidenses tienen dificultades para pagar por su cobertura de salud y los fondos destinados para la cobertura de los adultos jóvenes indocumentados podrían en vez destinarse para ayudar a los ciudadanos estadounidenses que necesitan apoyo para pagar por su seguro de salud.

Pipes agregó que esos mismos ciudadanos estadounidenses ahora también deberán afrontar la carga impositiva para financiar la ampliación de Medi-Cal, aunque ni siquiera puedan pagar por su propia cobertura. Sin embargo, Pipes piensa que el estado continuará ampliando su apoyo a los inmigrantes indocumentados a pesar de estas críticas.

Los simpatizantes a la medida señalan que la ampliación tiene sentido desde el punto de vista económico. En la actualidad, cuando las personas indocumentadas postergan obtener cuidados de salud, terminan en la sala de urgencias. Si las personas no son capaces de pagar por los costos incurridos en la visita a la sala de urgencias, dichos costos se transfieren a los contribuyentes.

La senadora estatal Holly Mitchell, demócrata de Los Ángeles, afirmó durante una sesión del Senado en mayo, que algunas de las personas que califican para la ampliación del plan de salud se habrían enfermado más allá de que existiera o no la ampliación. Agregó que la ampliación era una buena política, ya que el tratamiento que las personas reciben es más eficaz y conveniente desde el punto de vista económico.

Ahora esos adultos jóvenes podrán recibir atención médica de un proveedor de cuidados básicos en vez de recurrir a cuidados más costosos, como lo que se ofrecen en la sala de urgencias, que terminan pagando los contribuyentes.

John Moorlach, republicano de Costa Mesa se opone a la medida.(AP Photo/Rich Pedroncelli)

El senador estatal Bob Archuleta, demócrata de Pico Rivera, señaló que espera que la ampliación sea solo el comienzo de lo que California puede hacer, incluyendo explorar opciones para brindar cobertura de salud a todos los inmigrantes indocumentados.

La ampliación aumenta la brecha existente entre el tratamiento y la visión de California sobre el cuidado de la salud y la perspectiva del gobierno federal bajo la administración Trump, que ha hecho retroceder varias directivas establecidas por la Ley de Salud Asequible (ACA), incluyendo la multa individual, las protecciones a las personas transgénero y las reglas sobre lo que las pequeñas empresas deben brindar a sus empleados.

Kay Hillery, de 83 años y residente de la comunidad Indian Wells en el Sur de California, considera que el estado no puede darse el lujo de gastar dinero en la cobertura de salud de los adultos jóvenes indocumentados cuando hay ciudadanos estadounidenses sin hogar, veteranos de guerra y adultos mayores que siguen padeciendo grandes necesidades.

“Tenemos una enorme población sin hogar que necesita tener acceso a los cuidados de salud mental, pero no puede hacerlo porque no hay financiación”, afirmó. “Necesitamos ayudar a nuestra propia gente”.

Hillery, que se identificó como republicana, vive en una zona del Condado Riverside representada por el senador estatal Jeff Stone. Este senador, también republicano, presentó argumentos semejantes cuando la Asamblea Legislativa trató este tema.

“Tenemos un sistema Medi-Cal, un sistema de prestación de cuidados de salud, completamente disfuncional en el estado de California. Lo que les pagamos a los médicos por atender a las poblaciones más vulnerables a través del programa Medi-Cal sigue siendo inferior a los estándares, por lo tanto, los médicos prefieren no inscribirse como proveedores de este plan”, señaló Stone durante una sesión del Senado en mayo.

Stone considera que brindar cobertura a más personas indocumentadas “funciona como un imán para continuar atrayendo a otros a mudarse al estado de California”. Señaló que el estado de California “está dispuesto a dar un cheque en blanco a cualquiera que quiera vivir aquí”.

Paulette Cha, experta en políticas de salud del Instituto de Políticas Públicas de California, afirmó que es improbable que la ampliación de la cobertura atraiga a más personas indocumentadas a California que busquen específicamente recibir cuidados de salud.

“Vale la pena comparar la ampliación de Medi-Cal a los adultos jóvenes indocumentados con la ampliación otorgada en 2016 a los niños indocumentados”, afirmó Cha. “Esa fue una ampliación mucho mayor y no tuvimos un aumento en la cantidad de inmigrantes debido a esta medida. En realidad, las cifras han bajado desde entonces”.

En 2016, el primer año en que los niños indocumentados podían inscribirse en Medi-Cal, tan solo un millón de niños lo hicieron. Esta cifra subió a 1.59 millones en 2017 y decayó a 1.57 millones en 2018. Si las cifras para el 2019 mantienen su trayectoria actual, el total al final del año rondará los 1.55 millones de niños.

Cha señaló que la cantidad de inmigrantes no está aumentando debido a la oferta de cobertura de salud, sino que se debe a las pandillas violentas y la pobreza que sufren otros países.

Sin embargo, Stone dijo que, dado que los fondos estatales son limitados, brindar mejores cuidados de salud a los ciudadanos debería tener prioridad, especialmente en los casos de personas sin hogar o que viven en extrema pobreza.

“Eso no quiere decir que no podamos ser solidarios y cuidar de otras personas”, agregó. “Pero significa que tenemos que cuidar primero de nuestros ciudadanos”.

Otros políticos republicanos estuvieron de acuerdo con la postura de Stone.

Ampliar la cobertura de Medi-Cal a las personas indocumentadas y recargar el sistema más todavía no es la respuesta, señaló Don Wagner, supervisor del Condado Orange, un republicano que ocupó una banca en la Asamblea Legislativa estatal durante seis años y fue miembro del Comité de Salud de la Asamblea Legislativa. A Wagner, la propuesta del gobernador Newsom para ampliar Medi-Cal a los adultos indocumentados le resulta inquietante.

“Cuando contamos con recursos finitos, la prioridad tiene que ser ofrecer cobertura de salud a aquellas personas que están aquí, que tienen seguro y que cumplen con las reglas”, dijo. “Si estas personas no pueden obtener acceso adecuado, entonces simplemente no es justo”.

La solución puede ser establecer colaboraciones entre los ámbitos públicos y privados, agregó Wagner.

“Los hospitales, las compañías de seguros y el gobierno deben trabajar de manera conjunta”, dijo. “Las soluciones que encontremos deben ser económicamente viables”.

Otros intentaron revocar otros cambios a la cobertura de salud que el gobernador Newsom promulgó como ley. El senador estatal John Moorlach, republicano de Costa Mesa, señaló que está en contra de imponer una multa individual o cargos impositivos a las personas sin cobertura.

“Las familias necesitan recibir cuidados de salud, pero como no pueden incluirlo en su presupuesto, en vez pagan un cargo impositivo”, dijo. “La multa individual es una medida retrógrada que tiene un impacto mucho mayor en el presupuesto de una persona pobre que en el de una rica”.

Moorlach, quien formó parte de la junta directiva de Cal-Optima (el administrador de Medi-Cal en el Condado Orange) durante cuatro años, afirmó que la solución puede estar en fortalecer el acceso al cuidado de la salud a través de Medi-Cal. Moorlach también elogió a la Coalición de Clínicas de Salud Comunitarias del Condado Orange por su trabajo para brindar cuidados de salud a familias desfavorecidas y de bajos ingresos, incluyendo a las familias sin cobertura.

“Tenemos un modelo que ya está funcionando”, señaló, agregando que el énfasis debe ser mejorar el acceso a los cuidados de salud para aquellos que ya están inscritos en Medi-Cal.

(*) Nicole Hayden y Deepa Bharath son parte del proyecto The USC Center for Health Journalism Collaborative.

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