Cuando una llamada al 911 significa la vida o la muerte

Autoridades del Sheriff de LA le recuerdan a la población que cuando marque el número de emergencia en un caso con personas autistas, pidan que les envíen a los especialistas del Departamento Evaluación Mental

Foto de archivo de Alex Villanueva, jefe del Sheriff de LA.

Foto de archivo de Alex Villanueva, jefe del Sheriff de LA.  Crédito: Cortesía | Cortesía

Una simple llamada al 911 dirigida por los operadores hacia el Equipo de Evaluación Mental del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles (LASD-MET) puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para personas que padecen el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

El programa de MET brinda servicios de evaluación de crisis, intervención y manejo de casos específicos para disipar situaciones potencialmente violentas, particularmente con personas autistas.

Los especialistas, además, preparan la documentación adecuada para ayudar en la colocación de personas con enfermedades mentales en centros psiquiátricos para pacientes hospitalizados agudos y/o vincular a estas personas con servicios de salud mental para pacientes ambulatorios o recursos comunitarios apropiados.

El problema es que las comunidades en general desconocen que, en caso de una llamada de emergencia al 911, las familias pueden solicitar al operador/a que necesitan que un experto de MET acuda a sus hogares.

“Hace falta comunicación y, además, hay desconocimiento de la población”, dijo a La Opinión, la teniente Anna Dennise Briz, quien subraya:

“Cuando llega un equipo de MET a un lugar el resultado final siempre es positivo”.

En la actualidad, el equipo de MET está integrado por 34 profesionales del LASD.

“Nosotros somos los especialistas en crisis”, dijo Briz. “El público no puede llamarnos, sino solamente los bomberos o personal de los departamentos de policía o del alguacil, pero cuando llamen al 911, les sugiero que pidan que les envíen a personas de MET”.

A ella, personalmente le tocó vivir una experiencia con el grupo del que ahora forma parte.

Hace muchos años, su hermano Simón, quien vivía en Diamond Bar tenía muchos problemas mentales, de modo que un compañero de la teniente Briz acudió a la casa de su madre y solucionó el asunto sin mayores complicaciones.

Dos casos trágicos

Sin embargo, no todo ha sido color de rosa.El 31 de marzo de 2021, un agente del LASD dio un balazo en la columna vertebral que le daño la espina dorsal y un pulmón al joven autista Isaías Cervantes, de 25 años, quien quedó parapléjico de por vida. Su madre había pedido auxilio para controlarlo.

Isaías, cuyo coeficiente intelectual es el de un niño de seis años, fue sometido, aprisionado del cuello por un alguacil, mientras otro descargó todo su peso encima de él, hasta acabar con un balazo en la espalda.

También el domingo 14 de junio de 2019, en una tienda Costco de Corona, un policía fuera de servicio, Salvador Sánchez, disparó y mató a Kenneth French, un hombre autista 32 años que no hablaba y que fue descrito por la familia como gravemente discapacitado en su desarrollo.

En aquella ocasión, según testigos, French empujó a Sánchez al suelo, mientras ambos estaban en la fila para recibir muestras de alimentos.

Un gran jurado del condado de Riverside declinó presentar cargos contra el exoficial que pertenecía al Departamento de Policía de Los Ángeles

Dos años después, Salvador Sánchez fue  arrestado por cargos de presunto homicidio voluntario y asalto con un arma de fuego semiautomática, según un comunicado de prensa de la oficina del Procurador General del estado, Rob Bonta.

Soluciones de intervención para el autismo

Kate Movius es madre de un joven de 22 años de edad con autismo que no habla. Él desaparecía de casa por momentos y ha tenido varios encuentros con la policía de Los Ángeles.

Es ahí donde comenzó la pasión de Katy para fundar -desde 2008- el programa llamado Autism Interaction Solutions (Soluciones de interacción de autismo).

Movius ha estado entrenando a agentes del alguacil del condado de Los Ángeles durante seis años.

“La parte más importante del entrenamiento realmente son mis coentrenadores de personas autistas”, dijo la experta a La Opinión.

Ella también entrena a los alguaciles sobre cómo reducir la escalada de situaciones de conflicto y a comunicarse y conectarse mejor la población de personas que padecen el espectro autista.

“Es relevante hacerlo porque tenemos un número cada vez mayor de personas autistas”.

Por lo tanto, habrá un número creciente de encuentros entre las fuerzas del orden y las personas autistas.

Las estadísticas

Un informe de prevalencia de 2021 del Departamento de Neurociencias de UC San Diego encontró que aproximadamente 1 de cada 59 niños de cuatro años fueron identificados con Trastornos del Espectro Autista (TEA)

El reporte señala que este número es más alto que la estimación anterior del informe de la Red de Monitoreo de Autismo y Discapacidades del Desarrollo (ADDM)  de 1 en 64. Las estimaciones de la comunidad variaron ampliamente de 1 en 110 en Utah a 1 en 24 en California.

Los niños tenían más de 3 veces más probabilidades de ser identificados con autismo que las niñas, tanto en la red de ADDM como en California.

 Las estimaciones de prevalencia de TEA por raza y etnia para niños de 4 años variaron entre los sitios con niños asiáticos o de las islas del Pacífico, afroamericanos e hispanos que tenían una prevalencia más alta que los niños blancos.

