Rusia emplea por primera vez bombarderos de larga distancia para tomar definitivamente Mariúpol y lanza misiles contra Járkov y Lviv

Dos días después del hundimiento del Moskva (Moscú), las fuerzas rusas han vuelto a bombardear Kiev, Járkov y Lviv, como una respuesta ante su mayor revés militar desde que el pasado 24 de febrero lanzara su ofensiva contra Ucrania.

Rusia emplea por primera vez bombarderos de larga distancia para tomar definitivamente Mariúpol y lanza misiles contra Járkov y Lviv

Rusia busca controlar definitivamente la estratégica ciudad de Mariúpol, en el sudeste del país.  Crédito: ALEXANDER NEMENOV | AFP / Getty Images

En Kiev, el sonido de las alarmas antiaéreas ha regresado, cambiando de nuevo la dinámica de quienes ya salían a la calle y de la ausencia de los avisos de posibles bombardeos. Entre la noche del jueves y la mañana de este sábado las alarmas se han podido oír en varias ocasiones. El alcalde, Vitali Klitschko, ha confirmado en su canal de Telegram un ataque en la madrugada en el distrito de Darnitskii, en las afueras de la ciudad. El bombardeo ha destruido varios edificios de una planta de producción de vehículos acorazados, ha informado la agencia rusa Interfax citando al Ministerio de Defensa ruso, que precisa que se emplearon armas de largo alcance y alta precisión.

El alcalde de Kiev ha informado de que el ataque ha causado una víctima mortal y varios heridos, y ha pedido a la población que no ignore las alarmas antiaéreas. “Kiev era y es aún un objetivo del agresor”, ha remarcado Klitschko, al tiempo que ha instado a los ciudadanos que huyeron al comenzar la guerra que no regresen. “Les pido que se abstengan de volver y se queden en lugares más seguros”, ha afirmado.

En Lviv ―donde viven numerosos desplazados de zonas más castigadas de Ucrania― se han oído explosiones este sábado. El responsable de la Administración Militar Regional de Lviv, Maksym Kozytskyi, ha señalado más tarde en su cuenta de Telegram que la Fuerza Aérea ucrania interceptó cuatro misiles de crucero lanzados sobre la zona por cazas rusos. En Mikolaiv ha sido bombardeado un taller militar, según la agencia rusa Interfax.

La ofensiva también continúa en el sur y en este. En Járkov, la segunda ciudad del país, siete personas ―entre ellos un niño― murieron y 34 resultaron heridas el viernes por un bombardeo contra un edificio residencial, según las autoridades municipales. Otro ataque con misil este sábado ha matado a una persona y herido a otras 18, mientras que en Lugansk y Poltava al menos dos personas han perdido la vida y otras cuatro han resultado heridas.

Además, la asediada Mariúpol, continúa sufriendo ataques por parte del ejército de Putin. En la zona del puerto, las unidades rusas han lanzado operaciones de asalto y han empleado por primera vez bombarderos de larga distancia Tu-22H3, según aseguró el viernes el portavoz del Ministerio de Defensa ucranio, Oleksandr Motuzianik. El puerto y la fábrica siderúrgica Illich son los dos puntos en los que prosigue la lucha, acompañada de bombardeos aéreos sobre la ciudad. El gobierno ruso ya anunció en las últimas semanas la toma del aeropuerto, de los edificios municipales y del teatro.

Motuzianik señaló que aún había “combates activos” alrededor de Ilich ―que Rusia asegura controlar ya―, una de las dos plantas metalúrgicas de la ciudad y escenario de los combates más duros de las últimas semanas. Sin embargo, el gobierno ucranio ha desmentido las informaciones rusas sobre su conquista.

“La situación en Mariúpol es difícil y dura. Los combates están teniendo lugar ahora mismo. El Ejército ruso está constantemente trayendo nuevas unidades para arrasar la ciudad. Pero, por el momento, los rusos no la han logrado capturar por completo”, aseguró Motuzianik.

En Kiev, se registraron en la madrugada del viernes las explosiones más importantes desde que las tropas rusas se retiraran de la zona hace 15 días. Aunque la vida no se ha paralizado, algunas actividades han sido trasladadas a refugios subterráneos.

El bombardeo ruso del viernes, con misiles de crucero, destruyó una fábrica a las afueras de Kiev en la que, según el Ministerio de Defensa ruso, se fabricaban y reparaban misiles, algunos de ellos antibuque. Ese mismo día se hundió el crucero lanzamisiles Moskva. Estaba siendo remolcado tras una explosión que Ucrania atribuye a un ataque de sus tropas y Rusia, a un incendio sin especificar que hizo estallar la munición que transportaba.

Aunque no reconoce que el barco sufriese un ataque, el Ministerio de Defensa ruso ha amenazado con una respuesta. “El número y la escala de los ataques con misiles a objetivos en Kiev aumentarán en respuesta a cualquier ataque terrorista o acto de sabotaje en territorio ruso cometido por el régimen nacionalista de Kiev”, apuntó en un comunicado.

La portavoz de las Fuerzas Armadas en el sur de Ucrania, Natalia Humeniuk, aseguró que entiende las amenazas que enfrentan, pues con seguridad Rusia incrementará los ataques. “Tratará de vengarse, incluyendo ataques con misiles y bombardeos de artillería, y no excluimos una operación terrestre. Entendemos lo que afrontamos. Somos conscientes de las consecuencias económicas y en términos de armamento, pero también de imagen. Es una guerra híbrida y la imagen tiene un impacto psicológico que también es importante. No lo van a perdonar […]. Nuestras tropas han hecho algo bastante simbólico”, señaló este viernes en una videoconferencia con periodistas.

En esta nota

Conflicto Rusia Ucrania Ucrania
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain