Más de 100 empleados de la salud en aislamiento en Puerto Rico por coronavirus, 30 contagiados y una fallecida

El COVID-19 gana terreno en la isla con 286 casos confirmados y 11 muertes

Personal de la salud en Bruselas, Bélgica.

Personal de la salud en Bruselas, Bélgica. Crédito: STEPHANIE LECOCQ | EFE

Sobre 100 trabajadores de la salud en Puerto Rico se encuentran en aislamiento luego de haber estado expuestos en sus ambientes de trabajo, sin la debida protección de bioseguridad, a pacientes que han arrojado positivos al coronavirus COVID-19, al tiempo que más de 30 de estos profesionales –incluida una terapista respiratoria que falleció en los pasados días– han sido contagiados con la novel enfermedad.

Mientras el COVID-19 gana terreno en la isla –con 286 casos confirmados y 11 muertes registradas, según las cifras oficiales actualizadas del Departamento de Salud– en muchos de los 68 hospitales que hay en la isla empieza a desarrollarse una crisis de grandes proporciones con la baja temporera de profesionales que han sido puestos en cuarentenas por causas que han sido advertidas desde hace semanas y que se pudieron prevenir.

Así lo expresaron a Primera Hora portavoces de organizaciones que agrupan a personal de enfermería y otras áreas de la salud, quienes se muestran preocupados por la dinámica en la que están incurriendo algunos patronos al limitar el acceso a equipos de seguridad, o en el peor de los casos a sugerir la reutilización de algunos de estos artículos.

Lo que es peor, ya ha habido represalias con suspensiones de empleo y sueldo contra quienes valientemente han confrontado a sus patronos para exigir sus derechos de trabajar bajo estrictas medidas de seguridad, tal como lo exige OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional) agencia que en Puerto Rico está adscrita al Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH).

“Durante la pasada semana y media hemos realizado 11 querellas en OSHA denunciando los problemas que están enfrentando estos profesionales de la salud que todos conocemos son la primera línea de defensa en esta pandemia y están trabajando en condiciones en las que no se les garantiza su seguridad”, dijo Ariel Echevarría Martínez, portavoz de la Unidad Laboral de Enfermeras (os) y Empleados de la Salud (ULEES), sindicato que representa a sobre 2,000 obreros de hospitales privados. En Puerto Rico el 95% de los 68 hospitales son privados.

Primera Hora tuvo acceso a varias de las querellas, entre estas una emitida el pasado 30 de marzo en la que se le notifica a OSHA presuntas presiones indebidas por parte de directores de departamentos y supervisores de diversos hospitales privados a fin de que los trabajadores firmen una hoja de recibo de equipo protector, aun cuando esta dinámica no se lleve a cabo. Los hospitales que, aparentemente, están asumiendo esta conducta están ubicados en Ponce, San Germán, Mayagüez, Moca y San Juan.

La información fue confirmada por Echevarría Martínez quien opinó que esta “es una acción que los patronos asumen en aras de evadir cualquier tipo de señalamiento que le haga OSHA como parte de una investigación”.

La principal queja de ULEES es que diversos hospitales privados alrededor de la isla no le están permitiendo a su personal -enfermeros, terapistas respiratorios, empleados de limpieza, personas que laboran en dieta y cafetería con servicio a habitaciones, técnicos de Rayos X, entre otros- utilizar equipo protector para tratar o entrar en contacto con pacientes “aun cuando estamos en medio de una pandemia y ante ese escenario se debe sobreentender que todo el que llega a buscar asistencia está contagiado hasta tanto se determine lo contrario”.

“Eso está pasando en hospitales de Arecibo, Mayagüez, Ponce, Moca, San Germán, Guayama, San Juan… te diría que en muchos en hospitales de la isla y de esta manera están poniendo en riesgo la salud y seguridad de los trabajadores y ya estamos viendo serias consecuencias con personas en aislamiento… y al que se queja lo penalizan, como ocurrió en una institución del oeste al que suspendieron a una empleada cinco días porque exigió que le proveyeran mascarillas, guantes y equipo adecuado”, determinó Echevarría Martínez al indicar que se han hecho denuncias ante OSHA de todas las instituciones. Alegó, además, que “más de 100 profesionales de la salud -de diversas áreas- están hoy fuera de sus trabajos porque se expusieron sin protección a pacientes enfermos con COVID-19”.

