Qué preparar en lugar de los platos habituales este Día de Acción de Gracias

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Para muchas personas, el Día de Acción de Gracias este año será más grande que el pasado, compensando una temporada de festividades en aislamiento en  el 2020. Pero volver al número habitual de personas en la mesa no significa que tengas que volver a los mismos platillos de Acción de Gracias, ni al temor de que te quede más pavo y pastel de calabaza de lo que puedas comer.

Si estás buscando alternativas, no estás solo: 11 % de los adultos estadounidenses planean hacer algo nuevo para Acción de Gracias este año, según una nueva encuesta de la Asociación de la Industria Alimentaria.

Y entre los que se sienten preocupados por conseguir los alimentos que quieren debido a la posible escasez de suministro de alimentos, el 47 % dijo que intentarían preparar algo diferente de lo que han preparado en otros años.

Con eso en mente, me puse en contacto con algunos chefs para pedirles que me recomendaran alternativas de platillos de Acción de Gracias, incluyendo los que sirven en sus propios restaurantes. Con las recetas que aquí te compartimos, puedes reinventar lo que las cenas de Acción de Gracias significan para ti, o puedes intercambiar o agregar algunos platillos nuevos para poder dar un giro a tu cena con amigos y familiares.

Cerdo asado con piel crujiente
Ensalada de nopalitos (cactus)
Tamales de la abuela
Mostarda de moras con semillas de mostaza encurtidas
Kheer (pudín de arroz indio)
“Pop-Tarts” de camote

En lugar de pavo, considera cerdo asado con piel crujiente

El pavo puede ser el plato principal de Acción de Gracias, pero algunas familias hispanas lo complementan o lo reemplazan con pernil, una paleta de cerdo asada. Algunas familias chinas optan por el cerdo asado de piel crujiente como guarnición en Acción de Gracias. Así que el cerdo no es una opción tan diferente del pavo para un menú en esta festividad.

Diana Whitcroft, chef privada de Jersey City, NJ, que cocina en las casas de otras personas, ofrece a su familia un plato de cerdo que puede servir como plato principal de Acción de Gracias. Sale del horno con piel crujiente y un aroma profundo y sabroso.

Cerdo asado con piel crujiente

1 zanahoria grande, picada en trozos grandes
1 cebolla cortada en trozos grandes
1 tallo de puerro, picado
5-6 onzas de raíz de apio, picada en trozos grandes
4 libras de paleta de cerdo deshuesada (con piel)
Sal y pimienta
2 cucharaditas de pimentón dulce
1 cucharadita de clavo molido
1 cucharada de comino
4-5 botellas de cerveza oscura
2 cucharadas de agua fría
2 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de harina

Preparación

1. Precalienta el horno a 275 °F. Coloca todos los vegetales en una bandeja de horno.

2. Con un cuchillo afilado, haz unos cortes finos en la piel del cerdo para crear patrones de diamante. Cada diamante debe medir aproximadamente de 1½ pulgadas a 2 pulgadas. Condimenta la piel con sal. Voltea el cerdo y sazona con sal y pimienta. Frota todo con el resto de las especias y coloca el cerdo en la asadera encima de los vegetales con la piel hacia arriba.

3. Vierte la mitad de la cerveza oscura sobre la piel del cerdo. Pon a asar en el horno, en la rejilla central de 4 a 4 ½ horas, o hasta que alcance la temperatura interna segura de 145 °F. Para esto, usa un termómetro de carne.

4. Revisa el asado cada media hora para asegurarte de que la cerveza no se evapore por completo. Cuando el líquido esté demasiado bajo, agrega más cerveza. Si te quedas sin cerveza, humedece la piel con agua fría. Querrás tener suficiente líquido en el fondo de la bandeja para usarlo para preparar una salsa cuando hayas terminado de hornear.

