Cada vez surgen más alternativas de préstamos del día de pago


En el invierno de 2016, Missy Juliette, ahora de 36 años, de St. Paul, Minnesota, tuvo que elegir entre pagar el alquiler y liquidar las facturas de calefacción y electricidad vencidas. Sus tarjetas de crédito estaban al tope y le estaban embargando el salario por impuestos atrasados. Obtener un pequeño préstamo de un banco no era una opción, ni tampoco pedirle dinero prestado a la familia. “Les había pedido dinero antes y no podía enfrentar la humillación de volver a hacerlo”, decía.

Entonces, como lo hacen millones de estadounidenses cada año, salió del sistema bancario tradicional y recurrió a los prestamistas del día de pago para pedir prestados $730 en dos préstamos separados. Las tasas de interés eran altas —en el caso de uno de ellos, de 266%— y no pudo pagar los préstamos en su siguiente día de pago, dos semanas después, como se requería. En 4 meses, debía $960 por esos $730 iniciales.

Para personas como Juliette, que necesitan dinero al instante por una emergencia, los prestamistas del día de pago han estado durante mucho tiempo entre las pocas opciones disponibles. Son omnipresentes en los Estados Unidos, había alrededor de 13,700 locales en 2018, muchos en comunidades afroamericanas y de bajos ingresos. Aunque en 18 estados y Washington D.C. hay estrictos topes de tasas de interés en préstamos del día de pago, en otros, algunos prestamistas cobran tasas de interés anuales que superan el 600%.

Pero a raíz de la pandemia de COVID-19 y de las desigualdades que expuso y exacerbó, existe un enfoque renovado sobre la necesidad de contrarrestar a los prestamistas del día de pago brindando servicios bancarios mejores y más justos (préstamos personales, pero también hipotecas y préstamos para pequeñas empresas), principalmente para las personas de bajos ingresos, que durante mucho tiempo han tenido dificultades para acceder a ellos.

El gobierno federal, así como las corporaciones y al menos un filántropo de renombre están inyectando dinero en Instituciones Financieras de Desarrollo Comunitario (CDFI), proveedores de servicios financieros cuya misión es brindar servicios financieros a comunidades de bajos ingresos y miembros de comunidades rurales, urbanas y aborígenes —lugares que muchos bancos tradicionales han excluido en gran medida. La infusión innovadora de dinero equivale a una inversión de miles de millones de dólares.

Al mismo tiempo, algunos bancos minoristas y cooperativas de crédito están lanzando o ampliando programas que otorgan pequeños préstamos a bajo costo a sus clientes. Y algunas organizaciones independientes sin fines de lucro están aumentando sus esfuerzos para ayudar a las personas a escapar de la agobiante deuda de los préstamos del día de pago, y a evitar el impacto tóxico de los préstamos predatorios.

Eso es lo que finalmente hizo Missy Juliette; buscó los servicios de Exodus Lending, una organización sin fines de lucro de Minnesota dedicada a ayudar a las personas a salir de la deuda de los préstamos del día de pago. Pagaron los $960 que debía, y le ofrecieron en su lugar un programa de refinanciamiento sin cargo y con un interés del 0%.

Después de pagar su deuda, Juliette se mantuvo conectada con la organización; incluso compartió su historia en un evento de recaudación de fondos y, finalmente, fue invitada a unirse a la junta directiva. Exodus Lending está evaluando la posibilidad de solicitar la certificación como una CDFI; mientras tanto, la organización sin fines de lucro solicitó una subvención de asistencia técnica para CDFI a principios de este año. 

Aquí se detallan algunas de las formas en que la asistencia financiera federal y otros tipos de asistencia financiera cambiarán el panorama de opciones para las personas que necesitan pedir un préstamo, y se ofrecen consejos sobre cómo encontrar un recurso en la comunidad para obtener ayuda financiera asequible.  

Las CDFI reciben un gran impulso

En un cambio quizás sin precedentes, la Ley de Apropiaciones Consolidadas de 2021, diseñada para brindar alivio financiero durante la pandemia, otorgó $3 mil millones específicamente para el Fondo CDFI, que brinda asistencia financiera a las CDFI y las Entidades de depósito minoritarias (Minority Deposit Institutions, MDI). Esa cantidad casi iguala lo que el fondo ha recibido en total desde su creación, en 1994. “Hay mucha inversión pública en instituciones impulsadas por una misión”, dice Betty J. Rudolph, directora nacional de la banca de desarrollo comunitario y de minorías de la Federal Deposit Insurance Corporation.

