Si hay dos cosas que Sandra Ramírez ama, es el arte y comer. Así que no tuvo problema para crear accesorios tamaño miniatura con la figura de antojitos representativos de la gastronomía mexicana como tacos, nieves, raspados, aguas frescas o el tradicional pan mexicano.
La meta de sus originales piezas es despertar la nostalgia por la cultura mexicana.
“Todo comenzó cuando hice un pin de tacos y lo subí a las redes sociales. A la gente le gustó y me empezaron a decir que por qué no los vendía”.

Para ese momento, Sandra quien es graduada en fotografía por la Universidad de California en Santa Bárbara, trabajaba como terapeuta de conducta para jóvenes con discapacidad, pero como ganaba muy poco, decidió dejar ese empleo y enfocarse en el diseño y creación de sus accesorios miniatura.
“Empecé a venderlos en El Molcajete Dominguero – un mercado al aire libre de productos innovadores hechos por latinos – así como en eventos y a través de mi propio sitio web”.
Los padres de Sandra son inmigrantes de Pilcaya, un pueblito en Puebla, México, pero ella nació en Los Ángeles y creció en el barrio de Koreatown. Por eso es que entre sus planes figura la creación de accesorios con la figura de las comidas típicas coreanas como la barbacoa coreana que a ella tanto le gusta.
Sandra puso por nombre Ahliyah Crafts a su negocio de artesanías miniatura porque Ahliyah le llamaban sus amigas de la hermandad universitaria a la que perteneció en UC Santa Bárbara.



Y no solo hace llaveros sino también aretes, pulseras, marcos, esferas navideñas y ahora también suéteres y camisetas con bordados relacionados con la comida mexicana.
“Me encanta comer y crecí comiendo tacos en la esquina de mi casa. De nuestras comidas agarró inspiración para crear mis diseños”.
Todos sus trabajos son hechos a mano con arcilla polimérica; y algunos son bordados. “Yo hago todo y nadie me ayuda”.
Lo más barato que tiene a la venta cuesta $5 y lo más caro $70.
Sandra se siente feliz con su trabajo de creación de artesanías miniatura. “Sale para pagar la renta, y ya tengo mi propio apartamento”.



Sin embargo, confiesa que al principio no le dijo a su mamá que había abandonado su empleo para dedicarse de tiempo completo a su trabajo artesanal.
“No quería preocuparla”. Y es que cuando le mostró sus creaciones, su madre le dijo, pero quién va a comprar eso. “Cuando vio que me estaba yendo bien, se sorprendió y me dijo, está bien”.
En realidad, reconoce que “nunca sabes lo que va a pasar cuando pones tus ideas en el mundo. Luego me dicen que mi trabajo les recuerda algo con sus papás y sus abuelitos”.
Y generar nostalgia, es precisamente lo que quiere lograr con sus artesanías miniatura. “Quiero que les recuerde un momento en su vida o a una persona especial”.



También busca animar a la gente con su trabajo para que consuman en restaurantes locales, cuyos dueños sean gente de la comunidad.
“Mi papá tiene un restaurante en Texas”, dice.
Disfruta tanto lo que hace, que a veces, dice, se le olvida comer cuando se mete de lleno a su trabajo.
“En un inicio yo tuve la idea de hacer este tipo de piezas inspirada por una persona de Compton que tiene el negocio Once upon a Charm y hace llaveros y dijes en forma de pan y dulces típicos mexicanos”.
Ella quiso añadirle variedad y se enfocó en los platillos típicos mexicanos.



El sueño de Sandra, quien apenas anda en los 28 años, es tener un día su propia tienda donde exhiba y venda su trabajo al lado de otros artesanos.
“También me gustaría enseñar a los niños chiquitos a hacer arte”.
Puedes encontrar su trabajo en las redes sociales en:
Instagram: @Ahliyah_Crafts
Youtube: https://www.youtube.com/channel/UCiEcBr9t8HAmskAWiAV1H-Q
TikTok:@AhliyahCrafts



Este domingo de 12 p.m. a 5 p.m. tiene un evento en Main Street Market LA ubicado en el 1401 S Main Street. Los Angeles, CA 90018. Instagram: @Mainstreetmarketla
Sandra empezó vendiendo al público en el centro de Los Ángeles en 2016. Pero un año antes, ya vendía afuera de su departamento en la universidad. “Comencé con crochet, haciendo rebozos y playeras”.