5. Cuando tu asado esté listo, retíralo del horno y transfiérelo a una fuente para hornear. Asa por unos 5 a 7 minutos o más, o hasta que la piel de cerdo se vuelva crujiente, pero sin quemarse. No querrás dejarlo sin supervisión.

6. Cuela los jugos de la bandeja en un recipiente resistente al calor, y déjalo a un lado. Puedes descartar los vegetales o apartarlos como guarnición para tu asado.

7. En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio. Mezcla la harina hasta que esté completamente incorporada y esponjosa. Poco a poco, agrega los jugos que apartaste, batiendo continuamente para evitar que se formen grumos. Si la salsa se ve demasiado espesa, añade unas cucharadas de agua para diluirla. La consistencia debe parecerse a una salsa de carne con un espesor medio. Sazona según sea necesario con sal y pimienta.

Rinde de 5 a 6 porciones, pero puedes reducir la receta a la mitad para una reunión más pequeña.

En lugar de ejotes, prueba una ensalada de nopalitos (cactus)

La chef privado Anna María Hernández Cibulsky recibió lo que ella llama una “educación clásica francesa” en Le Cordon Bleu of Culinary Arts en Austin, Texas, pero su experiencia va más allá de esa formación. En su trabajo como chef ejecutiva en un restaurante italiano, asistente de cocina en un restaurante de fusión hawaiano, y ahora como chef privada con sede en Georgetown, Texas, a menudo prepara comidas mexicanas y asiáticas. La siguiente es una receta para un plato que sirve en sus propias comidas familiares: ensalada de nopalitos.

Nota: Los nopalitos son las hojas del cactus espinoso (prickly pear), llamados nopales, picados o cortados en trozos más pequeños. Puedes comprar nopales frescos en las tiendas mexicanas de comestibles, o puedes usar nopalitos preparados, que se venden en frascos, dice Hernández Cibulsky. Por ejemplo, Goya es una marca que los vende.

Ensalada de nopalitos (cactus)

1 cucharada de aceite de oliva
¼ de taza de cebolla picada
1 diente de ajo picado
2 chiles serranos o jalapeños, picados
1 taza de tomates picados
2-3 tazas de nopales picados (si usas nopalitos de frasco, enjuágalos para reducir el sodio)
3 a 4 ramitas de cilantro, picadas
1 cucharadita de comino
½ cucharadita de chile en polvo
Sal gruesa (como la sal rosa del Himalaya) y pimienta negra molida al gusto
Tortillas calientes de harina o maíz
Jugo de ½ limón
Queso cotija desmenuzado al gusto (opcional)

Preparación

1. Si usas nopales frescos, coloca los trozos picados en una olla de agua fría y llévalos a ebullición. Hierve durante unos 15 minutos o hasta que el color cambie de verde brillante a un verde más apagado. Deja escurrir y enjuaga con agua fría.

2. Calienta el aceite en una sartén a fuego medio-alto. Agrega la cebolla y cocina por unos 5 minutos o hasta que empiece a ablandarse y se vea transparente.

3. Agrega el ajo y los chiles picados, y cocina por un minuto para dejar salir el sabor.

4. Agrega el tomate picado y cocina por unos 5 minutos para dejar salir los jugos.

5. Agrega los nopalitos y el cilantro. Deja que se cocinen por otros 5 minutos. Para evitar una salsa demasiado seca, agrega más agua con una cuchara. Sazonar con pimienta, comino, chile en polvo, y un poco de limón, y mezcla.

6. Sírvelo caliente o frío con tortillas de harina o maíz calientes, y decora con cilantro picado fresco y queso cotija desmenuzado.

Rinde para 2 porciones. Dependiendo de tus invitados, puedes duplicar, triplicar o preparar la cantidad que desees, según sea necesario.

