Transición a la universidad, un reto para alumnos y padres en el LAUSD

Madres de familia aseguran que han tenido que buscar asesoría de educación superior fuera de las escuelas de sus hijos

Foto de archivo de UCLA.

Foto de archivo de UCLA. Crédito: Archivo/J. Emilio Flores/La Opinion

Ha comenzado la temporada en que muchos estudiantes del último grado están recibiendo las cartas de aceptación de la universidad. Mientras algunos optan por elegir la mejor opción, hay quienes nunca recibieron la información adecuada para dar el siguiente paso hacia su futuro.

Padres de familia preocupados que han tenido que buscar sus propios métodos para navegar el complicado sistema de educación, concuerdan que mientras que el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) asegura que lucha por el avance académico de los estudiantes, sus acciones dicen lo contrario. 

Tal es el caso de Gabriela Rangel, quien tiene a sus cuatro hijos en escuelas del sur centro de Los Ángeles. Ella dijo que su hijo mayor, quien cursa el grado 12, recibió la ayuda adecuada para inscribirse al colegio de Santa Monica para el otoño del 2022, pero no fue por parte del consejero de su escuela sino mediante un programa extracurricular al cual asiste su otro hijo que cursa el grado 10.  

“Yo fui y les pedí ayuda porque no entendíamos los pasos para llenar la aplicación para inscribir a mi hijo mayor”, dijo Rangel.

La madre de familia, quien ha sido voluntaria de las escuelas de sus hijos por los pasados 13 años, dijo que en todo este tiempo ella ha notado que el interés de los educadores por sus estudiantes solo llega hasta el grado 12.

“A ver, ¿por qué hacen bien la transición de la Middle School a la High School? Porque es el mismo distrito, pero como el colegio ya no cuenta ya no les interesa”, aseveró Rangel.

Otra madre preocupada es Heidy Galicia, quien tiene a su hijo mayor en una escuela del LAUSD en Huntington Park, cursando el grado 11. El estudiante está en el espectro del autismo, pero es completamente funcional, según Galicia.

Heidy Galicia y sus cuatro hijos, todos estudiantes de LAUSD. (Suministrada) Crédito: Heidy Galicia | Cortesía

Ella dijo que su hijo se ha esforzado desde que entró a la secundaria a clases regulares y ha luchado por mantener un grado promedio de 4.0 o más. Sin embargo, su experiencia tampoco ha sido buena. Pese a que ella ha sido voluntaria en las escuelas de sus hijos por 11 años, cree que los educadores no prestan suficiente importancia a los niños en cuanto es el momento de obtener su educación superior.

“A nosotros nunca nos ha llamado algún consejero para decirnos si el niño necesita algo”, dijo Galicia. “Tengo otra niña que va a entrar al 11 y ella está perdida, no sabe por dónde comenzar [las solicitudes para las universidades]”.

Galicia dijo que ella ha ido un paso extra al asistir a otras escuelas y buscar el asesoramiento necesario ya que siente que en su escuela no se lo dan.

Ella dio como ejemplo la pandemia del Covid-19 cuando los niños tuvieron que tomar clases vía Zoom.

“Yo mandaba emails a los maestros de mi hijo porque le estaban calificando de cierta forma y nunca me regresaban mi email”, contó. “Cuando mi hijo tenía preguntas de su proceso le decía que le mandara un email a su maestra y me decía que no porque solo lo mandaban a que buscara la respuesta en la sección de preguntas y respuestas del syllabus”.

Evelyn Alemán, una madre de familia líder, dijo que el problema se puede ver por todo el distrito. Ella explicó que su hija, quien cursa el grado 12, tuvo la oportunidad de hablar con su consejero por 20 minutos. En su escuela hay un consejero para 500 estudiantes.

Alemán agregó que cuando se enteró de que ya estaban abiertas las solicitudes para universidades intentó buscar información en la página de LAUSD, pero no encontró nada. Llamó al distrito para que le dijeran donde encontrar esa información y la enviaron a su distrito local.

“Me tenían como pelota de ping pong y nadie me daba respuesta”, dijo Alemán.

Explicó que afortunadamente ella cuenta con una maestría y decidió buscar la información apropiada por su cuenta.

“Participamos en webinarios, nos contactamos con organizaciones sin fines de lucro, fue un proceso delicado. No me imagino cómo sería para un padre de familia que es inmigrante y no sabe navegar el sistema”, dijo Alemán.

Agregó que ahora ya no es suficiente decirle a un estudiante que si saca buenos grados va a ir a la universidad porque si no tiene los recursos y guía apropiada no podrá dar el siguiente paso.

La superintendente del distrito local central, Frances Báez, dijo que el LAUSD ofrece muchas oportunidades y personal en todas las escuelas para ayudar con la información requerida.

Aseguró que todos los estudiantes tienen un plan de graduación individualizado en el cual se reúnen con el consejero antes de diciembre para recibir la información adecuada sobre la universidad a la que asistirán el siguiente año.

Sin embargo, explicó que desconocía cuál es el número de consejeros por estudiantes.

Alternativas para el futuro

Báez aseguró que los estudiantes que están recibiendo cartas de aceptación están recibiendo la ayuda de su escuela local para hacer la transición hacia la universidad o colegio.

“Los estudiantes generalmente van a un programa puente de verano en el Colegio para que podamos ayudarlos con la transición”, indicó. “Ese es el ciclo por el que pasamos desde el proceso de solicitud hasta el compromiso de aceptación y luego entregarlos a la altura del colegio o universidad”.

Finalmente, recalcó el lanzamiento del programa de experiencia laboral para estudiantes que cursan los grados 11 y 12, mientras reciben créditos por sus estudios. Esta es una asociación entre preparatorias del  distrito local central y la División de Educación para Adultos y Carreras (DACE).

En Belmont High, los estudiantes pueden inscribirse en el curso de técnico automotriz para carreras en transporte, como mecánico de vehículos diésel e híbridos. En el Centro de Aprendizaje Roybal, los estudiantes recibirán capacitación en atención médica para trabajos como asistentes médicos, asistentes de enfermería certificados, asistentes dentales y técnicos de farmacia. Y las preparatorias Eagle Rock y Jefferson ofrecerán clases de tecnología de la información.

Báez subraya que esto puede ayudar mucho a los estudiantes que van a la universidad y trabajan. Con certificaciones como esta, ellos pueden comenzar ganando $23 la hora.  Esto les permite tener un salario más grande y trabajar menos horas mientras estudian.

Añadió que la certificación también es buena para aquellos estudiantes que deciden tomar un descanso de los estudios después de graduarse.

“Pero esto es solo una opción. No queremos que los estudiantes se queden en este curso de educación técnica, pero si ese es el curso que los estudiantes quieren tomar, está abierto para ellos”, dijo la superintendente.

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