Pareja de inmigrantes de El Salvador muere en choque causado por conductora ebria

Su familia te pide ayuda para sepultarlos y mandar sus restos a su país

Su familia necesita de tus donativos para pagar sus gastos funerales. (Cortesía)

Su familia necesita de tus donativos para pagar sus gastos funerales. (Cortesía) Crédito: Cortesía

El 5 de febrero es un día que Ronis Carranza nunca olvidará: su hermano mayor José Jaime Carranza y su esposa Milagro Nieto-Campos perdieron la vida en segundos al ser embestidos por un auto cuya conductora manejaba a alta velocidad bajo los efectos del alcohol y presuntamente otras drogas.

El propio Ronis está vivo de milagro, por designios inexplicables, no murió en el fatídico choque.

La familia Carranza- Nieto suplican a la comunidad por sus donativos para los funerales de sus padres. Si puedes ayudar, visita el sitio de GoFundMe: https://gf.me/v/c/v89r/support-funeral-funds-for-carranza-family

Jaime tenía 54 años, y su esposa Milagro, 49 años. Eran padres de tres hijos Steve, Jaime y Alexis, ya mayores de edad. José y Milagro eran inmigrantes de El Salvador. Llevaban 18 años viviendo en el barrio de Pacoima del Valle de San Fernando en Los Ángeles. Solo su segundo hijo es nacido en Estados Unidos.

José Jaime Carranza y Milagro Nieto fallecieron el sábado 5 de febrero. (Cortesía) Crédito: Cortesía

La pareja trabajaba en compañías dedicadas a la instalación de carpas para eventos especiales. 

Su sueño era regresar a El Salvador a vivir, donde tenía una parcelita, dice Ronis.

Pero ese deseo de regresar a la patria que los vio nacer, se vino abajo de manera violenta el sábado 5 de febrero, cuando en la autopista 10 a la altura de la ciudad de Colton en el condado de San Bernardino, fueron alcanzados por un auto conducido a exceso de velocidad.

“Eran como las 2 de la mañana. Veníamos del Casino de la ciudad de Cabazón. A Jaime no le gustaba ir, pero lo convencieron de que fuera. Cuando veníamos de regreso, el carro comenzó a calentarse. Mi hermano tuvo miedo de no alcanzar a llegar a la gasolinera que ya estaba muy cerca. Así que nos paramos a un lado de la carretera. El espacio era suficientemente amplio. De manera que era casi imposible que nos pegaran. Eso creía”.

Ronis venía en el asiento de atrás, y él fue quien se bajó del vehículo para abrir el cofre y revisar el motor. “¡Apúrate! ¡Quiero llegar temprano!”, me dijo mi hermano.

“Nos faltaban como 55 minutos para llegar a la casa. Él había calculado que para las 3:01 de la mañana llegábamos. En eso estaba al lado de la ventanilla de Milagro, cuando sentí una explosión que me lanzó como a 10 pies del carro. Fue como un viento caliente que venía de la parte de atrás. No sé cuanto tiempo me tomó reaccionar y empecé a llorar cuando vi el carro de mi hermano totalmente destruido”.

Su hermano tripulaba un Nissan Versa y la persona que los chocó, un Toyota Cambridge.

Relata que la conductora del carro que los embistió por detrás, es una mujer de 27 años. 

“Su carro quedó envuelto en llamas. Otros conductores que se pararon a ayudar y yo comenzamos a echarle tierra al carro para controlar el fuego, y la sacamos. Ella no sabía ni dónde estaba, venía perdida de la mente, pero no le pasó nada”.

José Jaime Carranza siempre será recordado. (Cortesía) Crédito: Cortesía

Después del impacto, Ronis empezó a llamar a su hermano. ¿Dónde estás? le gritaba.

Cuando los paramédicos lo sacaron del auto que quedó partido en dos, trató de reanimarlo, porque aún tenía vida. 

¡Le pedía que regresara y lo abrazaba! A los pocos minutos murió. Su esposa perdió la vida al instante.

Ronis recuerda a su hermano, como un hombre bien precavido, sin vicios, no fumaba.

“Era de un carácter fuerte, muy inteligente, muy activo, me decía ‘lazy’, ¡ponte a rebajar! porque yo estoy un poco pasado de peso”.

Ronis, su esposa y sus dos hijos de 11 y 4 años vivían con su hermano, quien les rentaba un cuarto. “Mis hijos le decían abuelo. José quería a mis hijos como si fueran de él”.

Y describe a su cuñada como un ángel y una persona de paz.

“A veces cuando mi hermano se enojaba, me decía no le hagas caso, es que trae mucho trabajo”.

Además de sus hijos, hermanos y sobrinos, a José le sobrevive su madre de 90 años. “Él era su soporte. La consentía tanto. Ha quedado destrozada. Me dice que no hubiera soportado que los dos hubiéramos muerto”.

Ronis aún no sabe cómo sobrevivió al trágico choque.

“Creo que mi cuñada me salvó la vida cuando me pidió que le diera mi café. Si hubiera abierto la puerta o metido la cabeza, no estaría hoy aquí contando lo que pasó. Todo fue una cosa de segundos”, dice con tristeza.

Pero si bien ha sobrevivido, Ronis no puede apartar de su mente a su hermano mayor y a su cuñada. “Estos días he pasado hablando, yo solo, con mi hermano”, relata.

Dice que la información proporcionada por la policía, les reveló que la conductora causante de la tragedia, es latina, manejaba a 120 millas por hora, traía las luces apagadas, y venía bajo el influjo del alcohol.  “La policía piensa que también había consumido otras drogas. Andaba muy mal”.

Tienen además un testigo que venía detrás de ella, que filmó su manera errática de conducir.

“Voy a ir a juicio, y le voy a decir que la perdono”.

José Jaime Carranza pierde la vida en un accidente que pudo evitarse. (Cortesía)

Pero Ronis hizo un llamado a la comunidad a no manejar ebrios.

“Si toman, llamen a alguien para que vaya por ustedes. Por si manejan así, pueden matar a alguien y dejar a una familia sufriendo”.

Dice que lo sucedido es una ironía, porque su hermano no tomaba ni una cerveza.

La comunidad ha demostrado una gran generosidad, recaudando más de $14,800 en solo 3 días para ayudar a la familia Carranza, dicen los organizadores de la campaña de recaudación de fondos. 

La organizadora del GoFundMe dice, “El mundo sufre la pérdida de 2 personas trabajadoras a causa de un acto sin sentido. José y Milagro trabajaron incansablemente en la industria de eventos y formaron parte de empresas de alquiler de carpas y eventos importantes ubicadas en el área de Los Ángeles”.

José Jaime Carranza y Milagro Nieto encuentran la muerte a manos de una conductora ebria. (Cortesía)

A nivel nacional, el Departamento de Transporte de Estados Unidos, reportó en 2019, 10,142 muertes en choques relacionados con el consumo de alcohol, pero en promedio cada año mueren 10,000 personas a manos de conductores ebrios.

Lo que es más, en todo el país, cada 52 minutos, pierde la vida una persona en accidentes relacionados con el alcohol.

De acuerdo a la Oficina de Seguridad del Tráfico de California, en el condado de Los Ángeles, en 2019, se registraron 7,271 muertes y heridos por choques en los que el alcohol estuvo involucrado.

Las horas más peligrosas en las que puede ocurrido un incidente relacionado con el alcohol y otras drogas, es entre las 9 de la noche y las 2:59 de la madrugada.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain