Seis hermanos pierden a su madre por COVID-19 y necesitan de tu ayuda
Han abierto una cuenta en el sitio GoFundMe para su sostenimiento
La vida de los seis hijos de Brenda López cambió para siempre cuando su madre perdió la batalla contra la pandemia de COVID-19 y falleció durante el verano en la ciudad de Palmdale en el condado de Los Ángeles.
Estos menores necesitan de tu apoyo económico. Haz click en el siguiente enlace para que puedas ayudarlos: The Martinez Family.
De la noche a la mañana, su hijo mayor Juan José Martínez, de 19 años, se convirtió en padre y madre de sus hermanos menores.
Además de Juan José, a Brenda le sobreviven dos hijas de 15 y 9 años, y tres hijos varones de 8, 7 y 2 años. “A mi hermano menor de 2 años se lo llevó su papá cuando mi mamá falleció. Nosotros cinco nos hemos quedado juntos”, dice Juan José.
Brenda tenía 43 años de edad cuando murió. Era ama de casa y sufría de diabetes. Nació en Los Ángeles, pero por ser hija de inmigrantes mexicanos se consideraba mexicana.
“Ella estuvo enferma de coronavirus como dos semanas y media. Empezó con tos. Todos nos enfermamos y cuando nos hicimos la prueba, salimos positivos a COVID-19. Pero los que nos pusimos más mal fueron mi mamá y yo. Mis hermanos menores no tuvieron síntomas. Todos tomábamos mucha agua y tylenol”, recuerda Juan José.
A los pocos días de comenzar a sentirse mal por el coronavirus, Brenda despertó diciendo que no podía respirar bien. “Una ambulancia vino a recogerla para llevarla al hospital. Días después la entubaron. Estuvo hospitalizada una semana y media. El doctor me llamaba a diario para informarme cómo estaba. Tenía días buenos y malos”, recuerda el muchacho.
El lunes 24 de agosto como a las 8:45 de la noche, el médico de su madre le llamó por teléfono. “Me dijo que debía tomar una decisión. Llevaban 20 minutos dándole resucitación cardiopulmonar. Mi mamá reaccionaba y se iba”.
Con todo el dolor de su corazón, Juan José escogió que pararan de intentar devolver a su madre a la vida. “Todo lo que pensé es que ya no quería que siguiera sufriendo”. A las 9:30 de la noche del 24 de agosto, Brenda murió.
“Me siento muy triste por mis hermanos y por mí, porque ya no la tenemos”, dice.
Juan José no sabe cómo se contagiaron de COVID: “Mi mamá se cuidaba mucho. Tomaba todas las precauciones. Cuando salía se cubría con mascarilla, se lavaba las manos y limpiaba todo”.
Cuenta que incluso después de recuperarse del coronavirus, a él le pegó pulmonía. Tal vez por el estrés y la tristeza por la muerte de su madre, considera.
El muchacho tuvo que dejar su empleo para dedicarse a cuidar a sus hermanos, pero su sueño es terminar la secundaria y estudiar para ser estilista.
Abrió una cuenta en el sitio GoFundMe para recaudar fondos para el sostenimiento de sus hermanos. Puso como meta colectar $55,000, y ya lleva $48,651. “Quiero guardar ese dinero para los gastos de su educación, Navidad y Acción de Gracias”, comenta.
Juan José está consciente de que cuidar a sus hermanos es todo un reto. “Va a ser un poco difícil, pero sé que lo vamos a lograr”. Solo tiene un tío en el Valle de San Fernando, y un abuelo que vive cerca de Fresno.
“Mi madre nunca pensó que la pandemia de COVID nos iba a tocar. Ella estaba tranquila. Pero cuando se puso mal, antes de que la subieran a la ambulancia, nos dijo que nos quería mucho y que nos cuidáramos. Cuando estaba falleciendo, yo la pude ver por Zoom -a través de una videoconferencia- y le prometí que iba a mantener junta a la familia y sacar adelante a mis hermanos”.
Un nuevo repunte
Hasta el 30 de octubre, el Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles, reportaba 306,327 casos de COVID con 6,669 muertes, de las cuales 3348 han sido de latinos. De todos los casos positivos, 112,492 corresponden a latinos.
“En este fin de semana festivo, por favor recuerden que hay demasiado COVID-19 a nuestro alrededor como para bajar la guardia. Entre menos sea la gente con la que tú y tu familia entren en contacto, menor será el riesgo de contraer y esparcir COVID-19”, dijo Bárbara Ferrer, directora del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles.
Y agregó que para que el condado continúe en proceso de recuperación, “muchos más de nosotros necesitamos regresar a hacer lo que funciona, necesitamos dejar de participar en actividades que hacen fácil la transmisión del virus”.
Salud Pública no recomienda salir a la calle y tocar las puertas de las casas para pedir dulces el Día de Halloween porque se aumenta el riesgo de exposición al virus al compartir la bolsa de las golosinas y al mezclarse con gente que no vive en la casa.
Las opciones más seguras recomendadas son: una fiesta virtual, asistir a un evento en los automóviles, manejar en el vecindario para ver las casas decoradas, ir al autocinema y hacer una búsqueda de dulces en la casa. No aconsejan los festivales, carnavales, fiestas, entretenimientos en vivo y atracciones de casas embrujadas, ya que no están permitidas en California.
Esta semana, el país comenzó a experimentar un nuevo auge de infecciones de COVID-19. El martes se estableció un nuevo récord con 88,521 nuevos casos en un solo día, mientras que las hospitalizaciones han aumentado en 41 estados. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reportaba en toda la nación, 9,014,703 millones de casos de coronavirus y 229,155 muertes.