Habla uno de los afectados

Las serias consecuencias a las que alude el portavoz de ULEES fueron confirmadas por un enfermero del Hospital La Concepción, en San Germán, donde 50 trabajadores tuvieron que ser aislados hace unos días por sospechas de contagio al haberse visto expuestos -sin el debido equipo de protección en sus áreas de trabajo- a pacientes positivos a COVID-19.

“Somos 50 empleados que estuvimos en contacto con un paciente que estuvo en sala de emergencia y luego fue hospitalizado, pero al que nunca le pusieron protección o lo mantuvieron en aislamiento. Fuimos decenas de empleados que bregamos con él, sin la debida protección y en diversas facetas desde un miércoles hasta un sábado… no fue hasta un sábado que una persona llama para decir que el hijo del paciente estaba ingresado intubado en un hospital de Mayagüez con coronavirus… para ese entonces, ya éramos 50 los que estábamos en riesgo y nos reunieron para notificar que teníamos que aislarnos”, determinó el profesional de la salud que prefirió mantener su nombre bajo anonimato.

Expuso que varios empleados han presentado síntomas del novel coronavirus, incluyéndose, y que están a la espera de resultados de pruebas diagnósticas que les realizaron hace más de cinco días.

“Todo esto se pudo haber evitado si tomaban medidas y nos hubieran permitido protegernos. Ellos tienen los artículos, pero dicen que se usarán solamente con los casos confirmados o sospechosos o los que están en intensivo y ese es un error porque ahora mismo cualquier puede tener el virus y estar asintomático o con síntomas de otras enfermedades”, indicó el profesional con 30 años de experiencia.

Agregó que ayer una compañera lo llamó para decirle que los casos de coronavirus continúan llegando a la institución hospitalaria por lo que el miedo comienza a apoderarse del equipo de salud ante la inseguridad que representa laborar sin protección.

“Están nerviosos… para atender a esos casos lo que le están dando a los compañeros es una batita y una mascarilla. En intensivo les proveen el equipo completo. Nos deben proteger a todos. En mi caso, que ahora mismo estoy débil y con fiebre, mi gran temor es haber expuesto a mi niño, a mi esposa y mis padres que son viejitos”, indicó.

El enfermero advirtió cuando retorne al trabajo exigirá que le provean materiales de bioseguridad, de lo contrario se negará a trabajar. “No me pueden obligar a exponerme nuevamente… ahora mismo ni siquiera sé si estoy contagiado por algo que se pudo evitar”, expresó al añadir que otra propuesta “inaceptable” que le han hecho sus patronos es compartir unas gafas de protección entre empleados que laboran en diversos turnos. “Eso es otro foco de infección. ¿Cómo voy a intercambiar unas gafas con el compañero que me sustituye en el turno?”, cuestionó.

Echevarría Martínez indica que en OSHA se está atendiendo livianamente la situación y, en lugar de ir a los hospitales a constatar lo que está ocurriendo y exigir medidas correctivas inmediatas lo que hace es enviar cartas a los patronos notificándoles que hay unas querellas en su contra.

“Mientras los patronos están por la libre no hay nadie con los pantalones bien puestos a meterse allí a ver lo que está pasando… lo peor de esto es que cuando la pandemia llegue a su pico, como prevemos que va a ocurrir a partir de la semana que viene, probablemente no haya suficientes profesionales porque se han tenido que ir a aislamiento o están enfermos porque estuvieron expuestos al virus por negligencia”, sostuvo el líder sindical.

“Da pena decirlo, pero el sistema de salud de Puerto Rico no estará preparado para lo que viene”, agregó consternado.

Mientras, Julio Irson, director de Educación Continua del Colegio de Enfermería Práctica de Puerto Rico lamentó que las denuncias que se han estado haciendo en las pasadas semanas estén pasando factura con la salud de los profesionales de la salud.

Según data recopilada por el colegio, debe haber entre 30 y 40 profesionales positivos a COVID-19.

Entre estos se encuentra una terapista respiratoria que falleció y que se presume se contagió durante labores en un hospital de Bayamón.

“Pudimos hablar con el esposo de la compañera fallecida y lamentamos mucho lo ocurrido”, expresó,

Mientras, detalló que hay dos enfermeras de un hospital de San Juan (Auxilio Mutuo) que resultaron contagiadas y que una de ellas -una enfermera generalista de 61 años- tuvo que ser intubada “y su salud es bien comprometida”.