En lugar de relleno, prueba los tamales

Los tamales suelen ser una comida que no puede faltar en la mesa de los hogares mexicanos que celebran el Día de Acción de Gracias. Si quieres añadirlos a tu propia cena de Acción de Gracias, o ya son un alimento básico para ti y si te gustaría probar una nueva receta, Gabriela García, fundadora de Modern Brown Girl, ofrece la receta de su abuela, que adaptamos aquí. Es posible que quieras pedir ayuda para esta receta, ya que puede ser muy trabajosa.

Los tamales de la abuela

8 onzas de chiles anchos enteros
1 libra de hojas de mazorca
Paleta de cerdo de 5 libras
3-4 dientes de ajo
½ cucharadita de pimienta negra molida
2 cucharaditas de comino molido
5 tazas de caldo de cerdo
1 libra de manteca de cerdo, más un poco para la cacerola
5 libras de masa de maíz fresca
1½ cucharadita de sal
1½ cucharadita de levadura en polvo

Preparación

1. El día antes de Acción de Gracias, prepara los chiles anchos poniéndolos en un tazón, y luego cúbrelos con agua hirviendo. Déjalos reposar durante 30 minutos o hasta que estén suaves.

2. Retira los chiles del líquido y déjalos enfriar, luego retira las venas y las semillas, y córtalos en trozos gruesos. Llévalos a un procesador de alimentos y procésalos, agregando el líquido donde los dejaste en remojo según sea necesario hasta que quede suave.

3. Vierte la mezcla en un colador de malla fina en un recipiente que puedas después tapar; refrigera hasta que esté lista para su uso.

4. Para preparar las hojas, llena una cacerola con agua tibia y hojas de mazorca, y deja remojar toda la noche.

5. Para preparar el cerdo, córtalo en trozos de 1 a 2 pulgadas. Coloca los trozos de cerdo, el ajo y las especias en una olla grande. Cubre con agua y lleva a ebullición a fuego alto. Cuando llegue al punto de ebullición, baja el fuego y deja que hierva a fuego lento aproximadamente 3 horas o hasta que la carne esté tierna.

6. Retira la carne de cerdo y desmenuza. Reserva el caldo de cocción. Guarda la carne y el caldo por separado en el refrigerador durante la noche.

7. El día de Acción de Gracias, prepara la masa batiendo la manteca de cerdo con una batidora o a mano en un tazón grande hasta que esté ligera y esponjosa. Agrega la masa de maíz fresco, la sal y bate.

8. Agrega la mezcla de chile poco a poco hasta lograr un color rosado oscuro. Bate o amasa como si prepararas pan con un poco del caldo de cocción, hasta que la masa se sienta ligera. Sabrás que está lista cuando una pequeña cantidad flote al dejarla caer en un vaso de agua.

9. Prepara el relleno de carne de cerdo calentando un poco más de manteca en una cacerola grande y resistente. Agrega una taza (o más, a tu gusto) de la mezcla de chile ancho mezclado y cocina a fuego lento hasta que la salsa se espese ligeramente. Agrega un poco de sal al gusto.

10. Agrega la carne desmenuzada y suficiente caldo, y deja cocinar durante unos 20 minutos. Quizá quieras agregar más de la mezcla de chile dependiendo de tu gusto.

11. Justo antes de que estés lista para hacer tus tamales, enjuaga las hojas y sécalas bien.

10. Coloca unas cucharadas de masa en el centro de cada hoja de mazorca, y espárcela con la parte posterior de una cuchara. Debes esparcirla solo a lo largo de los dos tercios inferiores de la hoja.

11. Coloca una buena porción de carne de cerdo en el centro y dobla los lados de la hoja hacia el centro, superponiéndolas. Ahora dobla el extremo que no está cubierto con masa y déjalo a un lado en un recipiente hasta que esté listo para cocinar. Sigue con esta preparación hasta que te termines toda la masa y el relleno de carne. Guarda algunas hojas de mazorca. Las necesitarás cuando cocines al vapor.

