El doctor Ernie Guzmán: un guerrero en la lucha contra COVID-19
Pide a todos mantenernos en nuestra burbuja familiar durante estos días de fiesta
![El médico pediatra Ernie Guzmán del Adventist Health White Memorial Hospital es vacunado. (Cortesía Adventist Health White Memorial)](https://laopinion.com/wp-content/uploads/sites/3/2020/12/albumtemp-20.jpeg?resize=480,270&quality=80)
El médico pediatra Ernie Guzmán del Adventist Health White Memorial Hospital es vacunado. (Cortesía Adventist Health White Memorial) Crédito: Cortesía
El doctor Ernie Guzmán, un médico pediatra y especialista en infecciones, lleva 9 meses luchando en la primera línea de combate contra la pandemia de COVID-19 en el Hospital Adventist White Health Memorial de la comunidad de Boyle Heights de la ciudad de Los Ángeles.
Está dedicado a rescatar las vidas de los más pequeños, los niños de nuestra comunidad que han sido afectados por el virus.
“He podido ayudar a infantes con o sin síntomas que nacieron de madres con COVID; y también a quienes han adquirido el síndrome multisistémico inflamatorio pediátrico, relacionado con el coronavirus”.
Con suerte, dice, los niños no han tenido mayores complicaciones, han estado bien y ninguno ha muerto. “Tuve un niño de tres meses con COVID y meningitis. Su mamá tuvo COVID; y por más que le pedimos que se cuidara, se enfermó y contagió a toda su familia”.
Mientras que más de 140 mamás con el coronavirus han dado a luz en el Hospital Adventist Health White Memorial, solo 8 recién nacidos han tenido COVID. “Solo un infante necesitó oxígeno por 3 días”.
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El pediatra Guzmán nació en Nueva York, es hijo de padre ecuatoriano y madre puertorriqueña. Cuando hace 30 años se hizo médico, nunca pensó que le tocaría vivir una pandemia.
“Inicialmente escuchamos que el coronavirus se estaba presentado en China, pero no sabíamos mucho. Había dudas mezcladas con miedo, pero poco a poco hubo sospechas de que algo malo se avecinaba, y luego cuando se declaró la emergencia en marzo, fue como si estuviéramos viviendo una película de ciencia ficción”.
Estos meses – observa – han sido el equivalente a más de 5 años de experiencia en la consulta.
Lo que ha aprendido, dice, es que este virus es “horrible, bien agresivo, como un feroz fuego que se propaga rápidamente por el bosque, pero a la vez la gente ha resistido; y los enfermeros y doctores seguimos en la batalla con el espíritu en alto”.
Y aunque a veces reconoce que es difícil, dice que “nunca se cansa de ayudar a los pacientes, y ser fiel a lo que ha sido mi meta y la columna vertebral de mi práctica.
Las cosas que lo motivan para levantarse todos los días y seguir luchando por los pacientes infectados de COVID son: su familia, su bicicleta, el recuerdo de sus padres y la música.
“Cada vez que puedo, hago ejercicio en mi bicicleta, que en realidad es mi psiquiatra, en especial cuando pedaleo entre Redondo Beach donde vivo hasta Palos Verdes. La bicicleta me hace sudar y olvidarme de todo”.
Sus padres son los únicos a quienes no olvida. “Yo vengo de una vida sencilla. Mis padres se conocieron en Nueva York aprendiendo inglés. Ellos no tuvieron oportunidad de educarse. Llegaron hasta el sexto grado de estudios, pero nos motivaron a estudiar”.
El doctor Guzmán quien supo que quería ser médico desde los 5 años, cuando le regalaron un equipo médico, hizo su internado y residencia en el Children’s Hospital de Los Ángeles, después de graduarse del Albert Einstein College of Medicine en el Bronx de Nueva York.
Platica que sus padres no sabían cuidar su salud y alimentación. Así que en honor a ellos, decidió enfocar su trabajo en el cuidado preventivo de la salud de los latinos.
“Yo escogí trabajar en el este de Los Ángeles para enseñar a la comunidad latina a cuidarse ya que tiene muchos problemas de obesidad, problemas cardíacos y de alta presión”, dice el médico emocionado hasta las lágrimas al recordar a sus fallecidos progenitores. “Yo sé que me miran y observan mi esfuerzo”.
Escuchar música también lo ayuda a relajarse en medio de la contingencia sanitaria. “Me crié entre fiestas. Siempre bailábamos salsa, cumbia. Así que tengo una lista de música de todo tipo. Exploro diferentes cosas”.
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Basado en su experiencia de los duros meses de pandemia, el médico aconseja a los angelinos que en esta temporada de fiestas, no reciban visitas y se queden en su grupo familiar. “Este año quédense en su burbuja. No se mezclen. No se arriesguen”.
El médico fue de los primeros en ponerse la vacuna de COVID. “Me dolió el brazo por un día, pero fue todo. He tenido compañeros en el sector salud que sí han tenido un poco más de molestias como fatiga y náuseas. Eso es así porque cada individuo tiene reacciones diferentes”.