Coronavirus: “Para que todos estemos protegidos la vacunación realmente tiene que ser global”
Anna Mouser, responsable de políticas y promoción de vacunas del Wellcome Trust, advierte en entrevista con BBC Mundo que si las vacunas contra el coronavirus no llegan a todo el mundo, incluso las poblaciones vacunadas de los países más ricos estarán amenazadas por nuevas mutaciones.
Las primeras vacunas contra el coronavirus empezaron a aplicarse justo cuando en el número de contagios y muertes por covid-19 volvió a dispararse en numerosos países.
Y eso, junto con la lentitud de un proceso que por el momento ha iniciado sobre todo en algunos de los países más ricos del mundo, ha terminado concienciando a la gente de que el fin de la pandemia claramente no está a la vuelta de la esquina.
Anna Mouser, responsable de políticas y promoción de vacunas del Wellcome Trust -una de las ONGs de investigación en salud más importantes del mundo- considera sin embargo que, en medio de todo, las noticias son buenas.
Pero en entrevista con BBC Mundo también advierte que si el esfuerzo de vacunación no es verdaderamente global, incluso las poblaciones vacunadas de los países más ricos estarán amenazadas por nuevas mutaciones del coronavirus.
¿Le sorprende la lentitud con la que parece estar avanzando el proceso de vacunación?
Creo que para empezar hay que dar un paso atrás y mirar el contexto: este es y será el mayor lanzamiento de vacunas jamás realizado. Realmente se trata de una tarea enorme. Y aunque entiendo que con la pandemia tal como está la gente en todas partes se sienta impaciente y frustrada -pues para muchos la vacuna no podría llegar lo suficientemente pronto- me parece que las cosas se están moviendo relativamente rápido, aunque no lo parezca.
Parte del problema es que muchas de las vacunas todavía tienen que superar algunos obstáculos. Por el momento solo las vacunas Pfizer y Moderna han sido completamente aprobadas. Reino Unido, India y México también han aprobado la vacuna Oxford AstraZeneca, pero esta no ha sido aprobada por la FDA o la EMA, que son los reguladores estadounidenses y europeos, que es lo que permitiría su aprobación por parte de la OMS.
Esa es una de las razones por las que las cosas están tomando tiempo: porque hay procesos regulatorios que tienen que ser completados. Los reguladores están yendo tan rápido como pueden -yo he escuchado informes de reguladores que están trabajando 24 horas al día-, pero ese es un paso esencial para asegurarse de que las vacunas sean seguras y efectivas.
Ahora, además de los procesos regulatorios, creo que uno de los mayores desafíos será que muchos países del mundo probablemente no tengan plataformas para inmunizar a las poblaciones adultas. La mayoría de las vacunas generalmente se administran a niños y eso también se hace de forma escalonada: las vacunas se ponen durante todo el año, cuando nacen los niños o cuando alcanzan diferentes edades.
Pero esto es realmente diferente. Sé que algunos países tienen programas de vacunación contra la influenza, con los que se llega a las personas mayores y los trabajadores de la salud, lo cual es más similar a lo que estamos viendo, pero en muchos países donde no existen programas de vacunación contra la influenza habrá que crear desde cero mecanismos para inmunizar a toda lo población, lo que es realmente difícil.
Como dije, creo que la impaciencia y la frustración son comprensibles, la situación es realmente difícil para todos en este momento, pero es sumamente importante que mantengamos la calma, que avancemos de forma sostenida en el lanzamiento de vacunas, y que nos concentremos en hacer que la vacunación sea lo más simple posible para todas las personas, dondequiera que vivan.
Pero en eso último también hay evidentes retrasos…
Ciertamente. El acceso equitativo es un problema importante. El mundo necesita trabajar unido para garantizar que todos los trabajadores de la salud, dondequiera que vivan, estén inmunizados. Y no solo los trabajadores de la salud: tenemos que asegurarnos de que los grupos prioritarios en todo el mundo estén inmunizados. Realmente se necesita de un esfuerzo global, y solo un esfuerzo global puede garantizar que podremos acabar con la pandemia.
Ahora, en estos momentos lo que está ocurriendo es que las primeras vacunas solo se están administrando en los países con altos ingresos. Y la gente, comprensiblemente, se está preguntando por qué y la respuesta tiene que ver con el COVAX, el mecanismo principal para garantizar que las dosis lleguen a todo el mundo.
