Brunch dominical en casa de los abuelos: ¿Por qué los latinos continúan esta tradición?
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En las familias latinas, una de las costumbres más extendidas y que todavía se mantienen es la de acudir a la casa de los abuelos los domingos a disfrutar de un brunch tradicional. Una oportunidad única para compartir un buen rato en familia y recargar energías para la semana que se empieza al día siguiente.
Ciertamente, es muy típico que, llegado el domingo, toda la familia se reúna. Hermanos, tíos, primos…todos alrededor de los platillos que se preparan siguiendo recetas heredadas y manteniendo la historia de las raíces de cada uno. La clave está en que, a la vez que fortalecemos lazos, comemos sano.
Todos disfrutamos de este día especial, incluso las personas que no están habituadas a compartir este tipo de encuentros semanales se integran en la familia de forma especial, gracias a las reuniones de los domingos.
Un brunch en casa de los abuelos nos brinda la oportunidad de mostrar a los más pequeños -y no tan pequeños- la importancia de estar en familia y conectar entre sí. Sirve para que los abuelos no se sientan olvidados y compartan momentos especiales con los nietos.
Contar anécdotas, ponernos al día de lo que acontece en la vida de cada uno, cocinar y comer rico…Todo cuenta para enriquecer la vida. Al fin y al cabo, un domingo es perfecto para compartir y disfrutar de la comida más deliciosa. Dicen que el amor se gana por el estómago ¿o no? Pues bien, también se mantiene así.
Es casi imposible no reforzar el vínculo familiar delante de unos tamales, tacos, de unas arepas y de unos pasteles para el toque final. Un buen sabor de boca que nos dura hasta el próximo domingo y una buena forma de demostrar el amor a los abuelos, domingo a domingo.