‘Es por desesperación’: madres se preparan para pasarse la frontera

Con la incertidubre de no saber si calificarán para un asilo, intentarán pasar por segunda vez junto a sus hijos

Migrantes en la frontera entre Tijuana y San Diego.

Migrantes en la frontera entre Tijuana y San Diego.  Crédito: Manuel Ocaño | Impremedia

“Lo que nos hace intentar cruzar [a Estados Unidos]en la desesperación”, reveló la señora Lizbeth mientras se preparaba para tratar de pasar de Tijuana, México, a California por un tramo de frontera donde no hay muro.

Ella, junto a otras dos madres centroamericanas, forma parte de un grupo que busca entrar al país de manera ilegal. “Hace unos días tratamos de cruzar, íbamos nosotras tres y cada una llevaba a su hijo”, platicó Lizbeth a La Opinión.

“Como le digo, lo que nos obliga a querer cruzar es la desesperación, de que hace ya tanto tiempo que esperamos y no vemos un cambio que nos dé esperanzas de que vamos a poder pasar… Nosotras ya no queremos regresar [a nuestros países]”, dijo, mientras escogía algunos artículos que podrían llevar.

Contó que esta vez abrigaron mejor a sus hijos que la ocasión anterior. La semana pasada, cuando se dirigieron al Nido de las Águilas para cruzar al condado de San Diego, al subir por las colinas, el frío heló a los menores.

“En nuestros países no hace un frío así como aquí [México]”, comentó Lizbeth.

Las tres madres se pusieron de acuerdo en que solo la señora Lizbeth, quien es hondureña, hablaría por el grupo.

Se preparaban en el albergue cerca de la playa en Tijuana, ya que llegar al Nido de las Águilas en transporte colectivo les tomaría varias horas.

Su estrategia

Lo que buscaban era llegar al sitio, acomodarse cerca del muro y aguardar, a ver si de casualidad podían ver un cambio de guardia de la patrulla fronteriza, con la esperanza de que en un descuido de los oficiales pudieran cruzar la frontera sin ser vistas.

“Pero está muy duro, no es fácil. La vez anterior salimos de aquí en la mañana, llegamos en la tarde, estuvimos ahí parte de la noche. Cruzamos y pensamos que no nos habían visto porque ya habíamos caminado unos minutos, pero nos agarraron”, platicó Lizbeth.

“Ni siquiera nos dejaron explicarles por qué lo hacíamos… Nada más nos agarraron, nos pidieron nuestros nombres, nos tomaron fotos y nos llevaron a que nos regresáramos a Tijuana por el mismo
lugar por donde habíamos cruzado”, comentó.

“Nos dijeron que si nos volvían a agarrar cruzando, podían deportarnos a nuestros países. Ya mejor nos regresamos, llegamos al albergue como casi a las 4 de la mañana”, recordó.

Esta vez el grupo de madres planea hacer lo mismo que hizo la vez anterior, quizás con un poco más de paciencia que la semana pasada, y espera tener resultados distintos. “Nos vamos cuando nos sintamos listas, tal vez esta noche [ayer] o tal vez mañana [hoy], ya vamos a ver”.

“Como le digo, lo que nos motiva a querer cruzar es la desesperación. Aquí en Tijuana no tenemos más que hacer, tampoco es fácil que podamos trabajar y menos con esto de la pandemia. Queremos ver por fin el Sueño Americano, tener la seguridad que venimos a buscar al huir de la violencia”, comentó Lizbeth.

Las madres llegaron a Tijuana en distintos momentos, Lizbeth ha estado hace más de un año en la ciudad fronteriza. Cuando llegó a fines de 2019 le tomó tiempo comprender que debía ir a una garita a anotarse en un cuaderno con el que los migrantes llevaban un orden para cruzar a solicitar asilo a San Diego —unos cuantos cada vez.

Finalmente anotó su nombre y el de su hijo, que en ese tiempo iba a cumplir 10 años, y le dijeron que iba a tener que esperar entre tres y cuatro meses para pasar a entrevistarse con un oficial de asilo de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que la inscribiría en el programa Protocolo de Protección a Migrantes (MPP).

Lizbeth estaba en esa espea cuando la pandemia llegó a la región y las autoridades fronterizas estadounidenses suspendieron el programa y el Departamento de Justicia paró las audiencias en las cortes de migración.

Con esto Lizbeth y su hijo quedaron fuera del programa MPP —conocido también como “permanecer en México”.

Aunque las personas bajo el programa MPP ya empezaron a cruzar de manera formal a EE.UU., aún faltan miles.

El presidente JoeBiden canceló MPP el mismo día en que tomó posesión y a partir de este fin de semana, los migrantes que han aguardado en la frontera mexicana bajo MPP empezaron a pasar gradualmente. El viernes EE.UU., recibió a los primeros 25 migrante.

“Pero nosotras no estamos en MPP, ¿me entiende? Nadie sabe qué va a pasar con nosotras y nuestros hijos”, dijo Lizbeth.

En el limbo

Irving Mondragón, director del albergue donde se han quedado las mujeres, explicó a La Opinión que desde que el presidente Biden suspendió el programa MPP, las autoridades de migración mexicanas ya no renuevan permisos humanitarios a los migrantes que han esperado en la frontera.

“Es una presión muy fuerte, porque las autoridades mexicanas dejan a los migrantes en el limbo y, como pasa con estas señoras, no saben si las autoridades estadounidenses les van a dejar pasar, hay un caos”, expresó.

Soraya Vázquez, abogada de la organización Al Otro Lado, explicó por su parte que la patrulla fronteriza devuelve de inmediato a los migrantes que detiene por una disposición llamada “Título 42”.

“El Título 42 lo impusieron desde que inició la pandemia por presuntos motivos sanitarios, para prevenir contagios de COVID 19, pero el gobierno del presidente Biden lo continuó”, dijo la abogada.

Mondragón dijo que está en una posición muy difícil porque las madres tienen razón en estar desesperadas pero como persona que las apoya, no quiere crearles falsas expectativas. “La verdad es que no sé ni qué decirles, es una situación angustiante” dijo.

Suscribite al boletín de Los Ángeles

Recibe gratis las noticias más importantes de Los Ángeles diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain