6 formas de mantenerte a salvo en la playa durante la pandemia

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Un poquito de arena y olas puede ser lo que necesites, y si tomas estos pasos, puedes ir a la playa sin preocupaciones.

Con los días más largos, el clima más soleado y caluroso, no es de sorprender que la gente anhele ir a la playa.  Pero desde el comienzo de la crisis del coronavirus, las playas han sido un tema controversial, ¿Recuerdas las fotos del gentío en las playas de Florida durante los días de vacaciones de primavera? 

Muchas playas en los Estados Unidos han estado cerradas durante el último mes y más tiempo, pero recientemente, algunos tramos de la costa, incluyendo partes de Florida, Texas, North Carolina, y New Jersey, han abierto de nuevo al público.  No es de sorprender, que los resultados han sido desiguales. 

Por ejemplo, después de que ciertas playas en el sur de California abrieron de nuevo el primer fin de semana de mayo, aproximadamente 40,000 personas llenaron la playa de Newport, causando que el gobernador del estado cerrara temporalmente todas las playas de nuevo. Mientras tanto, en New Jersey, los oficiales reportaron que la mayor parte de los que fueron a la playa siguieron las pautas recomendadas de distanciamiento social, impulsando al gobernador que prometiera abrir más playas pronto. 

Ir a la playa o cualquier lugar público de recreo estos días puede tener beneficios o riesgos. Los Centros para el control de obtener la vitamina D. La clave es tomar precauciones adecuadas, y quedarte en casa si estás enfermo. Si piensas ir a la playa pronto, aquí está lo que debes saber para hacerlo de forma segura.

Revisa las reglas antes de ir a la playa

Los requisitos para las playas relacionados con el coronavirus puede diferir entre los estados y hasta entre los pueblos cercanos.  Mientras que algunos están abiertos sin restricción para todas las actividades, otros permiten acceso a la playa solo para correr, caminar, nadar o pescar pero no para recostarse o realizar un picnic. 

Algunas áreas también están implementando (o considerando) medidas para ayudar a reducir el gentío, como limitar la capacidad del estacionamiento al 50% y vender menos pases a la playa y se requiere o recomienda traer puesta una mascarilla , y si la regla se ejecuta, varía también. Contacta a tu departamento local de salud o de recreación para las directrices actuales, y también haz tu parte y regresa a casa si el estacionamiento o la playa están tan llenas que no permiten el distanciamiento social.

Los CDC también sugieren limitar las visitas a las playas (y otros lugares de recreo, como los parques) a los que están cerca de tu casa. Viajar a mucha distancia quiere decir que probablemente tengas que parar en el camino y puede contribuir a la propagación del virus.

Y si vas a la playa, o a algún otro lugar, no se te olvide llevar toallas desinfectantes y desinfectante para las manos para usar cuando estés fuera y lavarte las manos tan pronto que regreses a casa. 

Nada en el agua de forma segura

Los expertos están de acuerdo que la transmisión del coronavirus en el agua puede ser posible, pero es altamente improbable.

Una posible ruta a la infección es la posibilidad de que la saliva o la mucosidad de una persona infectada puedan terminar en el agua donde estás nadando. “El virus infeccioso está presente en ambas excreciones”, dice Charles Gerba, Ph.D., profesor de virología y ciencias ambientales en la Universidad de Arizona en Tucson. “El virus podría llegar a los ojos, la nariz o la boca de otro nadador”.

Aunque no hay datos sobre cuánto tiempo puede vivir el virus en el agua, la investigación de Gerba indica que los coronavirus que causan el resfrío común pueden sobrevivir hasta 3 días en el agua dulce. “No tenemos estudios sobre el agua de mar, pero usualmente los virus viven menos tiempo en agua salada”, dice él. Sin embargo, aún si el virus está presente en el agua, los expertos están de acuerdo que es muy improbable que habrá una concentración lo suficiente alta, después de ser dispersada en el agua en movimiento, para enfermarte. 

La amenaza más grande, incluso en el agua, es estar tan cerca de una persona infectada para inhalar directamente las partículas de virus que exhalan, estornudan o tosen.  “Como precaución, recomendaría el distanciamiento social en el agua así cómo lo harías en tierra”, dice Mark D. Sobsey, Ph.D., profesor de investigación en la Escuela de Salud Pública Global Gillings de la Universidad de North Carolina en Chapel Hill, quien estudia los virus y bacterias en el agua. “Eso permitirá que cualquier virus que pueda emanar de los nadadores, surfistas o remeros se diluya, se disperse y se destruya”, dice él. 

Otra preocupación que las personas pueden tener es contraer el virus si alguna agua residual (agua usada en hogares o negocios) ha fluido al océano. “El riesgo de que eso cause infección es prácticamente nulo”, dice Greg Kester, director de programas de recursos renovables de la Asociación de Agencias de Saneamiento de California, una organización sin fines de lucro. “El virus COVID-19 se inactiva por completo durante el proceso de tratamiento de aguas residuales y no sería infeccioso una vez que se descarga a cualquier superficie o agua subterránea”.

Nadar en aguas que contienen aguas residuales crudas o aguas de escorrentía contaminadas plantea riesgos para la salud, como la gastroenteritis, pero la posibilidad de contraer el coronavirus también es baja. Aunque el virus se ha encontrado en la materia fecal, “hay nuevas pruebas de que la efectividad del virus es desactivada por el tracto intestinal”, dice Sobsey. “Solo el material genético del virus se encuentra en las heces, pero no el virus infeccioso”.

