Movimiento de destitución contra Gascón es más político que de seguridad

Apenas llevaba unos meses en el poder y ya habían iniciado los esfuerzos para reemplazar al fiscal de Los Ángeles

George Gascón, fiscal del distrito de LA.

George Gascón, fiscal del distrito de LA.  Crédito: Fiscalía de LA. | Cortesía

Regresan los esfuerzos para destituir a George Gascón, fiscal del distrito de Los Ángeles, pero esta vez con más dinero y con la confianza de poder recolectar las firmas necesarias que lleve la opción de destitución a las urnas.

No obstante, primero las personas que respaldan estos esfuerzos deberán de recaudar 560,000 firmas para el 6 de julio.

Sus principales argumentos son, el aumento en el crimen. Ellos subrayan que con las reformas de Gascón, es como darles luz verde a los criminales para que puedan robar y asesinar sin temor de ser llevados a la justicia.

Por su parte, Gascón ha dicho desde que inició el primer esfuerzo para sacarlo, que lejos de traer más justicia al condado, las intenciones de la destitución son meramente políticas y económicas. Enfatiza que la industria de las fianzas y los sindicatos de policías están detrás de todo esto.

En una reunión con la Junta Editorial de La Opinión, Gascón expresó:

“Esto es una campaña de mentiras y mala información orquestada por gente que tienen intereses económicos y políticos en mantener un sistema de encarcelamiento que impacta a la comunidad latina y afroamericana”.

Ahora contextualicemos y usted saque sus propias conclusiones.  Estados Unidos es el país que más encarcela a su gente y California es el segundo estado con más prisioneros, ‘casualmente’ y en forma desproporcionada, los latinos y los afroamericanos son mayoría.

Segundo, el primer esfuerzo para sacar del puesto a Gascón se da a unos meses de que él tomara posesión, así que culpar de los aumentos en los índices del crimen ahora pudiera no tener sentido.

Qué propone Gascón: no juzgar a los menores de edad como adultos, no utilizar sentencias excesivas que lo único que lleva es a una encarcelación masiva, se ha eliminado la fianza para personas acusadas de delitos no violentos, y los delitos menores asociados con enfermedades mentales y abuso de sustancias también se han sacado del sistema de justicia criminal para ser tratados más como cuestiones de salud.

Además, la pena de muerte se ha eliminado y las sentencias van de 25 años a vida en la cárcel.  

Si consideramos que los índices de violencia en general, y según un artículo de Los Ángeles Times, no han subido en todos los ámbitos. Los robos, los delitos a la propiedad y los allanamientos, o robo a domicilio, se redujeron en la ciudad en comparación al 2019, mientras los homicidios han aumentado tanto en el condado como en la ciudad, entonces de qué estamos hablando.

¿Podemos en realidad decir que por culpa de las reformas del fiscal hay más violencia?

Dónde queda la pandemia, el hecho de que millones de personas perdieron su empleo y muchos otros aunque están trabajando, perdieron poder económico mientras muy pocos se hicieron archimillonarios. Dónde están las quejas contra el control a las armas. En estos momentos en el país hay más armas que ciudadanos, al igual que hay más balaceras en la nación que días en el calendario y eso no se critica en la petición de destitución.

Hoy tienes a un fiscal que simplemente está cumpliendo con sus promesas de campaña que hizo a la mayoría de los angelinos que lo eligieron, pero a 13 meses de estar en funciones hay un grupo que ha iniciado el segundo intento de destitución.

Cómo se puede pensar que este esfuerzo no es meramente político, si Gascón apenas empezaba su mandato y ya lo querían destituir. Además, no hemos mencionado que el vocero de la campaña contra Gascón no vive en Los Ángeles, vive en el condado de Orange y trabajó en la campaña del expresidente Trump en el 2016.

Esto ya suena medio raro, son republicanos y del ala extrema. Entonces, me queda claro que no es un esfuerzo de la comunidad, sino más bien político.

Debemos de entender que todo cambio lleva un período de transición y los resultados no se verán tan rápido, pero lo que no se puede dejar a un lado, es que no podemos seguir encarcelando a los californianos en forma masiva. Situación que no realiza Rusia ni China con su propia gente.

¿Acaso ser un país más demócrata incluye extender sentencias más largas, hacer más leyes para encarcelar a su gente sin la más mínima rehabilitación de sus residentes?

Al ver todo este contexto, es difícil no pensar que en realidad, este  esfuerzo de destitución es meramente político y económico, como lo plantea el fiscal al inicio del artículo. Más bien es solo para beneficio de intereses creados de algunos grupos, pero no para el beneficio de la mayoría de la gente. Casualmente y como ya lo enfatizamos, la mayoría de las personas que terminan encarceladas son latinos, afroamericanos y pobres.

Claro que todos los angelinos estamos en contra del crimen y no queremos ver más víctimas de la violencia, además, mandamos un abrazo de solidaridad a los familiares de personas que han perecido por un crimen insensible y sin sentido, pero se ha comprobado una y otra vez que con sentencias más largas y endureciendo las leyes, no se logra una sociedad más segura y justa.

Es tiempo de permitir que Gascón termine su mandato y ver qué resultados da; no dejemos que los intereses de un pequeño grupo descarrilen un cambio del que, en las urnas del 2020, la gran mayoría de los votantes decidimos que es necesario para el beneficio de todos los angelinos, y no solo de algunos.

Agustín Durán es editor de Metro del periódico La Opinión en Los Ángeles.

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