Mazda CX-30: preciso, dinámico y atractivo

El modelo, nuevo para EEUU, trae toda la filosofía del fabricante japonés a un precio muy accesible

Mazda CX-30

El Mazda CX-30 es el nuevo utilitario del fabricante japonés nuevo para el mercado de EEUU. Crédito: Armando Varela | Cortesía

Mazda acaba de presentar el CX-30: un subcompacto atractivo y preciso en las curvas con el que el fabricante japonés quiere un pedazo más grande del pastel de los utilitarios.

No lo llaman CX-4 porque el nombre ya se lo asignaron a otro modelo que no se vende en EEUU pero es eso precisamente, un auto intermedio entre el intrépido CX-3 y el más completo CX5.

Su público objetivo son parejas jóvenes con un estilo de vida activo que inician el camino hacia una vida más familiar. Eso sí con estilo, porque como casi todos los Mazdas el carro tiene una línea envidable.

Sus creadores lo definen como un auto atrevido, un coupé en una plataforma de SUV. Su línea entrega una curva que explota en la parte trasera desde un frente sin mucho adorno, como un desfogue de energía (lo llaman SORI) que se complementa con 9 colores que enfatizan el juego de sombra y luz de sus volúmenes y su entorno.

En su interior, detalles como las puntadas de su tablero central le dan una apariencia sobria que viene en dos presentaciones: Rich Brown (café) para el modelo Limited y Navy Blue para el básico.

Pero la clave de su cabina no son simplemente detalles como su cojinería en cuero negro sino la filosofía detrás de la integración del hombre con la máquina. Los ingenieros y diseñadores presentan una justificación muy sólida del por qué su tablero digital lejano y poco accesible es una apuesta por la seguridad. El propósito es que el conductor no se distraiga con un entorno digital que lo obliga a mirar una pantalla y con la ayuda de controles táctiles y botones (más fáciles de memorizar) no quite la mirada del sitio donde siempre debe tenerla: la carretera.

Eso hace quizás que su sistema de información y entretenimiento pueda parecer algo pasado de moda, algo que los ingenieros del fabricante japonés dicen, se olvida luego de unas tres semanas de manejarlo cuando la mente se acostumbra y agradece la facilidad y el poco estrés con el que se opera el sistema.

El CX-30 trae un motor de 2.5 litros y cuatro cilindros con la tecnología Skyactiv-G que le dan 186 caballos de fuerza a 6,000 rpm, un torque de 186 lb-ft.

Con su transmisión automática de seis velocidades adelante, responde a la aceleración de manera adecuada con su opción de manejo standard; el modo sport no aporta mucho, por lo menos cuando se trata de un terreno plano.

En cuanto a sus ayudas de manejo, de nuevo para Mazda menos es más. Pese a tener un completo cuadro con monitor de punto ciego y alerta de cruce de tráfico trasero entre otras, lo que prima es que sea el conductor quien tenga la última palabra y que por ejemplo cuando entra a operar el asistente de carril, éste indicador quede bajo el control del piloto y no al contrario.

Su precio inicia en $21,900 en su versión de tracción delantera y llega hasta los $29,900 en su versión Premium (donde trae sillas con calefacción, moonroof, puerta trasera automática y paddleshifters) con tracción en las cuatro ruedas y un cargo de $595 por el color Soul Red Crystal Metallic, quizás el más atractivo de todos.

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