Hoy por hoy, el COVAX no tiene ningún acuerdo firmado con Pfizer y creo que tampoco lo han hecho con Moderna. Así que realmente estamos esperando la aprobación de la vacuna de AstraZeneca para que la vacunación realmente empiece a nivel global. Pero creo que es muy importante que todas las compañías farmacéuticas busquen como proporcionar dosis y llegar a acuerdos con el COVAX.
Y también es de vital importancia que los gobiernos, en particular los de los países de altos ingresos que ya están administrando vacunas, inviertan en este esfuerzo global, que se aseguren de que no solo se está vacunando a sus poblaciones nacionales, porque estamos es un momento crucial para los esfuerzos multilaterales y la unidad global.
¿Y por qué deberían hacerlo? Es decir, ¿cuál es la consecuencia de inmunizar a la propia población y desentenderse del resto del mundo?
Porque eso le permitiría al virus continuar propagándose sin control en otras partes del mundo. Por un lado, eso tiene obvios costos humanos y económicos, especialmente en las zonas afectadas. Pero además, cuanto más tiempo permitamos que el virus se mueva libremente entre la población, en cualquier lugar del mundo, mayor es el riesgo de mutaciones.
Y ya hemos visto como la situación de la pandemia cambió radicalmente en este último mes con la aparición de nuevas cepas. Sabemos que la de Reino Unido se está propagando con bastante rapidez aquí y en muchos otros países, porque es mucho más transmisible, y también está la cepa sudafricana, que parece ser una mutación diferente que puede hacer ineficaces a algunos tratamientos potenciales.
Entonces se trata contener la propagación del virus lo más posible, porque eso aumentará las posibilidades de reducir las posible mutaciones.
Al mismo tiempo, vivimos en un mundo muy globalizado y ya vimos lo rápido que se propaga el virus. Los países no pueden aislarse por completo. Y si nuestra respuesta es país por país veremos cómo se propagan las nuevas cepas. Para que todos estemos protegidos la vacunación realmente tiene que ser global.
O sea que no es sólo un asunto de equidad…
No. Para mí, la equidad es lo más importante, creo que es lo correcto, que debemos asegurarnos de que no estamos priorizando solo a las personas vulnerables en nuestro propio país, sea cual sea, sino en todo el mundo. Eso es lo correcto.
Pero también existen riesgos muy, muy reales, de adoptar ese tipo de enfoque país por país. Y la pandemia durará más si no nos centramos en los grupos vulnerables y prioritarios a nivel mundial. Si algunos países se dedican a vacunar a toda su población antes de que otros países hayan vacunado a sus grupos prioritarios, eso sin duda prolongaría la duración de la pandemia.
¿Y no hay también riesgo de mutación si se tarda demasiado en inmunizar a toda la población de un determinado territorio?
Creo que siempre existe el riesgo de mutaciones. Pero estas ocurren sobre todo en lugares donde el virus no se controla y se propagando rápidamente. Una posible analogía, bastante británica, es la del Gran Incendio de Londres, que aquí fue evento bastante grande y significativo. Lo que hubo que hacer fue crear una brecha entre las casas, para que el fuego ya no tuviera combustible para propagarse. Y es un poco así con el virus: se necesita crear una especie de brecha entre las personas, lo suficientemente grande para que este virus no pueda seguir infectando y eso lo ralentice.
Por lo tanto, vale la pena tener grupos prioritarios dentro de las poblaciones en lugar de poblaciones enteras, porque incluso eso tiene un impacto realmente grande. Entonces los países pueden apuntar a los trabajadores de la salud, las personas mayores, los grupos más vulnerables en cada país. Eso ralentizará significativamente la propagación del virus, incluso si no se alcanza a toda la población.
¿Qué tan preocupada debería estar la gente por el impacto de las mutaciones sobre la efectividad de las vacunas?
Yo no soy una científica, pero, por lo que entiendo, en lo que se refiere a la nueva cepa de Reino Unido no hay mucha preocupación. Todo indica que que las vacunas siguen siendo igual de eficaces. Y ese parece ser también el caso de la variante sudafricana. Por lo tanto, es muy probable que las vacunas sigan funcionando.
Ahora, siempre existe el riesgo de que haya una mutación que cambie eso para algunas de las vacunas, pero lo bueno de las que se han desarrollado para la Covid es que se adaptan con bastante facilidad a nuevas cepas. Por tanto, no habría que volver a empezar de cero.
