La lucha de una niña latina de 11 años contra la alopecia

Anna Paula Preciado lleva 2 años sufriendo de la caída de pelo, una condición que le comenzó al inicio de la pandemia; necesita de tus donativos para pagar por sus tratamientos

Anna Paula Preciado, una niña de 11 años en la lucha contra la alopecia. (Cortesía Ana Antonia Losoya)

Anna Paula Preciado, una niña de 11 años en la lucha contra la alopecia. (Cortesía Ana Antonia Losoya) Crédito: Cortesía

Fue a principios de la pandemia, en marzo de 2020, cuando a los 9 años de edad, Anna Paula Preciado comenzó a notar que se le estaban cayendo las cejas. Dos meses después, ya se le habían caído por completo, mientras que el pelo se le empezó a caer en pedazos.

“Cuando le quise hacer una trenza, me di cuenta que tenía espacios de su cabeza sin pelo. Eran unas ruedas chiquitas como en forma de un penny (centavo)”, dice su madre Ana Antonia Losoya, quien prácticamente corrió con su hija al doctor, angustiada por saber qué estaba pasando con su pequeña.

Para hacer un donativo para Anna Paula, visita el sitio:https://gf.me/v/c/v89r/help-a-11yr-old-girl-with-hair-lose-treatment

“Después de hacerle estudios de sangre y una biopsia, el dermatólogo le diagnosticó alopecia areata; y me explicó que había dos tipos de alopecia, la areata y la universal”.

Anna Paula Preciado sufre por la pérdida de su cabello a temprana edad. (Cortesía Ana Antonio Losoya)
Anna Paula Preciado, a su corta edad lucha contra la alopecia. (Cortesía Ana Antonia Losoya)
La alopecia areata se presenta en pérdida de cabello por partes. (Cortesía Ana Antonio Losoya)

La alopecia areata, le explicó el médico, es un trastorno autoinmune que provoca pérdida de cabello irregular e impredecible; y que puede evolucionar hacia la alopecia universal.

“Al principio, pensé que se le estaba cayendo el pelo por ansiedad. Mi hija siempre ha sido muy ansiosa y nerviosa”.

Casi dos años después al no ver avances y que el cabello de su hija, seguía cayéndose a mechones, Ana dice que cuestionó molesta al médico.

“Le dije que la niña estaba empeorando; y que en lugar de ayudarla, la estaba perjudicando porque resulta que ahora ya tenía alopecia universal. Él me dijo que no era Dios para hacer milagros. Yo le pedí que hiciera lo posible. !Qué tal si ella fuera su hija! le dije muy frustrada”. 

Lo único que hacía el médico cada vez que íbamos a consulta, era aumentarle el número de pastillas a su hija.

Anna terminó por pedir el expediente médico y habló a las oficinas de MediCal para que le asignaran a otro doctor, un experto en alopecia.

Anna Paula Preciado antes de perder su cabello. (Cortesía Ana Antonia Losoya)

Y ahí fue donde empezó su viacrucis.

“Me han mandado a uno y otro doctor que me refieren a otros, pero no pasa nada. Finalmente encontré una doctora en la ciudad de Irving que es experta en alopecia, pero con la mala suerte de que no acepta MediCal”.

Al preguntar cuánto cobraba la consulta para ver si ella la podía pagar de su bolsa, le dijeron que cobraba $500 por consulta más los medicamentos. Además la cita más próxima era hasta agosto.

Fue en ese momento que decidí abrir una cuenta para recolectar fondos en el sitio GoFundMe para pagar por los tratamientos de mi hija”, dice Anna.

Agrega que la alopecia han sido un evento traumático en sus vidas.

Anna Paula Preciado tiene momentos de tristeza y alegría al enfrenta la alopecia. (Cortesía Ana Antonia Losoya)

“Conseguí que por medio de la escuela le pusieran un psicólogo para que recibiera terapia, y la preparare para defenderse de las burlas y señalamientos”.

Anna Paula dice con su vocecita de niña, que hay días que se siente muy triste, pero tienen sus momentos en los que está feliz.

“La psicóloga me ha ayudado mucho”, platica.

“Por ahora, los niños no me han hecho bullying, pero yo cubro mi cabeza con un gorrito cuando voy a la escuela; y mi mamá me acaba de comprar una peluca”.

Ana, su madre, dice que se siente impotente al ver que no puede ayudar a su hija con la pérdida de pelo, sobre todo porque ella se gana la vida como estilista.

“Yo quisiera que la pudieran atender en el Children’s Hospital, pero el MediCal me pone muchas limitaciones para acceder a los médicos, y los procesos son muy lentos para cambiar de doctor; o poder buscar otras alternativas”.

Dice que mientras pasa el tiempo, le preocupa mucho que su hija empiece a ser objeto de burlas en la escuela.

“Los niños son muy crueles. Y a veces, la gente no te dice nada, pero con la forma como se te quedan viendo, lo dicen todo”.

Ana y su hija Anna Paula viven en la ciudad de Long Beach. Ana es una inmigrante de Sonora, México, y su hija nació en Estados Unidos.

Reconoce que le inquieta el impacto emocional que puede tener la alopecia en su hija a largo plazo.

“Yo he tratado de pasar más tiempo con ella. Salimos a caminar juntas y convivimos más para que sienta el cariño y que no está sola en esto”.

Anna Paula Preciado te pide tu apoyo para pagar por sus tratamientos para la alopecia. (Cortesía Ana Antonio Losoya)

Esta madre pidió el apoyo de la comunidad para que le asistan con donativos para los costosos tratamientos de su hija.

“Les pido que se pongan en mi lugar, que me echen la mano”.

Cuenta que la gente no tiene conciencia de la alopecia; y tratan de minimizarla con comentarios como que ‘es solo pelo lo que está perdiendo’.

Se puede poner una peluca, me dicen. Yo les respondo que no lo entienden porque no es su hija la que sufre la alopecia; y además es una niña que está a un paso de la adolescencia”.

Ana dice que su hija Anna Paula ha perdido el 70% de su cabello.

Para hacer un donativo para Anna Paula, visita el sitio:https://gf.me/v/c/v89r/help-a-11yr-old-girl-with-hair-lose-treatment

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