Trabajadores latinos exponen docenas de casos de contagio en el Valle de San Joaquín
El sindicato dijo que hay hasta 61 empleados del campo infectados, incluyendo algunos de sus familiares.
Marielos Cisneros, de 39 años de edad, ha trabajado por tres años para la compañía Primex Farms en el Valle de San Joaquín. Para ella su trabajo es vital ya que como madre de cuatro y la única proveedora del hogar no se puede dar el lujo de faltar.
Así que cuando se sintió enferma de calentura a principios de junio, de todos modos, decidió ir a trabajar. Primex Farms es una empresa cultivadora de Pistachos con unos 400 trabajadores de los cuales aproximadamente el 98% son latinos.
Cisneros dijo que ese día antes de entrar a la compañía le pidió a su supervisora que le tomara la temperatura en su vehículo para asegurarse que estaba bien.
“Ahí me salió que tenia 101.9 de fiebre y [ella] me dijo que me fuera a mi casa”, contó Cisneros.
Atemorizada, debido a que padece asma, Cisneros se fue directo al hospital donde le realizaron algunos exámenes y rayos X; además, un poco renuentes, las enfermeras aceptaron hacerle el examen del coronavirus. Ellos decían que supuestamente no llevaba todos los síntomas del coronavirus para tener derecho al examen.
Su temperatura bajó al siguiente día y dos días después regresó a trabajar, mientras esperaba sus resultados. A medio día le llamaron por teléfono para confirmarle lo que ya temía; había dado positivo al coronavirus COVID-19.
“En ese momento pensé que me iba a morir y me fui a la casa, ya no entré al trabajo”, agregó Cisneros con la voz entrecortada. “El departamento de salud me llamo al próximo día y me dijo que me quedara por 14 días en mi casa y si me subía la calentura que tomara tylenol y motrin”.
La trabajadora agregó que sus hijos de 18, 16, 11 y 9 años de edad, comenzaron a sentir los síntomas también, pero a ellos el hospital no les quiso hacer el examen del coronavirus y automáticamente los pusieron en cuarentena junto con ella.
Contagio en el trabajo
Cisneros dijo que dos semanas después cuando se mejoró y estaba a punto de regresar a trabajar, la compañía le pidió que no dijera a sus compañeros lo que le ocurrió.
“Me dijeron que no diga nada para no causar pánico, y que dijera que me había dado un ataque de asma o algo así”, explicó la trabajadora.
Al principio dio esa excusa a sus compañeros, pero después decidió revelar la verdad.
Así es como se dio cuenta que más compañeros estaban infectados del COVID-19.
La semana pasada la compañía Primex Farms anunció en un comunicado que tenía 31 infectados, pero una revisión por parte del sindicato United Farm Workers (UFW) reveló que hay al menos 61 casos confirmados; además de unos 17 familiares de los trabajadores infectados también están enfermos. Entre ellos varios niños.
Remigio Ramírez, quien trabajaba en la limpieza, es otro trabajador que salió infectado.
Él trabajador dijo que comenzó a sentirse mal hace unas semanas, pero cuando pidió el día libre para descansar le dijeron que no había suficiente personal, así que tuvo que seguir trabajando.
“Tres días después vi enferma a mi esposa y a mi hija mayor, después mi hija pequeña también”, dijo Ramírez. “Todos salimos infectados”.
Ramírez dijo que la compañía les aseguró al principio de la pandemia, que cuando se enteraran del primer trabajador que saliera positivo del coronavirus, inmediatamente les iban a avisar.
“Yo me di cuenta cuando ya habían 18 infectados”, dijo Ramírez. “Ninguno de la compañía se detuvo para decirnos nada. Yo les avise a algunos compañeros, pero desgraciadamente ya fue tarde y muchos estamos infectados”.
La compañía debe responsabilizarse
La compañía Primex Farms procesa más de 60 millones de libras al año de almendras y pistachos en unos 5.000 acres de cultivo. La planta esta abierta los siete días a la semana y sus trabajadores son principalmente de Wasco, Shafter y Bakersfield.
El jueves los trabajadores enfurecidos por el número de contagios decidieron hacer una huelga; el objetivo era llamar la atención de sus superiores y hacerles ver que su salud es más importante que la producción, pero la compañía cerró y el paro se suspendió.
Varios empleados aseguraron el lunes en conferencia de prensa virtual que se enteraron del contagio de otros trabajadores a través de los medios, no de la compañía.
La empresa emitió un comunicado de prensa atribuyendo sus infecciones a un trabajador que supuestamente llegó infectado a la planta desde México. Los empleados indicaron que el trabajador había sido despedido.
La compañía tiene cerrada la planta desde el viernes, supuestamente para hacer limpieza profunda. Sin embargo, los trabajadores aseguran que la compañía está llevando a cabo una fumigación interna programada regularmente contra las plagas, una práctica normal cada dos meses.
Los trabajadores agregaron que la limpieza que se realiza ahora está muy lejos de ser un proceso de desinfección completo por parte de una firma especializada.
Ahora ellos exigen una implementación inmediata de requisitos en el lugar de trabajo, tales como distanciamiento social, pago de salarios durante los cierres, saneamiento minucioso y diario de las instalaciones, pruebas COVID-19 de todos los empleados actuales y nuevos, y el suministro de equipos de protección gratuitos.
Respuesta de la empresa
“Desafortunadamente un número de empleados han sido infectados del coronavirus, pero en respuesta hemos suspendido las operaciones temporalmente para implementar un programa de prueba riguroso, además de otras medidas de protección”, expresó la empresa a La Opinión.
Agregó que los empleados que den positivo o que tengan algún síntoma relacionado al COVID-19 se les pedirá que se queden en casa y será considerado como un día de enfermedad con todo el salario pagado.
Además, dijeron que la empresa reiniciará sus operaciones tan pronto, pero no sin antes, establecer el ambiente de trabajo seguro con empleados que se ha comprobado están sanos y sin riesgo de contraer el virus.