12. Para cocinar los tamales al vapor, en una olla grande pon a hervir de 3 a 4 tazas del caldo de cerdo que reservaste. Coloca los tamales con el lado doblado hacia abajo en la vaporera en posición vertical. Cubre los tamales con las hojas de mazorca humedecidas y un paño de cocina limpio y húmedo. Coloca la tapa en la vaporera y cocina al vapor durante 1 ½ horas, o hasta que las hojas se puedan separar fácilmente de la masa. Agrega más caldo a la olla según sea necesario para seguir produciendo vapor. Ten cuidado de no verter el caldo sobre los tamales.

Rinde para 5 docenas; la receta se puede reducir a la mitad. Los tamales se pueden congelar antes de ponerlos en la vaporera.

En lugar de salsa de arándanos, prueba Mostarda de moras

La salsa regular de arándanos, ya sea enlatada o preparada con la receta en la parte posterior de una bolsa de arándanos, puede aburrir si utilizas la misma receta año tras año. Y piensa en los invitados que nunca les gustó la salsa de arándanos para comenzar. Esta alternativa de la chef Emily Peterson, chef en Parsippany, New Jersey, instructora de cocina y presentadora del podcast “Sharp & Hot”, es dulce y ácida con moras frescas y cocidas. Y queda bien con la riqueza de un menú de Acción de Gracias, dice Peterson.

Mostarda de moras con semillas de mostaza encurtidas

Para las semillas de mostaza en escabeche
½ taza de semillas de mostaza amarilla enteras
½ taza de vinagre de vino de arroz (sin condimentar)
½ taza de agua
½ taza de mirin (vino de cocina japonés endulzado a base de arroz)
1⁄4 taza de azúcar granulada
Sal kosher, al gusto

Para la mostarda
2 tazas de zarzamoras, divididas
1 taza de azúcar granulada
1 cucharadita de hojuelas de chile rojo
½ taza de vinagre de vino blanco
½ taza de vino tinto seco (como côtes du rhône o sangiovese)
1 ramita de tomillo fresco
Sal kosher, al gusto

Preparación

1. El día antes de Acción de Gracias, prepara las semillas de mostaza en escabeche: Combina todos los ingredientes en una cacerola pequeña y cocina a fuego lento, sin tapar, hasta que las semillas se vean abultadas y el líquido esté espeso, aproximadamente 1 hora. Deja enfriar, luego, guárdalas en el refrigerador en un frasco hermético.

2. Mientras las semillas de mostaza se cuecen, corta las moras (solo la mitad de las que vas a usar) por la mitad a lo largo, refrigera y reserva para servir.

3. Mezcla la otra mitad de las moras y el resto de los ingredientes para la mostarda en una cacerola pequeña. Deja hervir a fuego lento y cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que el azúcar se disuelva, la fruta se haya deshecho y el líquido se haya reducido a un almíbar, aproximadamente 45 minutos. Retira del fuego, retira la ramita de tomillo, enfría a temperatura ambiente y refrigera toda la noche.

4. Justo antes de la cena de Acción de Gracias, saca la mostarda, las semillas de mostaza y las moras en rodajas del refrigerador. En un tazón grande, agrega las moras frescas que cortaste en rodajas en la mezcla de mostarda, luego, añade semillas de mostaza en escabeche a tu gusto. Comienza con aproximadamente una cucharada, revuelve, luego prueba y agrega más si disfrutas del acento de caviar ácido entre tus dientes. Agrega un poco de sal Kosher aquí, también, si crees que es necesario.

En lugar de pastel de calabaza, prueba uno (o ambos) de estos postres

Una o tres décadas de pastel de calabaza en Acción de Gracias puede hacer que el postre sea el plato menos esperado en la mesa para algunas personas. Así que, las siguientes dos recetas podrían funcionar para ti si estás buscando un cambio en tu menú de postres, o simplemente quieres otra opción.

