Denuncian excesivos aumentos al alquiler en pleno repunte de COVID
Familia dice que les pretenden incrementar aún cuando han visto reducidas sus horas de trabajo

María Sanvicente denuncia que le quieren aumentar la renta, estando desempleada. (Cortesía Maria Sanvicente). Crédito: Cortesía
A pesar de no tener trabajo desde que comenzó la pandemia de COVID-19, María Sanvicente de 67 años de edad, no ha dejado de pagar la renta de su vivienda de dos recámaras en la ciudad de La Puente en el condado de Los Ángeles. Lo que nunca esperó es que el casero quisiera aumentarle el alquiler en medio de la crisis de salud.
“La renta es por $1,047 cada mes. Nos querían aumentar $1,400, y apenas esta semana nos llamaron a la oficina y nos dijeron que a partir del 1 de enero, van a ser $1,247. Pero para nosotros $200 de aumento es mucho dinero”, dice.
María es una madre soltera que comparte el departamento con su hijo Cirano Tziu de 24 años de edad, quien se gana la vida trabajando en una panadería. “Él tiene un sueldo de $1,800 al mes. Yo me dedico a limpiar casas. Solo que desde que comenzó la pandemia, los clientes me dejaron de llamar. Tienen miedo a un contagio. Por ahora, únicamente un cliente me ha pedido que regrese a trabajar dos veces al mes”.
El departamento donde viven es subsidiado por la sección 8. Pero a María le toca dar $1,047 por mes. “Si tuviera mis trabajos no me importaría pagar el aumento de renta que quieren, pero esos $200 extras que me piden, pueden hacer la diferencia entre poner comida en la mesa o quedarnos sin alimentos”.
Además el gasto de renta y comida no lo es todo, deben hacer frente a las cuentas de electricidad y gas, así como al pago del carro.
María lamenta que los dueños de la vivienda de renta donde ella y su hijo habitan por la avenida Nelson con número 14715 de la ciudad de La Puente, no tomen en cuenta la emergencia de salud; y que mucha gente no está trabajando, y se encuentra desempleada o con menos horas laborales.
“Me da mucha tristeza esto que está pasando. Mi mayor temor es un desalojo porque ellos nos amenazan con que si en 15 días no pagamos el aumento de la renta, nos pueden sacar. No consideran el esfuerzo que estamos haciendo para pagar a tiempo, a pesar de ver reducidos nuestros ingresos”.
Esta madre de origen mexicano dice que no sabe a dónde irán ella y su hijo si no consiguen frenar el aumento de renta. “Ya son casi 6 años viviendo aquí. No es fácil irse a otra parte. Todo está muy caro”, dice preocupada.
Cuando María llegó a vivir al departamento de alquiler donde habitan con su hijo a finales de 2013, la renta era $600. “A principios de enero, antes de la pandemia nos subieron $200; y el 5 de diciembre nos dijeron que habría otro aumento de $400 para el 1 de enero de 2021. Ahora nos piden $1,247, $200 de alza”.
La abogada Elena Popp, directora de la Red de Defensa contra los Desalojos, dice que el aumento de renta si está permitido aún en medio de la pandemia, dependiendo de dónde vive la persona; y si habita o no en un edificio de renta controlada.
“Cualquier aumento no debe ser mayor del 6.5%”, precisa. Pero aún cuando hay muchas leyes en California que protegen a los inquilinos, igualmente son expuestos a un desalojo”.
Popp recomienda a María y a su hijo visitar el sitio StayHouseLA, que tiene una versión en español, y es manejada por una coalición de organizaciones que brinda ayuda a las familias con problemas para pagar la renta y que enfrentan un posible desalojo. También pueden llamar al número 888-694-0040 en caso de no contar con una computadora o acceso a Internet.
Un nuevo estudio de USC Sol Price Center for Social Innovation, encontró que la mayoría de los inquilinos encuestados en Los Ángeles han hecho recortes en necesidades críticas como la comida para pagar la renta no solo durante la pandemia sino en los últimos dos años.
Tres de cada cuatro familias encuestadas estaban ya agobiadas con el alquiler, lo que significa que gastaron más del 30% de sus ingresos en renta y pago de servicios; mientras que casi la mitad dedicaron más de la mitad de sus ingresos en esos conceptos.
Los resultados indican que los inquilinos en Los Ángeles vivían al filo de la inseguridad alimentaria y el desamparo desde antes de la crisis de coronavirus.
“El estudio nos dice que muchos residentes ya estaban en un profundo estrés económico antes de la pandemia de COVID-19”, dice el coautor del estudio, Gary Painter, director del USC Price Center for Social Innovation y del Homelessness Policy Research Institute.
“La pandemia ha revelado aún más cuántos estadounidenses viven de cheque en cheque salarial, y a una factura de un gasto imprevisto, de perder sus hogares. Debemos actuar ahora, antes de que estas condiciones catastróficas dejen a miles de personas sin hogar ”.