Latinos enfrentan muchas barreras para vacunar a sus hijos contra Covid-19
Expertos en el tema de la salud los animan a llevarlos a vacunarse para protección de toda la familia

La influencia de las madres es determinante para que los hijos se vacunen. (Getty Images) Crédito: Mario Tama | Getty Images
El miedo a faltar al trabajo para no perder el salario, la carencia de un estatus migratorio y de seguro de salud así como las dudas alimentadas por la mala información que se distribuye en las redes sociales, figuran entre las principales barreras para que los latinos no lleven a sus hijos a vacunarse contra Covid-19.
Expertos en el tema se reunieron durante la videoconferencia “Vacunación de niños, ¿qué tan jóvenes? ¿por qué? ¿Qué piensan los padres”, organizada por Ethnic Media Services en la que hablaron sobre los riesgos especiales que tienen los niños y adolescentes frente al virus, cuáles son algunas de las barreras que enfrentan para vacunarse y por qué algunos padres dudan?
Habrá que decir que Covid-19 se encuentra entre las 10 principales causas de muerte entre los jóvenes, por lo que la vacunación de los niños de 12 a 17 años se ha convertido en la próxima gran meta en el control de la pandemia.
El doctor José Pérez, jefe médico del Centro de Salud Familiar Sur Centro (South Central Family Health Center) en Los Ángeles, dijo que una de las principales razones de la falta de vacunación entre los niños latinos es que sus padres no pueden faltar al trabajo.
“La mayoría trabajan en empleos de bajos ingresos como restaurantes o son jornaleros que acaban de regresar a laborar después de la pandemia, por lo que es una carga para ellos tomarse un día libre”.
A eso hay que agregarle que todavía tienen a sus hijos en casa porque no van a la escuela. “Eso es una barrera tremenda, al igual que las dudas sobre las vacunas”. Y en esto, señaló que no podemos negar el papel de las redes sociales en las que se difunde mucha información pobre”.
Y citó el caso de una paciente quien le preguntó si la vacuna causa infertilidad porque lo comentaron en las plataformas sociales. “Me tomé un tiempo para educar a esta madre y le hice saber que no existe un vínculo entre el uso de la vacuna en adultos y niños que apunten a la infertilidad”.
Señaló que otra gran barrera al menos para los pacientes de South Central tiene que ver con el estatus migratorio. “Nuestros pacientes que son indocumentados tienen miedo al gobierno. Algunos no quieren venir a la clínica ni ir a las instalaciones del condado por temor a poner en peligro cualquier tipo de estatus migratorio que están tratando de conseguir”.
El doctor Pérez sostuvo que además muchos no tienen seguro médico y piensan que deben pagar por la vacuna y que no la pueden recibir de forma gratuita.
¿Cómo responden los jóvenes a la vacunación?
“Lo que encontré especialmente con niños adolescentes latinos que están conectados a las redes sociales, es que parecen estar más en sintonía con la vacuna. Tienen mucha más y mejor información que sus padres. Y son nuestros niños o adolescentes los que realmente están ayudando a educarlos”.
Recordó que la vacuna Pfizer ha sido aprobada para niños de 12 a 17 años y este es el grupo que está muy activo en las redes sociales. “Al menos en el centro sur de Los Ángeles, nuestra experiencia es que nuestros adolescentes están muy dispuestos a vacunarse”.
Al inicio cuando salieron las vacunas, dijo que en la mayoría de las veces, los abuelos que son los menos conocedores de la tecnología, tuvieron que depender de los nietos más pequeños para acceder a la web y programar citas para vacunas.
Si continúan los latinos sin vacunarse, y el 15 de junio se abre la economía y el uso de mascarilla ya no se va a exigir para todos los californianos, ¿cuál será el riesgo para toda la sociedad?
“No podemos obligar a la gente a vacunarse. La esperanza es que escuchen nuestra voz. Porque esta es la forma en que se van a proteger y eventualmente vamos a superar esa crisis”.
Pero expresó su preocupación porque solo alrededor del 35% de la comunidad en general ha sido vacunada. “Eso significa que de 6 a 7 de cada 10 personas con las que me encuentro en la calle, cuando salgo a almorzar, no han sido vacunadas. Por lo tanto, existe el riesgo de que dentro de la comunidad latina tengamos una mini ola de infecciones y sabemos que los latinos tienen un mayor riesgo de diabetes, hipertensión y algunas de las enfermedades crónicas que nos ponen en riesgo”.
¿Piensa que debería ser obligatoria la vacuna para asistir a las escuelas?
“La razón por la que no tenemos una epidemia de polio, varicela, paperas o rubéola es porque es obligatorio que se vacunen. No tiene porque haber una diferencia. Si queremos proteger a los niños y por extensión a los adultos mayores de la familia, debemos hacerla obligatoria”.
La influencia de las madres
Matthew Simonson, investigador del Covid States Project y autor del reporte “Vacunando a la Juventud de Estados Unidos”, dijo que una encuesta de inicios de mayo para ver cuales son las actitudes de los padres para vacunar hijos, arrojó que muchas madres jóvenes no quieren vacunarse ni ellas ni a sus hijos.
“Dividimos a los padres en grupos de 35 años y menos, y 36 y más. Un tercio de las madres más jóvenes dijeron que era muy poco probable que permitieran que sus hijos fueran vacunados. En contraste, el 15% de los padres de todas las edades, tienen esa resistencia”.
En cuanto al nivel racial, se detectó que las familias afroamericanas y latinas tienen el mismo nivel de resistencia a vacunarse. Incluso señalan que la vacuna es una conspiración del gobierno.
Y a mayor ingresos, mejor aceptación a las vacunas y lo mismo en cuanto a educación. “Los que tienen un diploma de secundaria se resisten a la vacuna, y los graduados de la universidad son los más a favor de vacunar a sus hijos”.
Simonson expone que el uso de las redes sociales es uno de los grandes problemas porque se difunde mala información entre la gente con menor estatus socioeconómico, específicamente entre los padres.
¿Por qué es importante que los niños se vacunen?
La doctora Grace Lee, directora médica asociada de Innovación en Práctica y Enfermedades Infecciosas en Stanford Children ‘s Health y profesora de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, dijo que no hemos prestado gran atención a lo que está pasando con nuestros niños.
“De acuerdo al Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 22 millones de niños y adolescentes entre 5 y 17 años han salido positivos; y desde que regresaron a clases, se han reportado casos de hospitalización entre los más jóvenes que aún no están protegidos”.
Destacó que tenemos un número desproporcionado de niños afroamericanos e hispanos en las unidades de terapia intensiva, quienes también son los más afectados por el Síndrome Inflamatorio Multisistémico (MISC) el cual ocurre aproximadamente de dos a seis semanas después de que se produce la infección por Covid-19.
En cuanto al número de muertes entre niños, se han reportado 117 entre los 12 y 17 años. “La gente ve estos números y piensa que no es mucho, pero si ese niño fuera su hijo o familiar toma otra dimensión”.
La doctora Lee animó a todos, a que se sientan bien vacunando a sus hijos, porque van a proteger a toda la familia y participar con más confianza en todas sus actividades.