Angelinos buscan pegarle al premio gordo del Powerball

Alejandro Cortés, propietario de un restaurante de comida mexicana, sueña con comprarse una casa, por eso quiere pegarle al premio mayor del Powerball —que hasta la noche de este viernes tenía un pozo acumulado de 470 millones de dólares.

“Yo dejé que la máquina escogiera mis números al azar”, comentó el dueño de El Patrón Tacos Baja, ubicado en la ciudad de Rosemead. “No escojo nunca los números, [al azar] es como si me encontrara el billete ganador tirado en la calle… La suerte es para quien le toca”.

Como Alejandro, miles de personas acudieron esta semana a tiendas de autoservicio para adquirir los boletos de la lotería Powerball, que juega este sábado.

En el sorteo del miércoles, hubo dos boletos ganadores de un millón de dólares, con cinco números acertados. Se vendieron en Pennsylvania y Texas, pero a ambos les faltó el número extra del Powerball. El premio mayor era de 410 millones.

Araceli Preciado, propietaria de Los Amigos Flowers, en la ciudad de Monterey Park, comentó que ella gastó un promedio de 60 dólares en la compra de boletos de lotería.

“Yo escogí los números que corresponden a las fechas de nacimiento de mis tres hijos: el 22 de Ángela, el 23 de Alexander y el 24 de Anahí”, dijo la mujer nacida en Los Angeles.

“Si gano el premio mayor, lo primero que haría es asegurar el futuro de mis hijos, guardar dinero para mi vejez y la de mis padres, hacer crecer mi negocio y con el resto del dinero me dedicaría a hacer obras caritativas”.

Aunque las probabilidades de acertar los cinco números y el número extra del Powerball es 1 en alrededor de 293 millones, según la Asociación de Loterías Multiestatales, la pareja de Carmina Rocha y Marvin Padilla tienen fe en que la suerte podría sonreírles la noche de hoy sábado.

“Pagaría todas las deudas de la casa y haría crecer el dinero si gano los 470 millones”, expresó Carmina.
“También aseguraríamos el futuro de nuestro hijo Isaiah, que apenas tiene tres años”, añadió Marvin. “Lo haría para no dejarle ninguna deuda”.

En el establecimiento de Olympic Donuts 11, ubicado en la esquina de la avenida Gage y la calle 1st, en el Este de Los Angeles, la venta de boletos era incesante.

“Aquí, ya hemos tenido tres premios de hasta 750,000 [dólares]” informó a La Opinión, María Romo, quien lleva 24 años como empleada del lugar, desde que abrieron hace tres décadas. “La gente no deja de venir a todas horas; siempre ha habido mucha venta de boletos”.

En la fila de espera, Inés Palacios, de 64 años, parecía estar apurada por ser atendida por la dependiente del mostrador.

“Solamente me gasté 50 dólares de mi pensión, que es de $940 mensuales”, manifestó la mujer originaria de Amozoc, Puebla, México.

“Desde hace 20 años que vengo jugando y lo máximo que me he ganado fueron $5,000 en 2017, no en el Powerball sino en el Bingo Azul… Ese dinero lo utilicé para arreglar las puertas, ventanas y el piso de mi casa”.

La señora Palacios dijo que este sábado regresaría una vez más al expendio de donas para “invertir” otros 50 dólares en más boletos.

“Si me gano el premio mayor lo primero que voy a hacer es darle gracias a Dios; luego le pondré un negocito a todos mis hermanos y a vivir el resto de mi vida sin apuros”, declaró.

“Oh, se me olvidaba decirle que también me gustaría ir a conocer Nueva York con mi esposo Julio y pasearme en Jerusalén”.

La ilusión de tener bastante dinero en sus manos llevó también a Jim Lee a llenar un billete.

“Yo decidí a la casualidad los números que escogí y el Powerball”, subrayó el consultor de negocios de West Covina. “Mi expectativa con el primer premio en el Powerball sería pasar de un periodo oscuro y desafiante en esta pandemia por el COVID-19, a la luz de la riqueza”.

Jorge De La Cruz, portavoz de la lotería de CA: “Queremos recordar a la gente que planea jugar el Powerball que compren sus boletos durante los viajes de compras esenciales… Se insta a seguir las guias de salud pública al comprar la lotería en las tiendas autorizadas”.