Manos amigas ayudan a vacunar a los angelinos
Grupo de la ‘Isla del Encanto’ llegó a Los Ángeles para apoyar a sus residentes en algunas de las zonas con más necesidad de la ciudad
Trabajadora de FEMA lleva a un abuelo al lugar de vacunas del este de LA. (Jorge Macías) Crédito: Jorge Macías | Impremedia
Cuando los huracanes y los terremotos azotaron Puerto Rico en el verano de 2017, los empleados de FEMA que residen en Los Ángeles viajaron a la isla para ayudar en la recuperación. Ahora, mientras FEMA ayuda a combatir la pandemia, los puertorriqueños que trabajan para la agencia han devuelto el favor.
Algunos de ellos fueron enviados a Los Ángeles (a más de 3,300 millas de Puerto Rico), donde trabajaron en centros de vacunación contra el covid-19 a gran escala instalado en el campus de la Universidad Estatal de California en Los Ángeles. Allí ayudaron a salvar vidas en el proceso de vacunar a miles de residentes locales cada día.
Uno de los puertorriqueños que trabajó arduamente fue Julio C. López Caraballo.
Durante el paso del huracán María en la casa de sus padres en el pueblo de Yauco, ellos estuvieron varados durante un mes por las inundaciones y los escombros, pero se sintieron agradecidos cuando FEMA llegó a la isla para ofrecer ayuda. Desde entonces, López se unió a la agencia como reservista para poder ayudar a otros afectados en futuros desastres.
En Puerto Rico, trabajó en el Centro de Recuperación de Desastres de la FEMA en su barrio. Recientemente, la agencia federal le envió a Los Ángeles, donde ha podido ayudar a los californianos que venían a vacunarse en la clínica móvil de Baldwin Hills Crenshaw Plaza.
Otro reservista es Tomás Ortiz, también desplegado en al centro de vacunación de South Gate, llevaba trabajando para FEMA desde 2005, cuando fue enviado a ayudar a los supervivientes del huracán Katrina con sus solicitudes de asistencia por desastre.
Ortiz, que vive en Guaynabo (Puerto Rico), trabajó después en los huracanes Rita, Isaías, Irma y María, entre otros. Es la primera vez que este residente de la “Isla Encantada” visita el estado en la “Tierra de la Leche y la Miel”.
Ortiz ha estado asistiendo a los receptores de vacunas en las Clínicas Móviles, que visitaban las zonas más difíciles de alcanzar por covid 19 en el condado de Los Ángeles. Por ejemplo, Ortiz estuvo en la ciudad de South Gate cuando el gobernador Gavin Newsom fue a reunirse con la gente de allí, y últimamente ha estado supervisando y tomando la información de la gente que venía a vacunarse.
Uno de los reservistas fue José Lucca, un especialista en asistencia individual de la FEMA procedente de Ponce, Puerto Rico. En Cal State LA, trabajaba 10 horas al día, lloviera o hiciera sol, para ayudar a gestionar el intenso flujo de tráfico que llegaba al lugar.
La tarea de Lucca consistía en ajustar la operación para que los visitantes pasaran el menor tiempo posible en el campus, utilizando el servicio de atención al público desde el coche o utilizando el paseo peatonal cerca del centro de tránsito de la universidad.
En todas las catástrofes la agencia FEMA tiene un asesor de derechos civiles, y en el proyecto piloto de vacunas de California, otro puertorriqueño es Víctor Concepción-González, era la persona de la FEMA que protege los derechos de los empleados y de los receptores de las vacunas.
Esta era su primera misión en California. Pero había tenido otros numerosos despliegues de FEMA, incluyendo las Islas Vírgenes, las tormentas de invierno de Oregón, un tornado de Tennessee, el terremoto de 2020 en Puerto Rico y los huracanes Sally y Zeta en Alabama.
“Durante el huracán María, muchos californianos fueron a ayudar en la respuesta y recuperación a Puerto Rico y ahora nos tocó a nosotros” dijo Concepción-González. “Estamos devolviendo la mano para salvar vidas en California”.
De Natural de Humacao, en el extremo sureste de Puerto Rico, Concepción-González llegó a Cal State Los Ángeles el 28 de enero para asegurarse de que los receptores de las vacunas tuvieran las instalaciones adecuadas no sólo aquí, sino en las Clínicas de Vacunación Móviles que iban a las comunidades de difícil acceso.
Además, Concepción-González tuvo que asegurarse de que las personas que necesitaban movilidad, idioma u otras adaptaciones pudieran recibirlas.
“Nos responsabilizamos a nosotros mismos y a toda la comunidad de FEMA de hacer lo correcto”, dijo. “Nos comprometemos a inspirar la igualdad y la diversidad inclusiva cada día”.
Entre otras funciones, Concepción-González trata de resolver los problemas de derechos civiles, garantizar que se realicen ajustes razonables y ofrece orientación sobre derechos civiles a los empleados y clientes.
Como la mayoría de los reservistas de la FEMA, los cuatro puertorriqueños son considerados activos nacionales, lo que significa que viajan a las catástrofes donde se les necesite. Esta vez fue una misión para salvar vidas en California.