Pero, por el momento, esa no es una amenaza inminente. Así que creo que la gente puede estar tranquila, porque en estos momentos las vacunas están demostrando ser efectivas y porque podrían adaptarse rápidamente en caso de que haya una nueva cepa que de alguna manera evada la acción de las vacunas.
¿Hay países que lo están haciendo mejor que otros en materia de vacunación?
Creo que la gente siempre va a comparar y esto va a ser un debate y una pregunta que se hará una y otra vez durante los próximos meses y años. Yo no me atrevería a entrar en los detalles del lanzamiento de las vacunas país por país, porque es algo muy complejo y no es algo en lo que estemos involucrados.
¿Pero qué le parece, por ejemplo, la decisión de Reino Unido de espaciar más las dos dosis para poder darle la primera a un mayor porcentaje?
Nosotros como Wellcome creemos que es mejor ceñirse a los calendarios de vacunación recomendados por los ensayos. Pero esta es una pandemia extraordinaria. Y la cepa extremadamente virulenta que tenemos en Reino Unido es una razón aceptable para extender la brecha entre dosis.
La gente no debería preocuparse demasiado por esto porque es una especie de estándar en inmunología tener retrasos entre la primera y la segunda dosis. Y hay evidencia que sugiere que extender el tiempo entre dosis de hecho puede mejorar la respuesta inmunológica.
Dicho esto, creo que esta decisión fue muy específica del contexto de Reino Unido. Se utilizaron algunos datos de los ensayos, pero no fue algo que se probó formalmente en el ensayo. Y por lo tanto, debe hacerse con mucha precaución, no es una estrategia recomendable en todas partes. La razón fundamental fue simplemente llegar a más personas con la primera dosis de forma más rápida, pero la segunda dosis de todas las vacunas es absolutamente vital para la protección inmunológica y no debe retrasarse demasiado.
Sé que ha habido sugerencias de administrar solo una dosis, y eso definitivamente es algo que no sería una buena idea, porque las dosis de refuerzo son realmente importantes para la protección a largo plazo contra los virus.
Otra cosa que estamos diciendo es que en aquellos países que están haciendo las cosas diferentes, que están modificando los procedimientos, se deben realizar estudios de monitoreo. ¿Cómo afecta eso al lanzamiento de la vacuna? Lo mejor actuar sobre la base de la evidencia y evaluarla, especialmente cuando hay muchas otras cosas inciertas en este momento.
¿Y qué tanto problema crea el rechazo o desconfianza en las vacunas? ¿Qué impacto ha tenido la pandemia sobre el sentimiento antivacunas? Por lo que dicen algunas encuestas, a veces pareciera que lo ha atizado…
Ese es un tema bastante candente, como ya sabes. Y se han llevado a cabo muchas encuestas diferentes en diferentes países para preguntarle a la gente si se las aplicaría o no. Pero la evidencia que tenemos en Wellcome sugiere que la gran mayoría de las personas muy probablemente querrá aplicarse esta vacuna.
No debemos olvidar que cientos de millones de niños se vacunan cada año. Vacunarse realmente es una actividad normal, en cierto sentido es parte de la vida cotidiana…
Pero ahí estamos hablando de vacunas que han sido utilizadas durante mucho tiempo, no de vacunas desarrolladas en tiempo récord…
Ciertamente. Pero creo que las encuestas que se hicieron cuando las vacunas todavía se estaban desarrollando pueden no reflejar adecuadamente el sentimiento de la gente. Mientras que ahora ya han sido aprobadas, han sido examinadas por los reguladores…
Obviamente la gente seguirá preguntas legítimas y querrá entender cómo funcionan. Y nosotros tenemos que hacer un buen trabajo de comunicación en ese respecto. La gente se pregunta, ¿cómo pueden haberlo hecho en un año cuando normalmente lleva mucho más tiempo? Y la analogía que yo he usado es que es un poco como cruzar una ciudad en hora punta. En una situación normal uno puede tardar años, porque hay todo tipo de colas, semáforos, etc. Pero lo que hicieron con esta vacuna es un poco como cruzar la ciudad con una escolta policial. Así se la pudo cruzar mucho más rápido, aunque el camino fue el mismo de siempre. Es decir, se siguieron los mismos pasos, pero se le dio mucha más prioridad y se inyectaron más recursos, más dinero que de costumbre.
Creo que ese es un mensaje muy importante. Las personas deben sentirse tranquilas de que no se han asumido riesgos, que no se han omitido pasos. Es solo que se ha hecho un esfuerzo realmente hercúleo para poder lograrlo. Y como ya sabes, el porcentaje de eficacia de estas vacunas es mucho más alto de lo que nadie esperaba, así que hemos tenido muy buenas noticias. A pesar de que es un momento muy difícil en todo el mundo, lo que se logró es realmente increíble.
¿Entonces cuál cree usted que será el efecto sobre futuras campañas de vacunación? ¿Le ayudará a la gente a recordar lo importantes que son las vacunas, o alimentará el escepticismo sembrado por los movimientos antivacunas?
Mi esperanza es que cuando los países alrededor empiecen a vacunar contra la covid, sus sistemas de inmunización resultarán fortalecidos. Porque hay muchos países que no han hecho nada parecido en mucho tiempo, ya que no han tenido que enfrentar enfermedades infecciosas. Efectivamente, en muchos países la amenaza de enfermedades infecciosas ha sido bastante baja durante muchos años y hemos olvidado lo que se siente al vivir con ese nivel de riesgo, ese nivel de preocupación en nuestras vidas. Y, en ese sentido, creo que todo esto es un poderoso recordatorio de lo que las vacunas hacen por nosotros todos los días.
Antes, cada verano los padres estaban preocupados por la polio, se cerraban las piscinas, los lugares públicos eran cerrados con llave. No me había dado cuenta antes del inicio de la pandemia, pero los confinamientos eran algo que solía ocurrir bastante a menudo por causa de la polio. Y ahora casi la hemos eliminado completamente del planeta. Así que espero que todo esto subraye el trabajo increíble que hacen las vacunas y nos recuerde y fortalezca nuestros sistemas.
Al mismo tiempo, sin embargo, también existe un riesgo. Si las cosas no se hacen bien, si las comunicaciones son deficientes, existe el riesgo de que la información errónea gane terreno. Espero que ese no sea el caso. Pero para eso la participación de la comunidad es absolutamente vital en cualquier lugar del mundo en el que se implemente la vacuna.
Hay líderes comunitarios que necesitan participar en el proceso. Hay que apoyarse en ellos, en los grupos religiosos, etc., para generar confianza. Hay que tratar de comprender qué podría impedir que las personas reciban una vacuna.
También es realmente importante asegurarse de que los sistemas de vacunación estén bien diseñados. Sabemos por la evidencia acumulada que a menudo son sobre todo factores prácticos los que se interponen entre las personas y las vacunas. Y si por alguna razón las vacunas no llegan al lugar correcto en el momento adecuado, y la gente viaja para vacunarse y no hay dosis disponibles, esa mala experiencia puede hacer que no vayan la próxima vez.
Ese tipo de cosas tal vez no son tan visibles como la amenaza de la desinformación y las teorías de la conspiración, pero esos detalles son los que realmente marcan una gran diferencia en el éxito que puede tener el lanzamiento de la vacuna.
Las vacunas han sido presentadas como un punto de inflexión, pero también se ha advertido que no son una bala mágica. ¿Qué hay que seguir haciendo para que la vacunación realmente marque el principio del fin de la pandemia?
Lo primero es seguir aplicando las medidas de salud pública. Y también hay que seguir apoyando el desarrollo de tratamientos y pruebas de diagnóstico más efectivos. Vacunas, tratamientos, pruebas diagnósticas y medidas de salud pública son las herramientas que tenemos contra este virus. Y no hay que perder de vista que va a pasar mucho tiempo antes de que se vacune a todo el mundo.
Por ende, será necesario mantener algunas de las medidas de salud pública durante más tiempo del que idealmente todos desearíamos. Y un punto muy pequeño, pero muy importante, es que las personas que se vacunen deben mantener esas medidas durante al menos dos semanas, porque la inmunidad puede tardar un poco en activarse. Muchos pueden creer que la vacuna empieza a hacer efecto tan pronto como entra en el cuerpo, pero en realidad necesita un poco de tiempo.
Ahora, actualmente el esfuerzo global en torno a vacunas, tratamientos y diagnósticos no cuenta con los fondos suficientes y todavía se está luchando por obtener las inversiones que necesita. Así que es muy importante que los gobiernos inviertan en ese esfuerzo global. Hay enormes costos económicos todos los días para la pandemia. Y esa inversión, cuando se compara con las pérdidas en las que estamos incurriendo, es bastante pequeña y puede hacer una gran diferencia.
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