Cómo elegir una garantía extendida para tu coche

Tanto en la compra de un auto nuevo como en la de uno usado, la confiabilidad es uno de los principales atributos que los consumidores buscan en un vehículo. El consejo de Consumer Reports es sencillo: Compra el auto más confiable que puedas permitirte para evitar tener que pagar después por reparaciones costosas. Pero siempre habrá personas que quieran más protección de la que puede brindar una reputación de confiabilidad.

Ahí es donde entran en juego las garantías extendidas, a menudo llamadas contratos de servicio de los vehículos. Estos acuerdos funcionan de forma muy parecida a los seguros médicos y pueden darle a los consumidores la tranquilidad que supone tener un costo fijo para el mantenimiento y las reparaciones. Pero antes de salir a comprar una garantía extendida, ten en cuenta que podría costarte más de lo que vale, si es que tiene algún valor. Las garantías extendidas son una fórmula de los vendedores para hacer dinero.

“Las garantías extendidas suelen ser un mal negocio”, dice Jack Gillis, director ejecutivo de la Federación de Consumidores de América. “En primer lugar, no son garantías y no se obtiene la misma protección legal que con una garantía. Son contratos de servicio, o mejor dicho, planes de seguro sobrevalorados”.

Consumer Reports ha observado en las encuestas realizadas a sus miembros que la mayoría de los compradores nunca usaron las garantías después de adquirirlas, y los que lo hicieron pagaron más por estos planes que lo que recibieron en beneficios. No es de extrañar, ya que se trata de un negocio lucrativo. Sin embargo y pese a no recuperar la inversión, muchos clientes se mostraron satisfechos con su decisión por la protección contra reparaciones inesperadas y costosas.

“Las garantías extendidas siguen siendo un gran desafío para los consumidores”, dice Chuck Bell, director de programas de la división de defensa del consumidor de CR. “Averiguar si un plan tiene un precio justo o un buen valor es difícil porque son acuerdos legales complicados. Además, los concesionarios pueden aplicar grandes recargos a los contratos, con tarifas diferentes para cada cliente. A la mayoría de los consumidores seguramente les convenga “autoasegurarse” y asumir el riesgo financiero ellos mismos”.

Este es el mayor reto al que se enfrentan los consumidores: ¿Merece la pena comprar la protección adicional? ¿Y en quién puedo confiar para que me la venda?

Bell dice también que hay que tener cuidado al recibir llamadas pregrabadas de empresas que venden garantías extendidas. Abundan las llamadas automáticas y los estafadores.

“Es una situación muy delicada cuando estás sentado en la oficina de financiación e incentivos del concesionario y te dicen que eres un tonto si no inviertes entre $20 y $30 más al mes por la protección extra”, dice Rory Joyce, director de la división de automóviles de Credit Karma. Pero ese aumento nominal en los pagos mensuales se va acumulando, y Gillis dice que muchas garantías extendidas son una réplica de las que ofrecen los fabricantes.

“Además, la letra pequeña a menudo impide que se puedan conseguir los beneficios”, dice.

También hay que tener en cuenta la edad del auto. “Si compras un coche nuevo, no tiene mucho sentido adquirir una protección de garantía adicional, porque los costos de reparación cuando un vehículo acaba de quedar sin la garantía de fábrica suelen ser bajos”, dice Joyce.

Aunque CR suele recomendar que uno tenga mucho cuidado con respecto a las garantías extendidas, hay situaciones en las que sacar una podría justificarse, dice Alain Nana-Sinkam, vicepresidente de iniciativas estratégicas de TrueCar.

“Así como muchas de estas opciones, depende de tu plan como propietario y de tu ecuación de valor”, dice. En otras palabras, si piensas conservar tu auto hasta que se le caigan las ruedas, tiene mucho más sentido invertir en una protección adicional que si cambias de coche cada pocos años. Nana-Sinkam dice que cualquiera que esté interesado en comprar una garantía extendida debe conocer bien lo que cubre (el tren de marcha, la electrónica y, en el caso de los autos con ruedas caras y neumáticos de perfil bajo, la cobertura de ruedas y neumáticos) y si el plan tiene o no un deducible.

“Los coches se manejan y gestionan cada vez más con computadoras, y arreglar esos componentes cuando se rompen puede ser costoso”, dice. “Mucha gente no se da cuenta de que los neumáticos run-flat no se pueden parchar como sus homólogos de la vieja escuela, y son muy caros. Así que un paquete (de garantía) para neumáticos y ruedas, que cubra los riesgos de la carretera, podría ser una buena opción”.

Credit Karma dice que, aunque las garantías extendidas pueden aportar tranquilidad en cuanto a problemas potencialmente costosos, hay que tener en cuenta una serie de inconvenientes. En primer lugar, si la cobertura se incluye en el préstamo del auto, el costo tendrá intereses. Además, los planes a menudo no cubren todo, por lo tanto, podrías evitar sorpresas desagradables averiguando qué cubre el tuyo y qué no. Además, comprueba en el contrato las limitaciones sobre los lugares en los que puedes y no puedes reparar tu vehículo, así como las cláusulas de depreciación que pueden reducir la cantidad pagada por las reparaciones en función del millaje del vehículo. Y averigua quién es el responsable del pago de los siniestros. Si compraste tu póliza en un concesionario o agencia que cerró, la póliza ya no te cubrirá las reparaciones que pagaste por adelantado a través de las cuotas.

Según Credit Karma y la Federación de Consumidores, la mejor manera de ahorrar dinero en lo que respecta a la planificación de las reparaciones del coche es hacerte pagos a ti mismo en un fondo de emergencia. De esta forma, dice Gillis, si finalmente no usas el dinero para las reparaciones, puedes destinarlo para la próxima compra de un auto. Pero eso no funciona para todo el mundo, señala Joyce.

“Todo depende de quién sea el consumidor”, dice. “Si quieren estar tranquilos y no son tan organizados, quizá contratar una garantía extendida sea una buena idea. Hay otras personas que pueden ahorrar dinero tomando un camino más práctico y reservando fondos para las reparaciones previstas”.

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