Kheer (Pudin de arroz indio)

Kheer (Indian Rice Pudding)

¼ taza de arroz
2 cucharaditas de ghee (mantequilla clarificada)
4 vainas de cardamomo verde, magulladas
1 rama de canela
½ cucharadita de sal kosher, al gusto
1 litro de leche entera
1 cucharadita de hebras de azafrán (opcional)
4 cucharadas de azúcar granulada
2 cucharadas de pasas doradas (opcional)
3 cucharadas de nueces, picadas (Rajkumar usa anacardos [nueces de la India], almendras y pistaches)
2 cucharaditas de agua de rosas

Preparación

1. Enjuaga bien el arroz con agua fría hasta que el agua quede transparente. Coloca el arroz en un tazón y agrega agua hasta que quede cubierto. Remoja durante 30 minutos, luego lo dejas escurrir.

2. Coloca una olla de fondo pesado en la estufa a fuego medio-bajo. Agrega el ghee, el arroz escurrido, las vainas de cardamomo y la rama de canela. Tuesta despacio durante 1 a 2 minutos, hasta que percibas la fragancia, y agrega una pizca de sal.

3. Agrega la leche a la sartén y revuelve bien. Aumenta el fuego a medio, y lleva la mezcla a ebullición suave. Asegúrate de no escaldar la leche. Agrega el azafrán a la mezcla.

4. Reduce el fuego a medio-bajo y deja que el arroz se cocine durante aproximadamente 25 a 30 minutos, revuelve regularmente para evitar que se queme o se pegue en el fondo.

5. Agrega el azúcar, las pasas y las nueces. Cocina a fuego lento durante 5 minutos más para que penetren los sabores.

6. Agrega el agua de rosas y retira del fuego.

7. Opcional: Deja enfriar el kheer en la nevera durante varias horas antes de servir y decora con más nueces picadas y unos hilos de azafrán.

“Pop-Tarts” de camote

El ingrediente principal de esta opción de postre son los camotes, mi alternativa personal a la calabaza. Esta receta es de Autumn Moultrie, chef de pastelería de Back Alley Bread en Brooklyn, New York: Puede ser muy laboriosa cuando se prepara completamente desde cero, por lo que Moultrie ofrece atajos utilizando masa de pastel refrigerada y crema de malvavisco para la cobertura.

Para el relleno
3 camotes medianos
1⁄2 cucharadita de sal kosher
1⁄2 cucharadita de nuez moscada
1⁄2 cucharadita de jengibre fresco o ¼ de cucharadita de jengibre seco
1¼ cucharaditas de canela
1⁄2 cucharadita de pimienta de Jamaica (allspice)
1⁄2 cucharadita de clavo
1⁄4 de cucharadita de ralladura de naranja fresca
1 cucharadita de pasta de vainilla o extracto de vainilla
1⁄2 taza de leche condensada
3⁄4 taza de azúcar morena

2 huevos grandes batidos
2 cucharadas de harina
4 cucharadas de mantequilla derretida

Para la costra (puedes usar la costra de pay que compraste en la tienda en su lugar y pasar a la siguiente preparación)
3 tazas de harina para todo uso fría
1¼ cucharaditas de sal kosher
1⁄2 taza de manteca fría
1 barra de mantequilla muy fría, cortada en cubos de 1⁄4 de pulgada
1⁄2 taza de agua helada
Para barnizar hecho con 1 huevo batido mezclado con 1 cucharadita de leche y una pizca de sal

Para la cobertura de malvavisco (También puedes utilizar la crema de malvavisco preparado en su lugar y pasar a la siguiente preparación)
3 cucharadas de gelatina en polvo
1⁄2 taza de agua fría
1½ cucharaditas de extracto de vainilla
1⁄2 cucharadita de ralladura de naranja
1⁄2 taza de agua
⅓ taza de miel de flores silvestres
1¾ tazas de azúcar
3⁄4 de cucharadita de sal marina

Preparación

Para el camote

1. Asa y pela los camotes, luego haz un puré y deja enfriar a temperatura ambiente.

2. Mezcla la canela, la nuez moscada, la pimienta de Jamaica, el clavo, el jengibre, la ralladura de naranja, la sal, el azúcar moreno y la harina, además de 2 huevos, mantequilla derretida y leche condensada, hasta que obtengas una textura suave.

