¿Qué hacer si sospechas que eres intolerante a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa se produce cuando una de las enzimas del sistema digestivo, llamada lactasa, no es capaz de desintegrar en forma de azúcar más simple la lactosa ingerida.

Esto es un proceso natural del cual se encarga esta enzima para que la azúcar desintegrada pueda ser absorbida por el torrente sanguíneo y se transforme en energía necesaria para el organismo.

Cuando el proceso no se da de forma correcta, la lactosa se asienta en el intestino y el trabajo de descomposición pasa a manos de bacterias que producen hinchazón, gases, diarrea y calambres estomacales. Además de distención abdominal y náuseas.

¿Qué hacer ante sospechas de intolerancia a la lactosa?

Kidshealth.org recomienda que antes de caer en suposiciones sobre si sufres o no intolerancia a la lactosa, acudas a un médico que pueda diagnosticarla con exámenes pertinentes: prueba de hidrógeno espirado, evaluación física o una endoscopia, para verificar la presencia de lactasa en el intestino.

El nivel de intolerancia a la lactosa se define según la cantidad de lactasa que contiene el intestino. Por eso existen personas que no necesitan retirar del todo la lactosa de su alimentación para evitar los síntomas, solo tienen que reducir su consumo según las indicaciones médicas.

Consejos para sobrellevar la intolerancia a la lactosa

Una vez que hayas detectado clínicamente que sí eres intolerante a la lactosa, puedes seguir estos consejos para mantenerte alejado de los síntomas molestos que esta afección produce:

• Tomar un suplemento de lactasa antes de consumir lácteos para ayudar a que esta enzima los pueda descomponer por completo.
• Tomar preferiblemente leche deslactosada o con poca lactosa.
• Beber jugos que aporten calcio. Lo necesitarás si eliminas por completo la lactosa de tu dieta.
• Comer quesos y yogur antes que la leche para facilitar la digestión.
• Alterna el consumo de lactosa con otros alimentos libres de ella, en la misma comida, para desacelerar la digestión y evitar que parte de la lactosa no sea descompuesta.
• Consumir brócoli, arvejas, leche de soja, tofu y otros alimentos ricos en calcio.

Otro consejo importante que nos deja la fuente es aprender a leer las etiquetas alimentarias para detectar y conocer cuáles son los alimentos ricos en lactosa. Así evitarás malos ratos cuando los síntomas aparezcan.