Conversaciones entre Ucrania y Rusia se estancan, mientras convoy de tanques de Putin prepara asalto contra Kiev

Mientras las tropas rusas avanzaban desde el norte, Kiev con su desafiante presidente y milicias ciudadanas armadas con rifles y bombas caseras prepara una férrea defensa, en tanto las conversaciones para poner fin a la guerra se estancan y los incesantes bombardeos azotaban las ciudades costeras del sur.

En Kiev, los principales cruces de carreteras y puentes estaban bloqueados por tranvías, autobuses y camiones de basura.

Cerca de la carretera de circunvalación que rodea la ciudad, camiones con lanzacohetes estacionados en campos y lanzaron una andanada contra la posición de las fuerzas rusas al noroeste.

Mientras las tropas rusas avanzan fuera de la ciudad, los residentes de los suburbios de Kiev sintieron la tensión.

“Hemos visto más civiles. A veces también soldados, pero mucho más civiles”, dijo a Los Ángeles Times, Volodymyr Andriiets, subdirector del hospital principal en Brovary, 15 millas al noreste del centro de Kiev.

“Heridas de bala, heridas de metralla; lo que hemos visto es muy severo, porque en muchos casos vemos un apéndice amputado”.

Andriiets parecía cansado. Aunque el área alrededor del hospital parecía tranquila, los combates se acercaban lentamente al suburbio, un cambio que se refleja en los pacientes ingresados ​​en los últimos tres días.

Si bien continuaron los enfrentamientos y los esfuerzos para evacuar a más personas, no hubo avances para el fin de las hostilidades cuando los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y Ucrania se reunieron el jueves en Anatolia, Turquía, para las conversaciones de más alto nivel de los dos países desde que comenzó la guerra hace dos semanas.

Después de negociaciones que duraron aproximadamente una hora y media, los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y Ucrania aún estaban muy separados en sus puntos de vista sobre un conflicto que ha matado a cientos, posiblemente miles, de personas.

Aunque hubo una discusión sobre cuestiones humanitarias, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo que no había avances en la demanda clave de Kiev de un alto el fuego inmediato.

“No podemos detener la guerra si el país que inició el ataque no está dispuesto a hacerlo”, dijo Kuleba, y agregó que Moscú siguió buscando en vano “una rendición de Ucrania”.

Kuleba señaló que la ciudad portuaria sureña rodeada de Mariúpol permaneció bajo constantes bombardeos de las fuerzas rusas, en violación a los acuerdos para permitir el paso seguro de civiles.

Aunque algunos observadores habían especulado que la reunión de ministros de Relaciones Exteriores podría allanar el camino para conversaciones directas entre Zelensky y el presidente ruso, Vladimir Putin, tal cumbre todavía luce lejana.

Serguéi Lavrov, ministro de relaciones exteriores de Rusia, dijo que los dos líderes se reunirían solo si pudieran lograr un “valor agregado” más allá de las negociaciones en curso a niveles más bajos.

Lejos de las disputas diplomáticas en Turquía, los funcionarios de algunas de las ciudades más azotadas por la guerra de Ucrania lucharon para evacuar a su gente a un lugar seguro.

No estaba claro si los combates se habían detenido en las rutas de evacuación de siete ciudades que se habían acordado el jueves con la parte rusa, aunque el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky afirmó el miércoles que sólo tres de ellas estaban operando.

El jueves por la noche, Zelensky dijo que los ucranianos entregaron cientos de toneladas de agua, alimentos y medicamentos a lo largo de los corredores humanitarios y evacuaron a unas 40.000 personas de las ciudades de Sumy, Trostyanets, Krasnopillya, Irpin, Bucha, Hostomel e Izyum.

Pero las ciudades de Mariúpol y Volnovakha permanecieron bloqueadas porque las tropas rusas se negaron a cesar el fuego.

“Hicimos todo lo necesario para que el corredor humanitario funcionara”, dijo Zelensky en un video publicado en Facebook. “Pero los invasores iniciaron un ataque con tanques exactamente en el área donde se suponía que estaba este corredor. Lo hicieron conscientemente. Sabían lo que estaban interrumpiendo. Tienen una orden clara de tomar como rehén a Mariúpol, de torturarla, de realizar bombardeos constantes”.

Después de estancarse durante muchos días, las tropas rusas se acercaron unas tres millas a Kiev, dijo el jueves por la tarde un alto funcionario de Defensa de Estados Unidos en una sesión informativa en el Pentágono.

Ahora están a unas 12 millas al norte del centro de la ciudad, agregó el funcionario, y la ciudad de Chernihiv está aislada y experimenta intensos combates.

Estados Unidos continúa brindando asistencia de seguridad a Ucrania, y otro envío llegará en las próximas 24 horas.

Cuarenta y dos senadores republicanos firmaron una carta el jueves instando al presidente Biden a trabajar con Polonia para transferir aviones de combate a Ucrania, un día después de que el Departamento de Defensa dijera que Rusia podría ver tal movimiento como una escalada.

Se espera que Biden anuncie el viernes que Estados Unidos suspenderá las relaciones comerciales normales con Rusia, confirmó el jueves por la noche una persona familiarizada con el plan.

El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que su ciudad se había convertido en una fortaleza antes de la invasión rusa.

“Todas las calles, todas las casas… están siendo fortificadas”, dijo, y agregó que incluso las personas que nunca esperaron hacerlo “están en uniforme con ametralladoras en sus manos”.

Para los ucranianos en las afueras de Kiev, hubo pequeñas victorias: el jueves se produjo una escaramuza a unas 20 millas al noreste cuando una columna de vehículos blindados rusos intentó romper las defensas de la ciudad cerca de un puente en la carretera principal entre Kiev y Chernihiv.

A media mañana, los soldados ucranianos mostraban un vehículo blindado de transporte de personal ruso cuyos ocupantes se habían escapado, dijo un comandante ucraniano.

El vehículo se encontraba a un lado de la carretera, su metal verde opaco brillaba bajo el frío sol de la mañana.

El Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió que la situación humanitaria en Mariúpol se ha vuelto “cada vez más grave y desesperada”.

En una entrevista publicada en el sitio web de la organización, Sasha Volkov, representante de la Cruz Roja, dijo que todas las tiendas y farmacias fueron saqueadas hace cuatro o cinco días y que la gente se estaba quedando sin alimentos y suministros médicos. “Algunas personas todavía tienen comida, pero no estoy seguro de cuánto durará”, dijo Volkov. “La gente comenzó a atacarse entre sí por comida. La gente empezó a arruinar el coche de alguien para sacarle la gasolina”.

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