Millennials modernizan taquería familiar
Hermanas usan redes sociales y un plan de marketing para hacer del negocio un 'boom' y ayudar a sus padres

Luz y Lorena Rodríguez Maya, dueñas de Zingo Tacos al Carbón. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: (Jacqueline García/La Opinión) | Impremedia
Rafaela Maya se siente orgullosa de sus dos hijas Luz y Lorena Rodríguez Maya, quienes son dueñas del negocio familiar Zingo Tacos al Carbón en El Sereno. Y no es para menos, pues la taquería, con más de 20 años de existencia, comenzó por necesidad sin imaginar que se convertiría en un legado.
Rafaela y su esposo Adán Rodríguez Orta emigraron a Estados Unidos a finales de los años 80’s y comenzaron a trabajar en la costura. Poco después ambos perdieron su empleo y se convirtieron en vendedores ambulantes de comida.
“Un amigo de mi esposo le dijo que vendiéramos tacos. No los sabíamos hacer, pero sí necesitábamos trabajar”, contó Rafaela, originaria de Toluca, México.
“A Luz me la llevaba chiquitita y la metía en una caja de leche abajo del carrito en lo que trabajábamos”.
Ahora Luz, de 33 años, junto a Lorena, de 27, compraron la propiedad donde hace poco se llevó a cabo la reapertura del restaurante Zingo sobre el bulevar Valley. Zingo es popular por sus tacos estilo Tijuana a la parrilla con madera de mezquite. También por su original guacamole, salsas, arroz y frijoles -todo hehco a mano.
Durante la crisis por el coronavirus, las hermanas hicieron renovaciones necesarias, se integraron a las ventas de comida en línea para llevar y aumentaron su visibilidad en las redes sociales, como Instagram y TikTok.
“Cuando empezó la pandemia vimos que mis papás necesitaban mucha ayuda porque no sabíamos cómo el covid-19 iba a afectar a los negocios chicos”, dijo Luz.
“Entonces Lorena y yo trabajamos muy duro para ver qué ayuda había para los pequeñs negocios, cerramos unas semanas y entonces empezamos a hacer renovaciones”.
Con la ayuda del Business Women Center del área, las hermanas lograron obtener subvenciones que ayudaron a que el negocio continuara en pie. Lorena se enfocó en hacerse cargo de las finanzas y Luz del marketing.

Taqueras orgullosas
Desde que tienen uso de razón, las hermanas han visto a sus padres en el negocio de los tacos. Por varios años, Rafaela y Adán tuvieron un pequeño local y eventualmente consiguieron dos loncheras para vender tacos. Después de unos ocho años una de las loncheras se descompuso y no la pudieron arreglar, la otra la chocaron y el local que rentaba ya no tenía tanta clientela debido al crimen y pandillas del área.
Así que decidieron cerrar y regresaron a la venta ambulante. Sin embargo, Rafaela dijo que no fue nada fácil ya que los vendedores de comida ambulantes enfrentan muchos retos.
“Una vez un cliente nos miró y nos dijo que éramos unos mediocres. Los negocios cercanos nos echaban a la policía y nos decían que nos iban a echar una bomba”, recordó la matriarca de la familia.
Para el 2014 una tía de Luz y Lorena les ofreció el local de tacos que ella rentaba ya ue se iba a retirar.
Luz acababa de graduarse de administración de empresas y marketing de UC Riverside y Lorena comenzaba su licenciatura en sociología, leyes y sociedad en Cal State LA, así que inicialmente no estaban muy involucradas en el negocio.

Cambiando la estructura
Luz, quien ya tenía experiencia en la rama, notó que el negocio tenía potencial, pero necesitaba ayuda. Originalmente se llamaba Tacos Café Tijuana.
“Pero yo pensaba que ese era un nombre muy grande y la gente no se lo iba a memorizar”, expresó.
Al buscar opciones decidieron utilizar el nombre Zingo en honor a Coatzingo, la ciudad natal de su padre, en el estado de Puebla, México. Luz creo el logo color verde con símbolos de una víbora, ya que Coatzingo en náhuatl significa “Culebrita de agua”.
Poco después comenzaron a utilizar las redes sociales para promover el negocio. Aunque sus padres estaban un poco indecisos en tomar pasos desconocidos también confiaban en sus hijas dándoles luz verde para que realizaran los cambios necesarios.
Su hermano Adán Gonzalo Rodríguez, de 31 años, era cocinero en el restaurante hasta hace unos meses cuando por razones familiares tuvo que mudarse a Las Vegas, Nevada.
“Mi papá ha aprendido que es necesario mantenerse al día con las tendencias”, dijo Luz.
“Él se pone sentimental cuando se ve en las redes sociales”, añadió Lorena. No obstante, hoy Zingo Tacos al Carbón se ha vuelto un ícono en la comunidad.
En 2019 participaron alimentando a maestros del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) que estuvieron en huelga y durante la pandemia participaron en el programa Project Homekey alimentando a desamparados de El Sereno.
Las jóvenes esperan que el negocio continúe creciendo tanto en clientela como en tamaño. Actualmente hay siete empleados, pero las jóvenes esperan abrir, en un futuro cercano, una cadena de tacos.
Luz recomienda a los jóvenes que no se desanimen si quieren abrir un negocio o continuar el legado de sus padres.
“Aunque es mucho trabajo es satisfactorio ver el fruto de los esfuerzos de la familia… Hay muchos recursos y es bueno conocer a gente que está ayudando”.
Lorena agregó que no deben tener miedo a soñar en grande porque solo se vive una vez y los jóvenes deben luchar por los sueños.
Pero la más feliz de todos es Rafaela quien reconoció que el esfuerzo que comenzó hace muchos años valió la pena, sus hijas son co-dueñas, su yerno ayuda con el diseño gráfico y ella con su esposo son los cocineros estrella.
“Trabajar en familia y en equipo es muy bonito”, dijo Rafaela. Puedes
Puedes encontrar Zingo Tacos al Carbón en Instagram AQUI