Luego de perder a tres seres queridos, una mujer pregona: “Que no salgan” de su hogar

En poco más de un mes, una familia de South Gate solo le pudo decir adiós a través de una tableta al padre, al tío y al hermano

José de pie, Damián a la izquierda y Juan a la derecha.

José de pie, Damián a la izquierda y Juan a la derecha. Crédito: Familia Carrillo | Cortesía

LOS ÁNGELES – El mensaje de la señora Ana Carrillo para los angelinos al perder a tres familiares cercanos por la pandemia es claro: “Que se queden en casa”.

“Que no salgan si no es absolutamente necesario”, dijo a La Opinión con un tono de voz que expresa su tristeza y devastación.

Primero contrajo el coronavirus José Carrillo, hermano de la señora Ana. “Mi hermano cuidaba a mi papá,  Damián Carrillo, quien salió positivo unos días después de mi hermano y lo llevamos a internar”.

Pocos días después también dio positivo de COVIS 19 el tío de la señora Ana, hermano de su papá, Juan Carrillo.

La pandemia cobró la vida primero a José Carrillo, de 71 años, luego al papá de doña Ana, Damián Carrillo, de 95 años, y más recientemente a Juan Carrillo de 88 años de edad. Ninguno de ellos padecía de enfermedades crónicas que pudieran complicar los contagios, pero eran adultos mayores, dijo la señora Carrillo.

Con ayuda de enfermeras, en cada ocasión la familia desde diversos puntos del sur de California se reunía virtualmente con la aplicación Zoom y vio morir a cada uno de los tres patriarcas.

“Es algo demasiado triste”, dijo la señora Carrillo al platicar la experiencia. Tomó un respiro para seguir, “es algo que no se lo deseo a nadie, es profundamente triste, es devastador no estar ahí, no poder abrazarlos, despedirse”.

Los tres residentes de South Gate fallecieron mientras enfermeras tomaban sus manos, en representación de todos los familiares que virtualmente se habían reunido para despedirse a través del internet.

“Poder ver (a distancia) a los seres queridos en su último respiro es muy traumatizante, muy triste para toda la familia”, dijo la señora.

Los señores Damián y Juan Carrillo llegaron al sur de California cuando South Gate era muy distinto a la ciudad que ahora es.

Los hermanos nacieron en Rancho de lo de Carrera Apulco, en el estado mexicano de Zacatecas, y la familia luego se mudó a Teocaltiche, en el estado de Jalisco. Ambos llegaron a California en la década de los años 40 a trabajar en el programa Bracero.

“Siempre trabajaron juntos, en las mismas cosechas, para las mismas empresas”, recordó doña Ana; “mi papá y mi tío nos contaban historias de cuando trabajaron en el Valle Imperial, en el Valle de Coachella, en el Valle Central”.

Con el tiempo, los dos hermanos compraron casas en South Gate, siempre cerca uno del otro. José Carrillo vivía con su padre, Damián, y lo cuidaba por su edad casi centenaria.

Los tres familiares Carrillo pasaron a ser parte de las frías cifras de la pandemia en la actual ola sin precedentes que ataca desproporcionadamente a los latinos en el condado de Los Ángeles,  especialmente a comunidades inmigrantes.

En South Gate se han contagiado más de 11,000 personas con el virus que causa el COVID 19, de acuerdo con cifras oficiales del condado de Los Ángeles.

Mientras que el índice de contagios en el condado de Los Ángeles, aún con la actual oleada, es de 1,632 personas por cada 100,000 habitantes, en South Gate es de 2,650 por la misma cantidad de residentes.

En total, 96 residentes de South Gate habían perecido víctimas de la pandemia hasta este martes.

El gobierno municipal tiene un sitio de internet con extensa información, recomendaciones y actualizaciones para prevenir contagios en www.cityofsouthgate.org

En uno de sus mensajes más recientes, la ciudad advierte que “es una estafa si alguien le ofrece la vacuna contra el COVID 19 o si le ofrece vacunarse antes de que sea su turno”.

Pero como ciudad de familias trabajadoras, South Gate es también hogar de numerosos trabajadores esenciales que por sus labores se exponen a contagios.

La señora Ana Carrillo dijo que la familia desconoce cómo se contagiaron su hermano y luego su papá y su tío, aunque sostiene que “si la gente se queda en casa, es lo mejor, pueden evitar ser contagiados”.

La hija de doña Ana, Monique Manzanares, organizó una recaudación de fondos para apelar a la buena voluntad, y que la familia tiene triple pérdida.

Manzanares escribió que “nuestra familia está devastada por la repentina muerte de nuestro padre, hermano y tío”.

La recaudación en el portal www.gofundme.com ha tenido aportaciones familiares pero hasta ahora poca solidaridad de extraños.

Dice que “queremos concientizar de la gravedad de esta pandemia y urgir a cada persona para que nos ayuda en estos tiempos difíciles, para mantenerse a salvo; use una mascarilla  y conserve el distanciamiento social”.

Al preguntar a la señora Ana si tenía un mensaje que dijera a los angelinos, pidió que comprendan “que esto es real, este virus es real y es muy contagioso; que se cuiden, por favor, pero principalmente que no salgan”.

Para ayudar a la familia

Visite gofundme.com y escriba José Carrillo-funeral memorial para llegar a la página donde se está solicitando apoyo para la familia.

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