De las calles y las adicciones a correr una maratón en Egipto

Tras darle un giro a su vida, hoy miembros del programa Skid Row Runners van rumbo a cumplir su sueño

Jessica Soto junto al juez Craig Mitchell. (Jacqueline García/La Opinión)

Jessica Soto junto al juez Craig Mitchell. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: (Jacqueline García/La Opinión) | Cortesía

Mientras muchas personas se resguardaban en sus hogares para prevenir contagios por la pandemia del covid-19 que comenzaba en 2020, Jessica Solano Soto intentaba huir de su casa para alejarse de la violencia doméstica.

En medio de la crisis, se armó de valor y salió con sus tres niños, de 5 y 4 años, y una bebé de seis meses. Y aunque no tenía a dónde ir, no volvió la mirar atrás. Ahora, a sus 29 años de edad, asegura que fue una de las mejores decisiones que pudo haber tomado.

“Estuve sin hogar por cuatro meses y después, el Centro de Mujeres del este de Los Ángeles me ofreció un refugio”, contó Soto. “Luego conseguí un trabajo y un apartamento”.

Indica que se ha mantenido libre de sus adicciones del alcohol y drogas —los cuales también eran parte del problema en el hogar— y tiene el apoyo de las abuelas de sus hijos y el padre de su hija menor.

Soto indica que estos días, vive algo muy especial ya que este martes, ella junto a un grupo de 50 personas —varios de ellos quienes también enfrentaron problemas de vivienda estable o adicciones— viajaron a Egipto para participar en un maratón.

Todos son parte del grupo Skid Row Runners (Corredores de Skid Row), que comenzó en 2012 de la mano del juez del Tribunal Superior Craig Mitchell. En 2014, comenzaron la tradición de hacer un viaje anual que les permite a los participantes correr maratones y conocer otras partes del mundo.

En esta ocasión, los asistentes asistirán al Maratón Egipcio de 2022 en Luxor, Egipto, que se llevará a cabo el próximo viernes 14 de enero.

La chicana dijo sentirse muy emocionada de viajar con el grupo al que se unió hace más de un año, sobre todo porque nunca había viajado a tanta distancia.

“Le tuve que sacar el mapa a mis hijos y enseñarle hasta dónde iba a ir”, contó Soto. “Uno de ellos me dijo: ‘¿Se va a caer el avión?’ Le dije que no y que le iba a mandar fotos. Pero con esto, ellos también podrán ver que yo me puedo cuidar sola [sin recaer]”.

Mario Ocampo poco antes de partir a Egipto. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: (Jacqueline García/La Opinión) | Impremedia

De novatos a profesionales

Soto dijo que una vez que comenzó a estabilizarse, en sus tiempos libres le gustaba hacer senderismo para despejar su mente. Ahí conoció a Mario Ocampo, uno de los miembros de Skid Row Runners.

Ambos formaron una amistad y Ocampo la invitó a participar en el grupo para correr; no obstante, ella no podía debido a su trabajo.

“Él me dijo que podíamos correr a las 5:20 de la mañana y desde entonces no he parado”, recordó.

Tanta ha sido su pasión que en noviembre de 2021 corrió por primera vez en el Maratón de Los Ángeles.

“Creo que más que correr, es la responsabilidad que sientes y que debes hacerl… Aparte ver que hay gente que se preocupa por ti. Yo nunca había tenido ese tipo de apoyo”, confesó.

Ese mismo soporte, es el que sintió Ocampo hace varios años cuando en la corte le ofrecieron la opción de ir a la cárcel por tres años o ingresar a The Midnight Mission, un refugio para personas sin hogar en el área de Skid Row, donde tenía que vivir, participar en un programa de sobriedad y trabajar.

“Ahí conocí al juez y eso cambió mi vida por completo”, dijo Ocampo, de 53 años, quien ya ha corrido cuatro maratones, incluyendo uno en Ecuador en 2019 y ha participado en varios triatlones.

Con el apoyo del grupo, dijo que comenzó a ver la vida desde otra perspectiva ya que tuvo la oportunidad de estudiar y conseguir un empleo en la industria de las películas.

“Siento que soy un ejemplo perfecto de lo que puede pasar si le das una oportunidad a una persona y la diferencia que puede crear”, dijo Ocampo.

Al igual que Soto, Ocampo dijo que nunca había corrido y un día mientras se encontraba en el refugio, un amigo le dijo que lo intentara.

“Correr nunca ha sido algo que me apasionaba, pero sí me gusta mucho estar con la gente [que recién conoces], ya sea los que no tienen hogar o los que tienen adicciones, y al mismo tiempo conoces a personas que son muy sobresalientes, como el juez”, dijo Ocampo.

Miembros de Skid Row Running Club. (Suministrada) Crédito: Skid Row Running Club | Cortesía

Motivados a salir de las adicciones e indigencia

El equipo de corredores es parte del Programa Vida Saludable en The Midnight Mission, que se da en colaboración con el juez Mitchell.

Las carreras y entrenamientos no solo incluyen a los desamparados sino que también tiene como miembros a policías, defensores públicos y doctores. Todos con la misión no solo de ejercitar el cuerpo sino también la mente y el corazón.

El juez Mitchell dijo que desde que comenzaron en 2012, han motivado a más de 500 corredores los cuales no solo reciben el apoyo adecuado para correr pero también dejan las calles, consiguen vivienda, trabajo y algunos inclusive regresan a la escuela.

En el pasado el grupo ha corrido en los maratones de Ghana en África; Roma, Italia, DaNang en Vietnam, Jerusalem, Israel y Ecuador.

“Si tú conocieras a los participantes de nuestro programa son los más amables y yo respeto mucho los cambios increíbles que han hecho en sus vidas”, dijo Mitchell. “Ver a un individuo avanzar de un futuro incierto a uno donde pueden cumplir sus metas y pueden reconectarse con sus familiares y mantener la sobriedad no tiene precio”.

El juez recordó que cuando comenzó el programa que solo unas dos o tres personas lo acompañaron. Actualmente el grupo que corre los miércoles, jueves y sábados varía de entre 20 a 40 corredores.

Puede seguir la trayectoria de los corredores en: https://www.facebook.com/skidrowrunningclub

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