Cuando el pago por los juguetes, es el agradecimiento

Miembros de URM, una organización que ayuda a hombres y mujeres a salir de Skid Row, tuvieron la oportunidad de escoger los regalos navideños para sus hijos y sobrinos

Francisco Alvizar con los juguetes que llevará a sus sobrinos en esta navidad. (Jacqueline García/La Opinión)

Francisco Alvizar con los juguetes que llevará a sus sobrinos en esta navidad. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: La Opinión

Con una lista en mano de los nombres y las edades de sus cinco sobrinos, Francisco Alvízar esperaba en línea este miércoles para entrar a “comprarles” juguetes. Adquirirlos fue algo especial ya que no tuvo que pagar los regalos con dinero sino con un agradecimiento a las personas que le ayudan a recuperarse.

“Yo estoy en el programa de rehabilitación de alcohol y drogas y llevo cinco meses internado aquí”, dijo Francisco, quien es miembro de la Misión Union Rescue (URM) de Skid Row, en el centro de Los Ángeles.

El hombre de origen mexicano fue parte de casi 300 padres de familia elegidos para escoger juguetes para sus hijos y sobrinos. Entre ellos estaban hombres y mujeres; así como familias que viven en URM Hope Garden Center, en el valle de San Fernando —el complejo habitacional que forma parte de la misión.

Francisco dijo estar muy emocionado de la ayuda que ha recibido ya que por más de 20 años había sido adicto a las drogas.
Ahora no solo recibe atención para su recuperación de las drogas; si no también terapia, tiene un techo donde dormir, un trabajo y hasta podrá llevar un poco de alegría a su familia.

Docenas de padres de familia lograron obtener regalos para sus hijos en esta navidad. (Jacqueline García/La Opinión)

Contó que hace un tiempo, llegó a comer a la Misión y ahí le hablaron del programa de rehabilitación el cual llamó su atención. Cansado de vagar por las calles, dice que decidió darse la oportunidad de una nueva vida.

“Ahorita estoy trabajando en la cocina y veo a todas las familias que llegan con necesidad y me nace del corazón ayudar a los niños y darles un juguito extra o más comida”, contó Francisco.
Entre los “compradores” también estaba Mario Cruz, quien trabaja como conductor en la URM y ha estado viviendo en el lugar por las pasadas tres semanas.

Indicó que hace poco se mudó de Reno, Nevada, y fue por medio de un amigo que se enteró que podía participar en un programa de aprendizaje mientras recibe recursos necesarios para establecerse en Los Ángeles.

“Yo tengo un hijo y también estoy agarrando juguetes para mis sobrinos”, dijo Mario, quien estaba agradecido de poder recibir los regalos libres de costo.

Por 29 años consecutivos la capilla de Union Rescue Mission se convirtió en una “tienda por departamentos” donde los padres pudieron obtener juguetes para sus niños.
Los grupos fueron divididos: en la mañana participaron las mujeres con niños, a mediodía los hombres y posteriormente las mujeres que son madres solteras.

Mario Cruz fue uno de varios padres de familia que escogió regalos para su hijo y sobrinos. (Jacqueline García/La Opinión)

Andy Bales, CEO de Union Rescue Mission, dijo que la idea de permitirles a los padres escoger los juguetes nació después que él vio a los voluntarios darles los juguetes a los niños mientras los padres solo veían.

“Para ellos era como una tristeza de ver que eso no se lo podían dar ellos y había alguien más dándoles juguetes a sus niños”, agregó. “Por eso cambiamos el plan y ahora invitamos a los padres a que vengan y ‘compren’ los juguetes”.

Bales dijo que cerca del 25% del personal de Union Rescue Mission son personas que alguna vez llegaron pidiendo ayuda.

Los juguetes, ropa y zapatos fueron colectados por medio de donaciones de diferentes grupos y entidades como Wells Fargo y RBD Communications.

Docenas de padres de familia lograron obtener regalos para sus hijos en esta navidad. (Jacqueline García/La Opinión)

“Los padres de familia se van con una enorme sonrisa. Una mamá me dijo, ‘Acaban de hacerme mi Navidad’”, contó Bales.

Los regalos eventualmente llenaran de alegría a los más pequeños que por un momento se olvidarán de los problemas económicos de la familia.

Fernando dijo que llevaría los juguetes a sus sobrinos que viven en Boyle Heights. Los más pequeños recibirán juguetes mientras que el mayor recibirá zapatos.

“Me siento bien poder darles algo porque mi hermano siempre ha sido un hombre trabajador. Yo soy quien me fui por otro camino”, confesó. “Pero me siento bien en mi corazón de poder llevarles algo”.

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