¿Son más saludables los sabores ‘naturales’ que los artificiales?


No necesariamente. Según el doctor Michael Hansen, científico principal de CR, “no hay una diferencia real entre los sabores naturales y los artificiales en términos de nutrición”.

Los “sabores naturales”, tal y como los define la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), significan que un saborizante proviene de una fuente vegetal o animal, pero esos sabores no siempre se extraen del ingrediente al cual le imitan el sabor. Los científicos extraen sustancias químicas de estas fuentes naturales en el laboratorio, pero para ello pueden usar disolventes sintéticos, y conservantes y aditivos de elaboración artificiales. (Los sabores naturales usados en alimentos orgánicos pueden ser mejores porque la normativa para los orgánicos establece que no pueden hacerse con disolventes sintéticos ni conservantes artificiales). La creación de un sabor artificial es un proceso similar: La única diferencia es que los compuestos del sabor se crean en un laboratorio en lugar de extraerse de una planta o un animal.

Tanto los sabores naturales como los artificiales son probablemente saludables para la mayoría de nosotros, dice Hansen. Pero como los ingredientes específicos generalmente no son revisados por la FDA -y las empresas no suelen estar obligadas a revelar los ingredientes de los sabores naturales o artificiales en las etiquetas de los alimentos– es difícil saberlo con seguridad. Por esta razón, las personas con alergias alimentarias deben tener especial cuidado al consumir alimentos o bebidas que tengan sabores naturales o artificiales.

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