Estimuladas por el cálculo nacional de composición racial de 2020, las CDFI y MDI (instituciones que a menudo también son CDFI, pero que prestan servicios predominantemente a comunidades minoritarias y que, además, están lideradas por minorías) también han atraído cientos de millones de dólares de algunas de las compañías financieras y de tecnología más grandes del país. Eso incluye a Google ($180 millones), al Bank of America ($150 millones), a PayPal ($135 millones) y a Twitter ($100 millones). A fines de 2020, la filántropa MacKenzie Scott hizo pública su donación de más de $4.1 mil millones a 384 organizaciones, particularmente a aquellas que operan en comunidades con “bajo acceso a capital filantrópico”, 32 de las cuales son CDFI.

La afluencia de fondos significa que las CDFI podrán llegar a más clientes y ofrecerles ayuda. “Estamos enfocados en posicionarlos para que aprovechen estos nuevos recursos para construir y crecer, para servir mejor a sus clientes y generar riqueza en sus comunidades”, afirma Rudolph.

A mediados de junio, el Departamento del Tesoro otorgó $1.25 mil millones en fondos a 863 CDFI; 463 organizaciones de fondos de préstamos recibieron asignaciones, junto con 244 cooperativas de crédito.

Desde Capital Good Fund, una CDFI de Rhode Island, afirman que esto tendrá un impacto transformador en su capacidad para proporcionar préstamos personales sin garantía y otro tipo de préstamos a sus clientes. A diferencia de los bancos, que, según el fundador y CEO de Capital Good Fund, Andy Posner, analizan los talones de pago, los informes de crédito y los formularios 1099 para determinar la elegibilidad de un solicitante del préstamo, Capital Good evalúa el historial bancario, considera cartas de familiares o amigos, y hace concesiones a los inmigrantes que pueden recibir dinero en efectivo. El proceso se puede realizar en su totalidad a través de un teléfono inteligente en aproximadamente 10 minutos, y las decisiones se toman en un plazo máximo de dos días. Los préstamos de pequeña cuantía de las CDFI tienen una APR del 5%, sin cargos por solicitud, originación, cierre ni pago atrasado.

En abril, el CDFI Fund abrió solicitudes para su nuevo programa Small Dollar Loan (SDL), diseñado para competir con los prestamistas del día de pago. Según el programa, se distribuirán hasta $13.5 millones a CDFI certificadas para crear préstamos por un máximo de $2,500, que se reembolsarán en cuotas, y los pagos se informarán al menos a una agencia de informes crediticios. El programa tiene como objetivo brindar oportunidades a quienes no utilizan servicios bancarios o casi no los utilizan y que tradicionalmente no tienen acceso al sistema financiero convencional.

Se amplían otras posibilidades

Las CDFI no son los únicos medios que ofrecen alternativas a los préstamos del día de pago. En octubre, el segundo de los bancos más grandes de Estados Unidos, el Bank of America, presentó un programa de préstamos en efectivo a corto plazo, llamado “Balance Assist”. Los clientes bancarios que han tenido cuentas corrientes durante al menos un año pueden pedir prestados hasta $500 (en incrementos de $100) por una tarifa fija de $5, y deben reembolsar el anticipo en 3 cuotas mensuales iguales, en un plazo de 90 días.

En un comunicado de prensa, el Bank of America calificó el programa como un “medio de bajo costo para que los clientes administren sus necesidades de liquidez a corto plazo” que está diseñado “para mejorar su vida financiera”.

Casi un tercio de las CDFI son cooperativas de crédito: cooperativas financieras sin fines de lucro, propiedad de sus miembros, que generalmente ofrecen los mismos servicios que los bancos minoristas. Las CDFI que son cooperativas de crédito también pueden ofrecer una alternativa a los préstamos del día de pago, denominada “Payday Alternative Loan” (PAL). Estos préstamos están abiertos a personas que han sido miembros de la cooperativa de crédito durante al menos un mes; los solicitantes pagan una tarifa de solicitud de hasta $20 para pedir prestados entre $200 y $1,000 por 1 a 6 meses a una tasa de interés que no excede el 28%. “Con más fondos, la agencia podría aumentar la cantidad de cooperativas de crédito que reciben subvenciones, y aumentar el importe de las subvenciones que otorga, lo que profundizaría el impacto del programa en las comunidades con poco acceso”, afirmó el presidente de la National Credit Union Administration, Todd M. Harper, en un comunicado de prensa de la NCUA de este junio.

