Personal de Salud en México recibe apoyo psicológico ante depresión por pandemia
Más de 13 mil miembros del personal de salud del país han contestado el tamizaje, y más de mil 300 personas han recibido atención especializada.
MÉXICO – Una enfermera de 42 años, casada y con dos hijos, a causa del trabajo que realiza en la unidad de cuidados intensivos en una institución de salud de la CDMX se hundió en un sentimiento de ansiedad, miedo y mucho estrés, con síntomas físicos como contracturas musculares y malestar general.
“La vida cotidiana está amenazada; todo cambió”, dijo al Equipo de Psicología Gea, el grupo conformado por psicólogos de seis áreas del Hospital General Dr. Manuel Gea González para brindar apoyo psicológico al personal de salud, y que permitió a la enfermera expresar sus sentimientos, aprender a relajarse y, sobre todo, a sentirse acompañada.
Dicho grupo surgió como una iniciativa de la propia dirección médica del nosocomio para detectar y asistir a cualquier trabajador de la salud que padezca estas alteraciones de salud mental o incluso síntomas del “síndrome de burnout”, explicó este miércoles la psicóloga Nancy Rangel.
“Muy particularmente, nuestro punto de atención está centrado en la identificación, la prevención y la atención de la fatiga emocional asociada a la atención de estos casos (de COVID-19), y además a la persecución de baja realización profesional debido a la alta carga de trabajo, a las jornadas que se han tenido que adecuar en el contexto de la pandemia”, detalló.
El apoyo que han brindado, puntualizó Rangel, ha sido a través de actividades clínicas en modalidad de grupo, en tres sesiones donde psicoeducan sobre las reacciones psicológicas comunes en el contexto de pandemia; fomentan la expresión de emociones; enseñan técnicas de relajación y remarcan la importancia de la resiliencia.
Y también de forma individual, particularmente con trabajadores que sufren crisis de ansiedad, síntomas depresivos y algunas manifestaciones de duelo.
“Es importante comentar que ya hemos tenido algunas pérdidas de compañeros dentro del hospital. También el personal ya ha tenido algunas pérdidas en sus propias familias”, lamentó la psicóloga.
Entre las atenciones individuales, Rangel puso como ejemplo el caso de una mujer de 46 años, soltera y sin hijos, parte del personal administrativo de una institución de salud, y que ha tenido múltiples casos positivos de coronavirus en su familia.
Debido a su puesto, está en contacto constante con las estadísticas de defunciones en el hospital, y eso la llevó a sentir una preocupación extrema.
“¿Qué tal que yo me enfermo y muero? ¿Qué tal si fallece mi familia?”, se preguntaba, angustiosamente, con una combinación de miedo, enojo y tristeza, y molestias como taquicardia, vomito, pérdida de apetito y sueño.
A lo largo de siete sesiones con el Equipo de Psicología Gea, aprendió técnicas de relajación, detención de pensamientos que no hacían sino abrir la puerta al malestar emocional, reestructuración cognitiva y desensibilización sistemática que le permitió retornar a sus actividades.
“Ya vi que no estoy loca y esto le puede pasar a cualquiera”, comentó tras recibir el apoyo, expuso Rangel, para quien resulta importante dar a conocer este caso para ejemplificar que no solamente el personal que tiene un trato directo con los pacientes con COVID-19 son quienes padecen este tipo de alteraciones y problemas.
“No solamente son los médicos, los residentes, las enfermeras, es todo el personal de salud que se encarga del funcionamiento diario de un hospital, y nos estamos refiriendo a camilleros, a paramédicos, a personal de limpieza, a personal de laboratorio, al que trabaja en la morgue, a los que llevan los alimentos, al que los prepara, a los administrativos que se encargan del diario funcionamiento.
“Todo eso es personal de salud, y para todos ellos es que estamos haciendo este esfuerzo para detectar y tratar con base en evidencia científica los problemas de salud mental que pudieran presentar”, sostuvo, por su parte, la doctora en psicología de la salud Rebeca Robles, del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz
De acuerdo con la especialista del Centro de Investigación en Salud Mental Global, adversidades que enfrenta este tipo de personal, como su miedo a contagiarse y luego contagiar a sus familiares, así como casos de violencia doméstica o ataques por parte de la sociedad, derivan en los casos de depresión y estrés postraumático.
Hasta el 20 de julio, más de 13 mil miembros del personal de salud del país había contestado el tamizaje, y más de mil 300 personas habían recibido atención especializada.
Finalmente, la especialista indicó que el tipo de atención que se está ofreciendo está basada en técnicas de terapia cognitivo conductual, como entender la relación entre ciertos pensamientos y el desarrollo de la ansiedad, para poder modificarlos.