Fiscal: ‘En el 2020 tuvimos una epidemia de odio’

Estadísticas estatales muestran que los homicidios subieron en un 31% y los reportes de violencia doméstica en un 42%

Las armas 'hechizas' o fantasmas están relacionados con repunte de la violencia. (Archivo)

Las armas 'hechizas' o fantasmas están relacionados con repunte de la violencia. (Archivo) Crédito: Scott Olson | Getty Images

Esta semana se publicaron las estadísticas estatales sobre los crímenes reportados el año pasado, las cuales revelaron números alarmantes.

Los homicidios aumentaron en un 31% convirtiendo al 2020 en el más mortífero en los últimos 13 años. También se reportaron 1,330 crímenes de odio, el número más alto en más de una década. Mientras que, las llamadas de ayuda en relación con la violencia doméstica crecieron en un 42%; de 1,388 en 2019 a 1,974 en 2020.

El reporte Crime in California 2020, publicado por la oficina del fiscal general del Estado Dorado, Rob Bonta, también incluyó estadísticas estatales sobre delitos denunciados, arrestos por delitos graves, quejas de civiles contra agentes del orden público por asesinatos y agresiones, enttre otros.

El fiscal Bonta dijo que si bien las tasas de delitos violentos todavía están muy por debajo de sus máximos históricos, reportados a principios de los años 90, los aumentos vistos durante la pandemia son inaceptables.

“En California y en todo el país, la violencia con armas de fuego en particular sigue siendo una crisis de salud exclusivamente estadounidense”, indicó en un comunicado.

Añadió que a través de programas de intervención contra la violencia, asociación comunitaria, inversión económica, justicia restaurativa y el despliegue estratégico de la aplicación de la ley, se puede enfrentar el problema.

El fiscal agregó que para muchos californianos, el 2020 no se trató solo de un virus mortal sino también de una epidemia de odio.

“Los hechos aquí son claros: hubo un aumento en la violencia contra los asiáticosos relacionada con las palabras de los líderes que buscaban dividirnos cuando estábamos en nuestro punto más vulnerable”, aseveró Bonta.

Aseguró que el conocimiento es el arma más poderosa contra el odio. Dijo que será necesario aprovechar los recursos disponibles para garantizar que todas las comunidades del estado se sientan seguras y bienvenidas.

La mayoría de las víctimas son personas de color

Las estadísticas demostraron que de las 2,202 muertes, casi un tercio de las víctimas fueron afroamericanas. Ellos constituyen el 6.5% de la población de California pero representaron el 31% de todas las víctimas en 2020; mientras que los latinos representaron el 45% y los anglosajones el 16%.

Uno de los casos más sonados en el condado de Los Ángeles el años pasado fue el del joven Andrés Guardado que murió a manos de agentes del Sheriff del condado de Los Ángeles (LASD).

De acuerdo a reportes oficiales, el tiroteo ocurrió en cuestión de segundos y los resultados de la autopsia dieron a conocer que el joven fue baleado por la espalda.

Los familiares argumentan que Guardado no era un peligro para que los agentes tomaran la decisión de matarlo.

Hay que abordar la crisis de salud mental

El doctor Michael Rodríguez, profesor de la Facultad de Medicina David Geffen de UCLA, dijo que la salud mental es tan importante como la salud en general.

Sin embargo, todavía existe el estigma, sobre todo entre los latinos, de comparar la salud mental con la locura.

“Hay muchas familias que ni siquiera quieren escuchar el tema porque dicen: ‘Nuestra familia no está loca’”, dijo Rodríguez. “No se quieren asociar con esto”.

No obstante, este tema se ha hecho más visible luego de que las personas fueran obligadas a pasar mucho tiempo encerradas en sus hogares creando un ambiente tóxico.

El doctor explicó que las personas que sufrían de violencia doméstica pre pandemia estuvieron aún más expuestas ya que sus familiares y gente de apoyo no estuvieron disponibles.

Además, mientras que las personas se preparaban para un virus desconocido, otras se armaban de armas de fuego.

“Sabemos que cuando hay más armas hay más violencia y más mortalidad”, dijo Rodríguez. “Entonces si tienes la combinación de quedarte encerrado y ahora encerrado y expuesto con más armas…”.

Agregó que las investigaciones han demostrado este patrón y por eso intentan crear leyes para disminuir la cantidad de armas especialmente en personas que están en alto riesgo. Señaló que las personas que toman decisiones repentinas, como matar, robar o cometer crímenes de odio, se enfocan directamente en el individuo.

Pero que si ve a personas que tienen problemas de salud mental, deben abordarlos y apoyarlos cuanto antes para evitar situaciones trágicas.

“Hay tratamientos que pueden ayudar a los que queremos… Si no, vamos a tener problemas en nuestras familias, en nuestras vidas personales o en el trabajo y/o la escuela”, aseveró.

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