“Morena no logra más poder para AMLO, pero se mantiene con fuerza”

Analistas políticos coinciden en que el partido Morena, del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, mantiene casi las mismas tendencias de simpatía entre los mexicanos que en 2018, tras las elecciones intermedias del domingo 6 de junio.

AMLO Morena

Morena, el partido de AMLO, mantiene su fuerza tras elecciones intermedias (Foto archivo). Crédito: Manuel Velasque | Getty Images

MEXICO.- Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, mantiene casi las mismas tendencias de simpatía entre los mexicanos que en 2018, salvo por descalabro en la capital mexicana al perder nueve de las 16 alcaldías, un hecho histórico desde que la izquierda tomó el poder en 1997.

Así coinciden analistas políticos tras el recuento del Programa de Resultados Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE) donde se reveló que su partido y aliados, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT), mantienen el 43% de votantes que los llevó al congreso además de hacerse de la victoria en 12 de las 15 gubernaturas en juego.

“El hecho es que Morena sin el presidente en las boletas, con una pandemia y tres años de desgaste, tiene casi el mismo resultado de 2018 y es inédito: normalmente en las elecciones intermedias los partidos en el poder tienen un peor desempeño”, observó Nicolás Loza, analista político de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

“Esto es una derrota para la oposición porque quiso convertir las elecciones en un plebiscito contra AMLO y perdió porque Morena sigue teniendo el 43% de los votos, sólo perdió 30 distritos respecto a los anteriores comicios”, agregó Javier Romero, politólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana.

“En el congreso tendrá menos diputados, pero esto es  porque cambió la fórmula para calcular la sobrerrepresentación de los diputados plurinominales, pero no porque haya perdido sufragios”.

El Partido Acción Nacional (PAN) habría logrado obtener entre 106 y 117 escaños, un aumento de entre 27 y hasta 38 lugares en la Cámara Baja, pues actualmente tiene 79 curules. El Partido Revolucionario Institucional (PRI)  también habría obtenido entre 14 y 26 asientos más, pues el rango estaría entre 63 y 75 escaños, frente a los 49 previos a las elecciones.

Morena obtendría entre 190 y 203 asientos en la Cámara Baja, una disminución de entre 50 y hasta 63 escaños respecto a lo que tenían antes de las elecciones, pues ostentaban 253 de los 500 curules. De todos modos sumará con los aliados entre 40 y 48 y 35 y 41 diputados, lo que le daría al bloque oficialista al menos 265.

Con esto tendrían una mayoría absoluta holgada (el 50% más uno de los 500 diputados; o sea 251) y con ello podrían lograr leyes y reglamentos, pero no tendrá la mayoría calificada de 333 legisladores (dos terceras partes del total) que se necesita para cambiar la constitución.

“Ahora le sería muy complicado desaparecer al INE  o que quite a la iniciativa privada de la Reforma Energética porque se requeriría de cambios constitucionales”, destaca Loza.

“De todos modos antes se le complicaba porque tuvo la mayoría calificada en la Cámara de Diputados por la mudanza de diputados de otros partidos a Morena, pero no la tenía en el Senado”.

En ese sentido, hay una derrota para el presidente: coinciden. Y en el estancamiento de las preferencias.

“Lo que pretendía López Obrador era consolidarse más, que ganara terreno en el norte, ampliar el control en el sur y revertir a la oposición en el centro y esto no ocurrió”, agrega Loza.

Jorge Javier Romero considera que hubo una mala gestión de la oposición que no supo “sacar provecho” a la pésima gestión económica del presidente, ni la pandemia que dejó medio millón de muertos por la apuesta a la inmuniad de rebaño que llevó al país a los primeros lugares por la tasa de mortandad, ni la crisis económica.

“Si este país fuera más exigente como es Europa ya estarían renunciando todos los líderes de la oposición, Marco Cortés (PAN), Alejandro Moreno (PRI) y Jesús Zambrano del PRD”.

Desde otra perspectiva, Rubén Cortés, escritor y ex director del diario de oposición oficial Contrarréplica, los resultados de Morena son más bien una derrota moral porque a pesar de todos los recursos del poder no logró su propósito.

Dijo que el presidente estuvo veintiséis meses violando la separación de poderes, repartiendo 304 mil millones a su gente, 623 conferencias de prensa  mañaneras pulverizando adversarios y a la Unidad de Inteligencia Financiera persiguiéndolos y “aún así perdió la mayoría”.

Para los observadores electorales hubo algunos partidos que salieron muy fortalecidos, como Movimiento Ciudadano (MC) que ganó la elección en el estado de Nuevo León, con Samuel García, de 33 años, quien apostó por un discurso de relevo generacional en la entidad industrial y económica más importante del país.

“Movimiento ciudadano quería tener alrededor del 8% de los votos y lo obtuvo incluso en excelente escenario donde ha conseguido hasta 8.5 y se queda como bisagra con Jalisco y nuevo León y tuvo el descalabro de Campeche, pero también pudo ganar allá”, detalla Romero.

Por otro lado, en el legislativo, tanto Movimiento Ciudadano como  el PVEM se volverán muy importantes porque van a poderle dar la mayoría a Morena o a la oposición del PAN, PRI, PRD.

“El margen de maniobra se reduce a Morena y ahora tiene que lidiar con el Partido Verde que es muy poco confiable, es un mercenario y va a cobrar caro su amor”.

EL CASO DE LA CIUDAD DE MEXICO

Morena gobernaba 11 de las 16 alcaldías hasta antes de este sufragio, pero, en las últimas votaciones, perdió seis y por primera vez  en la historia de las políticas de izquierda la jefa de gobierno actual, Claudia Sheimbaum tendrá que gobernar con partidos más conservadores como es el PAN que fue en coalición con el PRD.

Esta alianza se hizo de las alcaldías más pudientes, entre ellas, Cuauhtémoc, Benidto Juárez y Coyoacán y se hizo de nuevos escaños en el congreso donde harán de oposición.

Por ahora se prevén algunos frenos a las políticas más progresistas pero también a vicios de corrupción como venta de espacios callejeros, crimen organizado, trata de personas, construcciones ilegales y robo del presupuesto públicos.

“Es un duro golpe para la izquierda porque había sido su bastión y los sorprendió aunque ya habían ido perdiendo terreno”, destaca Loza.

El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció este revés de las elecciones y destacó que le fueron  favorables porque con la  mayoría absoluta podrá sacar adelante el presupuesto para sus proyectos.

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