3. Agrega la mezcla al puré de camote hasta que se combinen y refrigera.

Para la corteza (si vas a usar la masa comprada en la tienda, ve al paso 6), cierne la sal y la harina.

1. Transfiere a un procesador de alimentos y añade la manteca y la mantequilla, y pulsa hasta que la mezcla esté en trozos del tamaño de guisantes (chícharos).

2. Vierte la mezcla en un tazón grande, y mezcla con agua helada poco a poco manualmente hasta que tengas una bola de masa bien mezclada sin partes con harina seca.

3. Presiona la masa formando un rectángulo y envuélvela bien en plástico. Refrigera durante al menos 2 horas, o toda la noche.

4. Saca la masa del refrigerador y extiéndela hasta que tenga un poco menos de 1⁄4 de pulgada de grosor.

5. Corta la masa en cuadrados de 4×4 pulgadas.

6. Coloca los cuadrados en el congelador de 10 a 15 minutos para que se mantengan fríos cuando los rellenes.

7. Retira los cuadrados del congelador y utiliza tu dedo para presionar y formar un pequeño hueco en el centro de cada uno.

8. Coloca de 3 a 3½ cucharadas del relleno en el hueco. Para la parte superior de tu “Pop-Tart”, haz el hueco del mismo tamaño en otro cuadrado.

9. Barniza el borde del cuadrado inferior con una cantidad muy pequeña de mezcla de huevo, y pon un cuadrado encima del que tienes lleno. Presiona la costra superior para que queden bien unidos. Repite hasta haber llenado todas las “Pop-Tarts”. Ponlas en el congelador hasta que las vayas a hornear.

10. Precalienta el horno a 450 °F. Cubre una bandeja de hornear con papel pergamino. Barniza las “Pop-Tarts” con mezcla de huevo, haz un pequeño agujero en el centro, y hornea en un horno precalentado en la rejilla central durante 18 a 24 minutos o hasta que estén doradas. Enfríalas en una rejilla.

Para la cobertura de malvavisco (ve al paso 7 si vas a usar crema de malvavisco preparada).

1. Mezcla la gelatina con 1/2 taza de agua fría. Agrega el extracto de vainilla y la ralladura de naranja. Revuelve para combinar.

2. En una cacerola de fondo pesado, mezcla la otra 1/2 taza de agua, la miel, el azúcar y la sal marina.

3. Cocina a fuego medio-bajo hasta que el jarabe alcance 245 °F. Usa un termómetro para dulces.

4. Vierte el almíbar en el tazón de una batidora de pie, (con una espátula resistente al calor lleva todo el almíbar al fondo del tazón). Deja enfriar de 6 a 8 minutos, hasta aproximadamente 212 °F.

5. Agrega la mezcla de gelatina en el tazón para mezclar con el almíbar. Bate a velocidad media-baja durante 30 segundos, luego a velocidad media-alta hasta que la mezcla se triplique en volumen, aproximadamente de 8 a 10 minutos.

6. Cubre las “Pop-Tarts” con la mezcla de malvavisco y déjalas reposar sin tapar durante 10 a 12 minutos. Puedes usar un soplete culinario para tostarla hasta que quede dorada. Si estás usando crema de malvavisco preparada, simplemente úntala sobre la parte superior y no uses el soplete culinario, no la calientes o la crema se derretirá.

Rinde de 8 a 10 “Pop-Tarts”. Si no tienes muchos invitados, la receta se puede reducir a la mitad. También puedes congelarlas antes de cocinarlas.

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