Narcos, ladrones y asesinos a sueldo enviaban mensajes secretos a través de una app. Pero el FBI los estaba leyendo

Más de 800 detenidos en una operación internacional gracias a un servicio que ofrecía protección a criminales pero en realidad fue desarrollado por la policía

El logotipo de ANOM se muestra en la pantalla de un teléfono inteligente el 8 de junio de 2021 en París.

El logotipo de ANOM se muestra en la pantalla de un teléfono inteligente el 8 de junio de 2021 en París. Crédito: OLIVIER MORIN | AFP / Getty Images

Una operación internacional a gran escala que involucró a 16 países, incluido Estados Unidos, permitió detener a más de 800 personas gracias a un engaño tecnológico.

El FBI y la policía australiana desarrollaron y operaron una compañía de dispositivos encriptados, llamada ANOM, que luego se utilizó para obtener acceso a las redes del crimen organizado en más de 100 países, según Europol, la agencia de aplicación de la ley de la Unión Europea.

“La Operación Escudo Troyano es un ejemplo brillante de lo que se puede lograr cuando los diferentes socios del orden público alrededor del mundo trabajan juntos y desarrollan herramientas investigativas de vanguardia, para detectar, interrumpir y desmantelar las organizaciones criminales transnacionales”, dijo Calvin Shivers, subdirector de la División de Investigación Criminal del FBI en una conferencia de prensa en La Haya, Holanda.

Los usuarios de ANOM creían que los dispositivos eran seguros, dijo Jannine van den Berg, de la Policía Nacional Holandesa en la conferencia de prensa. El acceso a las comunicaciones de los involucrados en redes criminales le permitió a las agencias del orden público leer mensajes encriptados durante 18 meses.

Los usuarios de la plataforma se comunicaron en 45 idiomas sobre tráfico de drogas, armas y explosivos, robos a mano armada, asesinatos por encargo y más, dijo van der Berg.

Hace casi tres años, la Policía Federal de Australia comenzó a desarrollar la tecnología que le permitiría a las fuerzas del orden acceder y leer los mensajes enviados en una plataforma gestionada de forma encubierta por el FBI, dijo la comandante de la Policía Federal de Australia, Jennifer Hurst.

“Los datos capturados le han brindado a la AFP evidencia y conocimientos únicos sobre cómo funciona el crimen organizado en Australia e internacionalmente, cómo mueven drogas, dinero, armas y organizan asesinatos”, agregó.

Además de los arrestos e incautaciones de drogas, armas y dinero, Shields dijo que el operativo logró mitigar amenazas de muerte contra más de 100 personas. El acceso a sus redes también permitió a las fuerzas del orden ver fotografías de cientos de toneladas de cocaína ocultas en envíos de frutas y productos enlatados.

La escala de la cooperación entre tantos países diferentes hizo que esta operación fuera notoria, según Keith Ditcham, investigador senior de crimen organizado en el grupo de expertos RUSI con sede en Londres.

“No diría que es sin precedentes, pero sí es raro”, añadió, “poder montar una operación donde todas esas diferencias y matices en la legislación y en la recolección de inteligencia, requiere una cantidad considerable de coordinación y requiere mucho esfuerzo por parte de las autoridades para asegurarse de que la información no se filtre”.

Las consecuencias de la operación y exactamente cómo afectará a los grupos del crimen organizado en el futuro aún no se conocen, dijo.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, explicó en una conferencia de prensa el martes que la operación “asestó un duro golpe contra el crimen organizado, no solo en este país, sino que repercutirá en el crimen organizado en todo el mundo”.

Por Rachel Elbaum – NBC News

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