Un patrón similar se observó en California. Entre los niños de 4 años, el 72 % de ellos tuvo su primera evaluación antes de los 36 meses (más del 74 % en California).  Los niños de cuatro años tenían un 50 % más de probabilidades de recibir un diagnóstico de TEA o una clasificación de educación especial a los 48 meses de edad en comparación con los niños de ocho años, y California lideró el diagnóstico temprano tanto para niños de cuatro como de ocho años.

Pero los problemas se complican, a medida que los niños se convierten en jóvenes y adultos.

Llamado a la calma

El asunto es que los agentes desconocen cómo comunicarse mejor con las personas que tienen un trastorno de comunicación o que tienen un trastorno sensorial.

“Esto puede hacer que las cosas sean muy, muy confusas y caóticas en la escena”, dijo Kate Movius. “Entonces, si puedo darles un montón de herramientas, espero que ayude a todos porque todos quieren ver que las cosas disminuyan, todos quieren que las cosas salgan bien”.

A lo que los involucrados aspiran es que los policías y alguaciles reaccionen con calma cuando hay llamadas de emergencia al 911 por alguna situación que la familia no puede controlar y los agentes tienen que lidiar con una persona autista que no coopera con ellos, no responde a sus comandos o simplemente reaccionan con agresividad cuando se siente amenazado.

“Cuando hay este tipo de llamadas, lo mejor es no acelerarse tan rápido”, expresó el agente Manuel Ibarra. “Fue importante reconocer los tipos de autismo que hay”.

Cuestionado sobre cómo poder evitar una reacción violenta con personas autistas que no se pueden comunicar con ellos, dijo: “Eso es difícil; yo he tenido mis propias experiencias, pero nadie lo sabe porque cada experiencia es única”.

 “Asegúrense de estar tranquilos”

El desarrollo físico y emocional de Gilbert Valenzuela parecía que iba normal, pero algo le faltaba: No estaba teniendo conversaciones bidireccionales, le faltaba hablar con mayor fluidez y decir que eran las cosas a su alrededor.

“Jugaba de forma independiente”, recuerda su madre, Jeanette Valenzuela. “Se apartaba de otros niños, alineaba cosas y se obsesionaba con algunas. Y él simplemente, no era como un típico niño de tres años”.

El pediatra del niño no estaba seguro de que era lo que sucedía con el niño porque era muy verbal.

Luego, Gilbert fue diagnosticado con autismo en el Centro Regional del Este de Los Ángeles, y sus padres lo colocaron en clases de educación especial.

Escuchar aquel diagnostico fue devastador para la madre.

“Lo procesé después”, dice a La Opinión. “Simplemente me puse en marcha con las preguntas

¿Cómo podemos ayudar? ¿Qué podemos hacer? ¿Qué tipo de servicios podemos conseguirle? Yo también tenía un recién nacido en ese momento [Gavin], así que fue muy abrumador, pero solo quería obtener toda la ayuda que pudiéramos conseguirle.

Para Jesús, el papá, También fue difícil saber que su hijo padecía del Trastorno del Espectro Autista.

“Fue difícil procesarlo, especialmente porque yo crecí con niños y lo que esperas de tu hijo…, luego, dejar de lado tus sueños personales para tu hijo, y simplemente darle lo mejor que puedas hacer por él”, indicó Jesús.

Así, la vida de esta familia cambio para siempre. Y de una forma drástica.

“Constantemente estamos batallando entre criar a un niño típico, un niño atípico y que cada persona reciba un trato justo”, expresa Jesús. “Constantemente nos preguntamos si lo estemos haciendo bien o no. Así que hay una gran batalla”.

A pesar de todo, en la vida de la familia Valenzuela ha habido momentos especiales que gratifican el alma.

Momentos memorables

“Para mí, fue cuando Gilbert se graduó de la escuela secundaria; las pequeñas cosas que la gente da por sentado son muy gratificantes”, dice la madre. “El hecho de que la mayoría de los niños autistas no muestran emociones y él muestra mucha emoción, como cuando da un abrazo y dice te amo, es muy gratificante, como el que me dio por primera vez cuando estaba en segundo grado de primaria y había tenido un día difícil”.

Por su parte, Jesús menciona que le enorgullece que Gilbert, ahora de 20 años, esté aprendiendo a hornear pasteles con su madre.

“Con suerte podríamos abrir una cocina comercial donde podamos ayudar a otras personas con capacidades diferentes”, dice el padre.

Por suerte, Gilbert siempre ha estado acompañado por alguien y no ha tenido ningún encuentro con policías o alguaciles, pero sus padres están preocupados porque algo le suceda en el futuro cuando ellos estén ausentes del hogar.

“Hemos estado trabajando en esto durante mucho tiempo”, informa Jeanette Valenzuela. “Definitivamente es una preocupación, y por eso participamos en el entrenamiento de los alguaciles, porque si podemos ayudar, con suerte nos recordarán”.

Por lo anterior, su mensaje a las autoridades del orden cuando estén frente a personas autistas o con cierto tipo de discapacidad mental, es: “Asegúrese de estar tranquilo, porque si no lo estás, una situación se intensificará rápidamente”.

Gilbert también tiene en su hermano menor, Gavin, de 16 años, un aliado que lo defiende y lo defenderá hasta el final.

“Haré lo que él necesita; así me criaron y sea lo que sea y que se necesite, estoy dispuesto a hacerlo”, afirma Gavin.

 “De él admiro la lealtad; cuando estoy escuchando a alguien hablar con ellos, te mirarán a ti. No olvidan cosas. Así que tengo que seguir viviendo. Tengo que seguir viviendo por mi hermano. Él tiene mi lealtad y es todo lo que puedo hacer”.

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