Los autores de un estudio preliminar encontraron que los fluidos en el colon inactivan rápidamente el virus infeccioso. Los investigadores no pudieron detectar ningún virus infeccioso en las muestras fecales que analizaron, lo que les llevó a concluir que la transmisión fecal-oral es poco probable. “Este estudio aún no está revisado por pares”, dice Sobsey, “pero es una investigación sofisticada, exhaustiva y cuidadosa”.

Aún así, como precaución, es buena idea considerar vadear o nadar sin sumergir la cabeza en el agua. Y evita tragar el agua cuando nades.

Práctica el distanciamiento social

Las mismas precauciones que tomas cuando vas de compras al supermercado, a caminar en la calle o ir al parque también aplican a las visitas a la playa.

Esto quiere decir continuar las prácticas del distanciamiento social, incluyendo mantenerte al menos a 6 pies de distancia entre tú y otras personas que no forman parte de tu hogar. 

“Creo que parte del problema con la playa es que la atmósfera hace que las personas vuelvan a tener una mentalidad pre-COVID”, dice William Schaffner, MD, profesor de medicina y enfermedades infecciosas en la Escuela de Medicina de la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tennessee y director médico de la Fundación Nacional para Enfermedades Infecciosas. “A diferencia de estar en algún lugar como el supermercado, tu sentido de autoconservación y de estar preocupado por tus vecinos disminuye solo por el ambiente relajado de la playa”.

Cuándo debes usar una mascarilla

Si las fotos recientes de personas en la playa son una indicación, esa atmósfera relajada también puede provocar no usar las mascarillas. Por ejemplo, el primer fin de semana de mayo, los oficiales de Miami Beach emitieron más de 7,000 advertencias verbales a las personas que visitaban un parque cerca de la playa que no llevaban sus mascarillas puestas (y eventualmente cerraron el parque).  Los CDC recomiendan usar una cobertura facial “en lugares públicos donde las medidas del distanciamiento social son difícil de mantener”.

Revisa con el departamento de salud local para averiguar si es obligatorio usar una mascarilla en los parques y las playas en tu área. Si no, y si puedes poner tu toalla por lo menos a 6 pies de lejos de cualquier persona que no es parte de tu hogar, puedes quitarte la mascarilla. “Si estás separado de las otras personas, pienso que estarás bien”, dice Schaffner. El viento en la playa, que sopla en el océano o un lago, en realidad, puede ser más seguro que otros lugares, dice, porque el viento ayuda a difundir las partículas de virus en el aire. “Por lo que hemos visto, la mayoría de esta infección se transmite en el interior en lugar de en el exterior”, dice.

Pero Schaffner recomienda que tengas una mascarilla contigo y te la pongas (cuidadosamente) si vas a caminar o cuando estés en el estacionamiento, en cualquier lugar donde puedas encontrar personas más cerca. 

No cuentes en tener acceso a las instalaciones como baños

Deberías ir al baño antes de salir, y no planees estar en la playa o lago todo el día.

Incluso en lugares donde se han abierto las playas, sus instalaciones asociadas (baños y puestos de venta) no lo han hecho. Estas instalaciones tienen muchas superficies de alto contacto (manijas de puertas y de inodoros, grifos) que aumentan las probabilidades de los usuarios de recoger partículas del virus en sus dedos. Según un estudio publicado en marzo en el New England Journal of Medicine, cantidades medibles del coronavirus pueden vivir en superficies de plástico y acero inoxidable por hasta 72 horas.

No te olvides las reglas básicas de seguridad de la playa

Con tanta de nuestra energía y atención enfocada en la seguridad del coronavirus, las precauciones comunes en la playa pueden pasar desapercibidas. Si bien es probable que la mayoría de las playas abiertas a la natación tengan socorristas de servicio, aún debes nadar de manera responsable. Y ten cuidado de no alejarte demasiado de la zona protegida por salvavidas en un intento de mantener tu distancia social de otros nadadores.

Las preocupaciones por el coronavirus tampoco son excusa para ignorar la protección solar mientras estás en la playa. “Si bien la protección contra el coronavirus está en la vanguardia de la mente de todos, no significa que ya no corras el riesgo de sufrir daños por el sol”, dice Joshua Zeichner, MD, director de investigación cosmética y clínica en el Hospital Mount Sinai en la ciudad de Nueva York. Exhorta a los amantes de la playa (incluso si se te permite estar en la arena solo para hacer ejercicio, no para sentarte) a practicar una protección solar inteligente. 

Esto incluye:

• Usar ropa protectora y un sombrero de ala ancha.

• Usar protector solar de espectro amplio con un SPF de 30 o más alto.

• Aplicar una onza completa para todo el cuerpo. Si no estás en traje de baño, usa una cantidad del tamaño de una peseta para la cara, las orejas y el cuello, y una para cada pierna y brazo.

• Vuelve a aplicarlo cada 2 horas o después de nadar o sudar mucho.

• Aplícate protector solar en toda la cara, incluso si usas una máscara. “Una máscara en sí misma, porque es opaca, brindará cierto nivel de protección física contra el sol”, dice Zeichner. “Pero con toda probabilidad, si no estás cerca de otras personas, te quitarás la máscara y no querrás dejar la parte inferior de la cara sin protección”.

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