“Ahí tenemos a dos enfermeras y a un emergenciólogo enfermos con el virus… los escenarios en los que estas personas estuvieron expuestos provocaron que 14 empleados de esos turnos fueran puestos en cuarentena… y el domingo tuvieron que aislar a otros tres empleados. Estamos hablando de 17 personas que fueron enviadas a sus casas en un solo hospital”, sostuvo.

Irson indicó que algunos hospitales han tratado de manejar la situación instalando unas carpas en sus facilidades donde atienden exclusivamente a pacientes con síntomas de COVID-19. Mencionó por ejemplo el Hospital Auxilio Mutuo, Hospital del Maestro, Hospital Pavía, Hospital San Francisco, el Centro Médico, y el CDT de Río Piedras, entre otros.

“Son hospitales que ya están preparados en términos de facilidad para atender a la gente, pero lo que queremos es que tomen medidas cautelares con los equipos de bioseguridad sin limitaciones o controles”, dijo Irson al mencionar que una institución le está proveyendo mascarillas y guantes a sus empleados en unas bolsas ziplock.

“Les dicen estos son los cuatro guantes y las cuatro mascarillas que puedes usar por turno. Esas son las cosas que no pueden ocurrir. Los patronos no pueden tener ese comportamiento mezquino en una pandemia como esta ni nunca”, indicó, quien cuestionó la gestión de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado, “quien debe recibir y dar tratamiento a todos estos profesionales de la salud que están dando positivo tras estar expuestos en su ambiente de trabajo”.

Por lo general, los pacientes del Fondo son referidos al Hospital Industrial de Centro Médico.

Respuesta liviana de secretaria del Trabajo

Primera Hora indagó al Departamento del Trabajo una reacción sobre la decena de querellas presentadas por ULEES. Entre otras denuncias, se le preguntó específicamente por la aparente negligencia de patronos en múltiples hospitales que no están brindando equipo protector a su personal para tratar pacientes en medio de la pandemia.

Igualmente se indagó ¿cómo maneja OSHA estas querellas? ¿Cuánto tiempo toma el trámite? (considerando la emergencia y que cada hora es trascendental para evitar contagios) y si se dispone personal de OSHA para hacer visitas sorpresa y corroborar las querellas?

El Departamento del Trabajo es la agencia fiscalizadora en el que el tiempo es determinante para evitar contagios. No obstante, la secretaria de la agencia, Briseida Torres, respondió livianamente que “PR OSHA del DTRH está completamente activo en esta emergencia y continúa recibiendo consultas y querellas relacionadas a la salud y seguridad de los empleados en los centros de trabajo exceptuados por la OE. Información y guías están publicadas en http://www.trabajo.pr.gov. Al momento, hemos recibido y atendido 311 consultas y querellas”.

Sin responder las preguntas de este medio, solo se limitó a añadir -cual si fuera una contestadora en un cuadro telefónico- que “para realizar cualquier tipo de denuncia o presentar sus preocupaciones de salud y seguridad, se pueden comunicar al correo electrónico covid19@trabajo.pr.gov, donde se están atendiendo consultas sobre diversos temas laborales. Para querellas e investigación de accidentes solicitudes o querellas pueden llamar al 787-754-2172”.

Crisis generalizada en agencias de primera respuesta

Mientras, el secretario de Asuntos Públicos de la Fortaleza, Osvaldo Soto indicó en comunicado de prensa que ayer (martes 31 de marzo) los cuarteles de la Policía de Rincón y Aguas Buenas fueron descontaminados, luego de registrarse casos positivos de persona que labora en estos espacios. La reapertura se anunciará pronto.

Precisamente, en el cuartel de Aguas Buenas se han reportado 7 casos de oficiales que arrojaron positivos al COVID-19, lo que representa hasta la fecha el lugar de más contagios en el país, precisamente en una agencia de primera respuesta. Aún las autoridades están a la espera de más de una decena de resultados en esa facilidad policiaca.

De otra parte, Soto indicó que 25 empleados administrativos de la Superintendencia Auxiliar en Investigaciones Criminales adscritos a Violencia Doméstica, Delitos Sexuales, Armas y Administración permanecen en aislamiento, luego de que una oficial indicara que se sentía mal de salud.

(Por Bárbara J. Figueroa Rosa)

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