El abuso a la tercera edad es cada vez más frecuente en Estados Unidos

California ocupa el lugar 49 en la lista de estados con mejor protección para ancianos.

California es uno de los peores estados para la protección a ancianos. (Jacqueline García/La Opinión)

California es uno de los peores estados para la protección a ancianos. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: Jacqueline García | Impremedia

Una desconocida llama por teléfono en Los Ángeles a un anciano y ella le dice que es su nieta, que lo ama, que desea verlo tan pronto como pueda.

Sin reponerse de la sorpresa, el hombre le contesta que por supuesto. Le dará mucho gusto conocer a su nieta lejana.

Solo hay un pequeño inconveniente para el encuentro, dice la joven, que necesita dinero para pagar reparaciones mecánicas a su auto y algo extra para gasolina y para comer y hospedarse en el camino.

Aunque el anciano haga una transferencia, la joven con cualquier excusa volverá a llamar con un tono muy cariñoso para pedir el número de la tarjeta y la clave de seguridad.

Después de hacer gastos personales y vaciar la cuenta de su benefactor, la joven desaparece, y nunca vuelve a contestar llamadas del anciano, quien avergonzado prefiere callar su experiencia.

Esta es una de las formas más comunes de abuso a personas adultas mayores en el área de Los Ángeles, de acuerdo con la fiscalía de distrito.

Muchas veces, la mayoría, los defraudadores no son desconocidos a larga distancia, sino familiares cercanos, de acuerdo con un estudio nacional que acaba de divulgar la consultora Wallet Hub, y que coloca al estado de California en la posición 49 en una lista de estados sobre el tema de protección adultos mayores.

Solo Carolina del Sur y Nueva Jersey, al fondo de la lista, rebasan a California como el peor estado para la protección a ancianos. La lista comprende los 50 estados y el Distrito de Columbia.

El análisis consideró un centenar de puntos o temas sobre la protección en cada estado para todas las personas mayores de 60 años.

También halló datos generales que se aplican a todo el país. Por ejemplo 13 de cada 14 abusos de todo tipo a las personas mayores quedan sin reportarse.

Son más frecuentemente víctimas de abusos las ancianas mujeres, quienes sufren de discapacidades físicas y aquellos que más dependen de otros, agrega el análisis.

El abuso a las personas mayores afecta en términos generales al diez por ciento de la población total de Estados Unidos.

Y en los últimos meses ha sido peor, “nuestra población de ancianos es cada vez más vulnerable este año durante la pandemia de COVID-19”, dice el análisis.

Wallet Hub considera que “es especialmente importante asegurarse de que los adultos mayores tengan condiciones de vida adecuadas y de que no se aprovechen de ellas financieramente”.

Localmente no es diferente, “el abuso de ancianos es un problema criminal que crece rápidamente”, de acuerdo con la fiscalía de distrito de Los Ángeles en su página web.

Dice que “a medida que la generación del baby boomers se vuelve gris y la esperanza de vida aumenta, se espera que aumenten los incidentes de abuso físico, emocional y financiero contra los ancianos a menos que se tomen medidas”.

El análisis divulgado el jueves advirtió por su parte que “a menos que los estados tomen pasos para prevenir más abusos, el problema crecerá a medida que Estados Unidos se convierta en una nación cada vez más envejecida”.

La Oficina del Censo calcula que la población de 65 años o más casi se duplique, de 43,1 millones en 2012 a 85,7 millones en 2050, en gran medida para el mérito de los envejecidos Baby Boomers que comenzaron a cumplir 65 años en 2011.

Para el año 2030, uno de cada cinco residentes en el país tendrá la edad promedio de jubilación, de acuerdo también con la Oficina del Censo.

El análisis consideró la negligencia y la explotación a adultos mayores por cada cien mil habitantes, los fraudes, las medidas de prevención de abusos contra ancianos, si los estados tienen programa de protección, la asistencia a las instituciones que ayudan a las personas de tercera edad, la calidad de los asilos y si hay una fuerza de tarea para los ancianos.

“La población que envejece es vulnerable a varios tipos de abuso y negligencia. Los abusos financieros, físicos y psicológicos / emocionales son generalmente las formas más prevalentes”, dijo la doctora Jennifer Pax, del Departamento de Sociología de la Universidad de la Ciudad de Nueva Jersey.

Agregó que la población que envejece puede sufrir abusos económicos por parte de miembros de la familia o proveedores de servicios. Con respecto al abuso físico y emocional, a veces los cuidadores familiares pueden expresar intencionalmente o no intencionalmente sus frustraciones hacia sus seres queridos de manera abusiva.

El abuso físico y emocional también puede estar en manos de ayudantes contratados o cuidadores de instalaciones, por lo que es bueno para las personas mayores tener defensores o coordinadores de atención que los cuiden, opinó la doctora.

Una abogada especialista en mediación en casos de abusos a adultos mayores, Debra Schuster, quien también participó en el análisis, dijo que “la explotación financiera es el tipo más común de abuso de personas mayores”.

Explicó que es un abuso “dramáticamente subestimado, porque los perpetradores más comunes de explotación financiera son personas nombradas bajo poderes notariales duraderos, que a menudo son miembros de la familia”.

Por su parte el profesor Fred Markowitz, del Departamento de Sociología de la Universidad del Norte de Ilinois, dijo que, para él, “los tipos más comunes de abuso de ancianos incluyen abuso verbal y emocional, negligencia y explotación financiera”.

Declaró que “Existe una cierta paradoja en el abuso de ancianos en el sentido de que la familia y otros asociados cercanos son las principales fuentes de protección, pero también es más probable que sean los perpetradores del abuso”.

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