Las escuelas charter merecen más apoyo para que los niños triunfen

Foto de archivo de apoyo a las escuelas chárter. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Foto de archivo de apoyo a las escuelas chárter. (Aurelia Ventura/La Opinion) Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinión

Nuestros valores sobre la educación no son expresados lo suficiente. No se habla de los pasos accionables para revitalizar nuestro sistema educativo. Debatimos sobre la desigualdad de ingresos, los salarios estancados y la creciente crisis de la deuda estudiantil, como los graves problemas económicos que desintegran la movilidad social, pero existe una ambivalencia tenaz ante la desigualdad educativa.

No es ningún secreto que EEUU tiene una relación compleja cuando se trata de escuelas charter. Somos un país excepcional con la propuesta del sueño americano pero, sin embargo, respalda a políticos, quienes eligen difamar a los defensores de oportunidad social y económica que niños encuentran con una buena educación.

Mis abuelos y padres huyeron de Cuba para darme la oportunidad de triunfar y prosperar. Arriesgaron todo para buscar una vida que garantizara oportunidad, pero afrontaron a la misma vez la escasez de escuelas de calidad. Los barrios pobres significaban distritos escolares pobres, repletos de niños, quienes no eran menos talentosos que sus compañeros blancos, pero que los desafíos superaban lo que todo estudiante merece: su pedazo del sueño americano.

Mis padres se negaron a que la calidad del sistema escolar pública subyugara mi potencial. Como muchas familias Latinas, sacrificaron y pellizcaron cada centavo para llevarme a una mejor escuela con mejores maestros y una cultura que valoraba éxito.

Yo defiendo la elección y apoyo la expansión de las escuelas chárter porque está muy claro que el terreno moral es brindar a las familias trabajadoras una alternativa a la mejor educación posible para sus hijos. Las escuelas charter no son escuelas privadas. Son una opción de educación pública de calidad que cambia la trayectoria de niños latinos y afroamericanos para que ellos mismos rompan el techo de la pobreza generacional.

Los críticos dicen que las escuelas charter desvían el dinero de las escuelas públicas. Este razonamiento está diseñado para malinterpretar a aquellos que creen en ofrecer a cada niño el acceso a una educación excelente. Es una pandemia social permitir que la desigualdad educativa persista debido a nuestra política quebrada.

La forma más constructiva de mejorar la suerte de los niños es reconocer lo que el sistema publico necesita: más escuelas de alta calidad y más vías para la innovación y la creatividad. Las escuelas charter se desempeñan a llenar ese vació y sus resultados nos confirman que tenemos que continuar a apoyarlas.

Jessica Morffi is the senior director of policy and planning for the National Alliance for Public Charter Schools.

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