‘Si Foster Farms no cumple haremos un boicot de sus productos’

El sentir del sindicato llega luego de más de 390 contagios y 8 muertes por COVID-19 entre trabajadores de la planta de aves

La planta Foster Farms, ubicada en Livingston (Valle de San Joaquín) tiene casi 3,8000 empleados.

La planta Foster Farms, ubicada en Livingston (Valle de San Joaquín) tiene casi 3,8000 empleados. Crédito: Getty Images

La Unión de Campesinos (UFW) expresó esta semana la posibilidad de realizar un boicot contra la planta procesadora de aves (gallinas y guajolotes Foster Farms, ubicada en Livingston, California, si la empresa no cumple con las recomendaciones de las autoridades sanitarias tras un brote mortal de coronavirus.

Hasta ahora, al menos 392 empleados han dado positivo por COVID-19 desde abril y al menos ocho trabajadores contagiados han muerto. El número de contagios representa casi el 10% de los 3,800 trabajadores de esa planta.

“Mi esposo acaba de fallecer por el COVID-19, trabajó 27 años en Foster Farms. Él era chofer”, dijo Martha Vera durante la conferencia de prensa —realizada por Internet. “El me había dicho que había gente contagiada pero les pedían que sigan trabajando”.

Visiblemente afectada y con la voz quebrada por el llanto, concluyó, “Qué quiere Foster Farms? No le interesamos… ¿Cuántas muertes más necesitan para hacer algo?”

Alegan negligencia

“Existen evidencias de que la empresa ignoró las advertencias de las autoridades de salud”, dijo Sheng Xiong, representante de Leadership Council for Justice and Accountability, en Merced.

“Después de que ordenaron cerrar [el 26 de agosto], le dieron a la empresa 48 horas para hacerlo y aún así no cerraron”.

Para Xiong y otros activistas, la empresa actuó de manera negligente, ganando tiempo para mantener su productividad, arriesgando la vida de sus empleados.

En junio, el Departamento de Salud del Condado de Merced inspeccionó esa planta e hizo recomendaciones precisas para evitar el contagio.

“Pedimos que la planta cerrara para desinfectarla y hacer pruebas a todos los trabajadores, y tres días después repetir las pruebas ya que a veces puede salir negativa pero la persona tiene el virus”, explica el doctor Salvador Sandoval, del Departamento de Salud del condado de Merced.

“Después notamos que los contagios aumentaban, por eso volvimos a visitar la planta —al igual que CalOSHA— y volvimos a emitir recomendaciones para pruebas masivas y cerrar temporalmente operaciones de la empresa”.

No obstante, alega que Foster Farms no implementó estas recomendaciones.

Por ejemplo, en julio la empresa había realizado pruebas a menos de 100 trabajadores; de ellos, 25 resultaron positivo (o sea, contagiados).

De acuerdo a autoridades sanitarias, a la empresa le tomó otras tres semanas para incrementar el número de pruebas.

La excusa por no acatar la orden de cerrar la planta es que millones de aves pasarían a perderse, creando una crisis sanitaria aún mayor —Foster Farms procesa unas 2 millones de aves por día.

“Claro que preocupa la suerte de las aves, pero la vida de los trabajadores debería ser la prioridad”, afirma Xiong. “Si la empresa hubiera implementado las recomendaciones cuando fueron hechas, la situación no sería tan grave”.

Buscar un culpable

Ante el brote, un 30% de los trabajadores permanentes dejaron de presentarse o pidieron vacaciones. Y lo que hizo la llegada de trabajadores temporales, fue perjudicar el control de los contagios, indican las autoridades.

“La fuente principal de contagios es en los lugares de descanso de los trabajadores, por eso hicimos recomendaciones estrictas al respecto”, afirma el doctor Sandoval. “Mantener la distancia y hacer las pruebas es crucial en estos casos”.

Agrega que, Foster Farms recibió 5,000 kits para pruebas del COVID-19 por parte del gobierno federal, y tiene contrato con una empresa privada de San Francisco que produce los resultados de las pruebas en 24-28 horas.

No obstante, la empresa dice que los contagios se producen fuera del lugar de trabajo, repitiendo el argumento de la mayoría de empresas y empleadores: “No es culpa nuestra sino de los trabajadores”.

La empresa Foster Farms tiene otras procesadoras en diferentes ciudades de California y en estados como Oregon, Washington, Alabama y Louisiana con un total aproximado de 12 ,000 trabajadores.

Solo días para cumplir

Finalmente, Foster Farms aceptó las recomendaciones del Departamento de Salud y este martes cerró su planta de Livingston por una semana para desinfectarla y realizar pruebas a sus empleados.

En su portal web, la empresa explica las medidas que implementará; para verlas visita: bit.ly/31OIeqD

Según el periódico Sacramento Bee, la compañía pagará a los trabajadores que se sometan a pruebas dos veces esta semana por cada día que la instalación esté cerrada.

“Queremos, seguridad, evitar contagios y muertes”, dice el doctor Sandoval. “Hay muchos empleados de edad, ellos enfrentan mayores riesgos si se enferman”.

El trabajador José Piña Tovar asegura que se contagió en Foster Farms en julio, al igual que su esposa, también empleada de esa empresa.

“Llevo 15 años trabajando allí, esta enfermedad es muy fuerte”, indicó durante la conferencia virtual de esta semana.

“La empresa tiene que preocuparse por sus trabajadores, proveer la protección que necesitamos”, agregó.

Con información de EFE.

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