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Mariachis comienzan a asomar la cabeza tras la embestida de COVID-19

Lloran la pérdida de muchos músicos, pero empiezan a recuperarse de la ruina económica que les deja la pandemia

El mariachi Ambiente fue unos de los mariachis que participaron en los festejos por el Día de Santa Cecilia en Boyle Heights. (Araceli Martínez/La Opinión)

El mariachi Ambiente fue unos de los mariachis que participaron en los festejos por el Día de Santa Cecilia en Boyle Heights. (Araceli Martínez/La Opinión) Crédito: Araceli Martínez | Impremedia

La pandemia de covid-19 le pegó una dura embestida a los mariachis de Los Ángeles, infectando a la mayoría de ellos y quitándole la vida a la cuarta parte de sus integrantes.

Eso sin contar el impacto económico que sufrieron al suspenderse durante meses las fiestas y eventos sociales.

El 80% de los mariachis nos contagiemos de covid, mientras que tuvimos un 20% de mortandad”, dice Israel Moreno, presidente de la Organización de Mariachis Independientes de California (OMICAL), durante la celebración de Santa Cecilia, la patrona de los músicos, en la Plaza del Mariachi del barrio de Boyle Heights en Los Ángeles.

Jóvenes integrantes del Mariachi Ambiente durante el Día de Santa Cecilia, patrona de los músicos.(Araceli Martínez/La Opinión)

La declaración de emergencia por covid-19 se dio el 15 de marzo de 2020 y con esto vinieron las órdenes de quedarse en casa y suspensión de toda clase de reuniones, fiestas y eventos sociales.

En cuestión de días, se les acabó el trabajo a los músicos al cancelarse los contratos.

“Fue muy duro. Tenemos unos meses que empezamos a trabajar ya bien, después de muchos meses de estiras y aflojas”, explica Moreno.

Y estima que el 90% de los mariachis ya están vacunados contra covid-19. “Les hemos dicho a los compañeros que tenemos que seguir cuidándonos porque la pandemia no se ha ido”.

Afirma que la crisis de salud provocada por el coronavirus, los dejó casi en la ruina. “Estamos empezando a revivir y poco a poco vamos resurgiendo”.

El mariachi Alejandro Cisneros con su hijo también Mariachi, Alex Cisneros Jr. (Araceli Martínez/La Opinión)

En medio de la desesperación por la falta de ingresos, dice que se organizaron y crearon la OMICAL. 

“Así fue como unidos, empezamos a pedir apoyos, conseguimos becas, comida y hasta una funeraria a bajo costo para sepultar a los mariachis y sus familiares, víctimas de covid-19”.

Moreno estima que han repartido entre 5,000 a 10,000 despensas a los mariachis; y aún siguen distribuyendo cada semana. 

Debido a que el año pasado, no pudieron festejar a Santa Cecilia, la santa patrona bajo la que se amparan, este año se reunieron en la Plaza del Mariachi para celebrar todo el día con la participación de diferentes grupos de mariachis.

También montaron un altar para honrar a Santa Cecilia, cuya muerte es conmemorada el 22 de noviembre por la Iglesia Católica.

“En esta Navidad, queremos estar abrazados, esperando que Dios nos ayude y proteja”. 

En los momentos más aciagos de la pandemia, dice que irónicamente lo que les ayudó un poco en lo económico, fueron las contrataciones para tocar en funerales.

El panteón se convirtió en la Plaza de los Mariachis porque había tanto muerto y allá íbamos a tocar. Fue una cosa fea”.

Israel Moreno pide protección a Santa Cecilia, patrona de los músicos para que no les falte trabajo.(Araceli Martínez/La Opinión)

Moreno dice que él ni su familia se le escaparon al covid. “Me enfermé a finales de diciembre. Nos quedamos encerrados hasta finales de enero. Mi esposa y mis 4 hijos también cayeron”.

Y cuenta que pensó que no la iba a hacer.  “No podía respirar. Pasé 3 días creyendo que no iba a sobrevivir.  Gracias a Dios que me dio la fuerza y aquí estamos con los músicos, ya la mayoría vacunados, tratando de reorganizarnos para llevar la música a dónde nos pidan”.

Por fortuna, una vez que se ha reabierto la economía y los casos de covid han bajado, la gente trae muchas ganas de divertirse, dice.

“Sin fiesta, los mexicanos no podemos vivir. El mariachi es la música esencial de México”, dice Moreno, cuyo mariachi se llama Alegría Michoacana.

El mariachi Fermín Serrano pierde a su esposa a causa de covid-19. (Araceli Martínez/La Opinión)

Muchas pérdidas

Durante la pandemia, no solo murieron muchos músicos de mariachi sino también sus familiares cercanos.

Fermín Serrano, quien toca el guitarrón en el mariachi, estuvo un mes y 20 días con oxígeno, como consecuencia del virus.

Pero lo peor fue que su esposa también enfermó de covid. “El 4 de enero, mi esposa entró al hospital a las 11 de la mañana. A mí me llevaron ese mismo día a las 2 de la tarde. El 7 de enero, cuando yo estaba tirado sin poder moverme en el hospital, me dieron la noticia de que mi señora había muerto de covid. No resistió. Ella padecía de alta presión”.

Dice que fueron días muy aciagos porque además la pandemia también se llevó a uno de sus hermanos en México.

“Mi esposa tenía 64 años. Yo tengo 78 años. Sobreviví, pero todavía no estoy del todo bien. Sufro de cansancio, fatiga. Estoy medio tembeleque”, dice Fermín, quien toda su vida ha sido mariachi.

El mariachi Sergio Olvera con su hija Mitza Olvera, cantante de mariachi. (Araceli Martínez/La Opinión)

Las despensas, una gran ayuda

Sergio Olvera acudió con su hija Mitza Olvera de 12 años a celebrar a Santa Cecilia. La pequeña Mitza sorprendió al público que se reunió para disfrutar la música de mariachi, con su potente y bella voz. 

“A mí se me enfermó mi niña más chica de covid. La libró y se recuperó”, dice Sergio quien toca el guitarrón y la vihuela.

Pero platica que se le murió una tía y un cuñado contagiados por el virus.

Y recuerda que vivieron una época de mucha angustia económica durante la pandemia. “Al principio, la gente se espantó y cancelaron todos los trabajos”.

Lo bueno – dice – es que han tenido el apoyo de despensas por parte de su agrupación OMICAL.

“Hasta la fecha, cada viernes nos reparten comida”.

Sergio y Mitza trabajan juntos. “No tenemos un mariachi fijo. Trabajamos con todos los compañeros que nos dan oportunidad”.

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