Otra opción en aumento son las organizaciones sin fines de lucro, como aquella a la que recurrió Missy Juliette en Minnesota. 

“Consolidaron los pagos de mi préstamo en uno”, dice Juliette, “así que, en lugar de pagar $200 y tarifas cada mes, pagué $80 al mes durante un año”. En 2019, la organización sin fines de lucro comenzó a informar los pagos a término de sus clientes a las agencias de informes crediticios. En Exodus, Juliette mejoró su puntaje crediticio y se puso en contacto con consejería crediticia, y así aprendió cómo crear un presupuesto e identificar un plan de pago de préstamos estudiantiles que fuera mejor para ella.

En abril, cuando Juliette tuvo que reemplazar los frenos y una junta del Chrysler 300C del 2008 que acababa de comprar en febrero, la factura de reparación de $600 fue desalentadora, pero manejable, porque Exodus la había ayudado a crear un fondo de emergencia para tales propósitos.

Descubre las opciones a los préstamos del día de pago

Aunque las CDFI dan la bienvenida a clientes que tienen un historial crediticio deficiente o limitado, algunas pueden exigir que tengas una cuenta bancaria con ellas como requisito previo para un préstamo. Por lo tanto, es razonable establecer una relación con una CDFI —o, si no, con una cooperativa de crédito— antes de tener que pedir un préstamo. Unirse a una CDFI puede ser asequible. Muchas ofrecen servicios bancarios a bajo costo o gratis, con un depósito inicial de apenas $25.

A continuación, te indicamos cómo conocer tus opciones:

Identifica las CDFI que estén cerca de ti. El Community Development Financial Institutions Fund tiene una página de preguntas frecuentes con enlaces a CDFI certificadas, e incluye información sobre cómo obtener un préstamo.

Encuentra una cooperativa de crédito y únete a ella. Incluso si tienes una cuenta bancaria tradicional en otro lugar, ser miembro de una cooperativa de crédito tiene sus ventajas. Estas organizaciones sin fines de lucro pueden cobrar tarifas bancarias más bajas y ofrecer tasas de interés más altas sobre los ahorros. Algunas cooperativas de crédito están vinculadas a organizaciones laborales o profesionales; otras permiten unirse pagando una pequeña tarifa de iniciación. La Royal Credit Union recibió recientemente $1.8 millones del Programa de Respuesta Rápida para CDFI. Los residentes de Minnesota o Wisconsin pueden unirse a la cooperativa de crédito con una donación de $5 a la fundación RCU y un depósito de $5 para abrir una cuenta de ahorros. Utiliza el directorio de cooperativas de crédito de la National Credit Union Administration para encontrar una que cumpla las funciones que deseas y exija los requisitos de membresía que puedes cumplir.

Ya sea que recurras a una CDFI o a una cooperativa de crédito, busca una con un programa que aborde tu inquietud específica. El hecho de que de estas instituciones sean estrictamente locales significa que a menudo se enfocan en resolver las necesidades de su comunidad. En Carolina del Norte, por ejemplo, la Latino Community Credit Union ofrece préstamos de asistencia de inmigración de un máximo de $15,000 a un individuo para cualquier tipo de gasto relacionado con la inmigración. BlueHub Capital, una CDFI de Boston, tiene un programa de préstamos para propietarios que enfrentan una ejecución hipotecaria. Compra la casa y la revende a los propietarios con hipotecas que pueden pagar.

Encuentra organizaciones sin fines de lucro con programas de ayuda económica. Las organizaciones benéficas de todo el país ofrecen de todo, desde asistencia alimentaria hasta ayuda para pagar los servicios públicos. Modest Needs otorga “Self-Sufficiency Grants” (subvenciones de autosuficiencia) gratuitas compaginando los solicitantes con los donantes. Grupos como Catholic Charities y Lutheran Services in America proporcionan una amplia gama de programas de asistencia, independientemente de tu afiliación religiosa.

Conoce las leyes. La tasa de interés que los prestamistas del día de pago pueden cobrar varía de un estado a otro. Aunque todos los prestamistas están legalmente obligados a dar a conocer todas las comisiones y tasas de interés, pueden resultar confusas. USA.gov tiene un directorio de Oficinas Estatales de Protección al Consumidor donde se puede buscar por estado, en el que puedes obtener ayuda si tienes un problema con un prestamista. El Departamento de Instituciones Financieras del estado de Washington, por ejemplo, tiene un sitio web y un número de teléfono gratuito donde los consumidores pueden verificar a los prestamistas autorizados y conocer los derechos y responsabilidades de los prestatarios.

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