Las mujeres inmigrantes sin documentos son las peor pagadas en Estados Unidos
Reporte indica que las trabajadoras son capaces de hacer el mismo trabajo que el hombre, pero el pago es mucho menor
Luz Ramírez, una trabajadora agrícola de Bakersfield, ha intentado fallidamente cambiar de oficio a través de los años para ver si puede mejorar su situación económica. Ha laborado en el campo, en empacadoras, en la limpieza y hasta en la construcción.
Pero aseguró que cuando busca ser ascendida siempre se ha enfrentado con obstáculos.
“En el campo siempre nos dicen a las mujeres que trabajamos menos que los hombres y si hay un puesto disponible que uno sabe que puede hacer, no nos lo dan, dicen que el hombre puede más”, contó la inmigrante mexicana de 42 años.
Añadió que en el pasado ya le ha tocado ser líder de cuadrilla en el trabajo del campo, pero la experiencia fue mortificante. No solo trabajaba excesivamente para demostrar que si podía ser la líder, pero nunca recibió el salario adecuado lo que la forzó a renunciar.
“Yo hacía el trabajo como de cuatro personas y el supervisor todo el tiempo se la pasaba diciendo que las mujeres no sirven para nada. Ahí era mucha discriminación y abuso”, dijo Ramírez.
Ramírez representa a aproximadamente un millón de mujeres indocumentadas de California que, sin importar su experiencia, reciben salarios muy bajos.
El informe, “Indocumentadas y esenciales: un perfil de mujeres indocumentadas en California”, estima que este grupo de mujeres gana 49 centavos por cada dólar que ganan los hombres blancos.
El estudio realizado por el Instituto de Políticas de Equidad de Género (GEPI) destacó que a las mujeres indocumentadas se les paga menos que a otros californianos por un trabajo similar y tienen altos índices de pobreza, bajos índices de propiedad de vivienda y bajos índices de seguro médico.
Las 10 ocupaciones más solicitadas por mujeres sin documentos legales son mucamas y limpiadoras domésticas, trabajadoras agrícolas, cocineras, cajeras, conserjes, empacadoras, auxiliares de cuidado personal, cuidadoras de niños, meseras y vendedoras minoristas.
Entre los hallazgos se reveló que del aproximadamente un millón de mujeres indocumentadas que vive en California —del total un 70% son latinas y 21% son asiáticas— el 62% está en la fuerza laboral, el 55% cuenta con un seguro de salud y el 21% vive por debajo del umbral de la pobreza federal.
El ingreso medio de las mujeres que trabajan en las diez ocupaciones más comunes es poco más de $22,000. El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos reportó que el nivel de pobreza federal para una familia de cuatro en el 2022 es de $27,500.
Debido a los bajos salarios, las mujeres indocumentadas tienen la mitad de probabilidades de vivir en una casa propia o de un miembro de la familia en comparación con las mujeres de California en general.
Nancy L. Cohen, presidenta de GEPI, dijo que estos obstáculos tienen implicaciones realmente importantes para los encargados de formular políticas, los proveedores de servicios y los defensores.
Añadió que las mujeres en general son menos pagadas pero principalmente las inmigrantes indocumentadas enfrentan discriminación racial y étnica. También enfrentan los efectos de los trabajadores y los prejuicios de género convirtiéndolas esencialmente en las trabajadoras peor pagadas en todo California.
“Una de las grandes cosas que encontramos es que las mujeres están excluidas de los trabajos que están abiertos a los hombres indocumentados solo porque son mujeres”, explicó Cohen. “Hay trabajos que pagan bastante bien y los hombres indocumentados ganan salarios dignos como en la construcción pero estas son ocupaciones que rara vez contratan mujeres”.
El 45% de las personas indocumentadas en Estados Unidos son mujeres pero cuando los medios o los políticos discuten los desafíos de inmigración se tiende a hablar más de los hombres, aseveró Cohen.
“Las mujeres indocumentadas han estado en primera línea durante la pandemia como trabajadoras agrícolas, cuidadoras y otras trabajadoras esenciales. Es hora de que prestemos atención a sus experiencias únicas”, recalcó la presidenta.
Las soluciones
Cohen dijo que pese al arduo trabajo que hacen los inmigrantes para contribuir a la economía de California apenas sobreviven con sus salarios. Esto hace muy difícil que las mujeres indocumentadas puedan pagar necesidades como atención médica y vivienda de calidad.
Ella sugiere que algunas de las soluciones serían expandir el Medicare para los inmigrantes indocumentados como propone el presupuesto del gobernador Gavin Newsom en su presupuesto anual.
Otro medio puede ser la opción a una mayor sindicalización.
“Los trabajadores que están en sindicatos, particularmente las mujeres , ganan salarios más altos y tienen mayores protecciones legales en el trabajo que ayudarían enormemente a las trabajadoras indocumentadas”, dijo Cohen.
Y la más importante de todos sería obtener una reforma migratoria a nivel federal; el objetivo sería que las mujeres y los inmigrantes en general dejen de ser explotados en el trabajo.
Mientras eso sucede, Ramírez, quien tiene cinco hijos, dijo que a ella le gustaría que los empleadores sean justos.
“Porque todos podemos hacer el mismo trabajo y lo podemos hacer mejor. Nosotras somos capaces de desempeñar el trabajo que nos pongan a hacer”, dijo Ramírez.