El secuestro del vuelo 847 de TWA por terroristas chiítas de Hezbolá

17 días estuvieron secuestrados pasajeros del vuelo 847 de TWA por terroristas chiítas de Hezbolá, quienes obligaron a los pilotos aterrizar el avión en Beirut, Líbano, donde comenzó la odisea de los pasajeros y tripulación.

Los terroristas libaneses estuvieron armados con granadas y una 9-mm pistola.

Los terroristas libaneses estuvieron armados con granadas y una 9-mm pistola. Crédito: Bruce Bennett | Getty Images

El vuelo 847 de TWA de Atenas a Roma fue secuestrado por terroristas chiítas de Hezbolá, el 14 de junio de 1984, quienes inmediatamente exigieron conocer la identidad de “aquellos con nombres que suenan judíos”.

Dos de los terroristas libaneses, armados con granadas y una 9-mm pistola, obligaron al avión a aterrizar en Beirut, Líbano.

Una vez en tierra, los secuestradores llamaron a pasajeros con pasaporte israelí, pero no hubo ninguno, tampoco había diplomáticos a bordo. Luego centraron su atención en los varios buzos de construcción de la Marina de los EE. UU. a bordo del avión. 

Poco después de aterrizar, los terroristas mataron al buzo de la Armada Robert Stethem y arrojaron su cuerpo en la pista.

El empleado de TWA, Uli Derickson, logró en gran medida proteger a los pocos pasajeros judíos a bordo al negarse a identificarlos. La mayoría de los pasajeros fueron liberados en las primeras horas de lo que resultó ser una terrible experiencia de 17 días, pero cinco hombres fueron señalados y separados del resto de los rehenes. De estos cinco, solo Richard Herzberg, un estadounidense, era judío.

Durante las siguientes dos semanas, Herzberg sostuvo ante sus atacantes que era un luterano de ascendencia alemana y griega. Junto con los demás, lo llevaron a una celda de detención infestada de cucarachas en algún lugar de Beirut, donde estaban detenidos otros prisioneros libaneses. Afortunadamente, los rehenes de TWA fueron tratados bastante bien.

El 30 de junio, luego de cuidadosas negociaciones, los rehenes fueron liberados ilesos. Dado que los terroristas estaban efectivamente fuera del alcance de la ley en el Líbano, parecía que los terroristas quedarían libres de castigo. Sin embargo, Mohammed Ali Hammadi, buscado por su papel en el ataque al vuelo 847 de TWA, fue arrestado casi dos años después en el aeropuerto de Frankfurt, Alemania, con explosivos.

A los pocos días de su arresto, dos ciudadanos alemanes fueron secuestrados mientras estaban en el Líbano en un intento exitoso de disuadir a Alemania de extraditar a Hammadi a los Estados Unidos para su enjuiciamiento.

Alemania decidió juzgar a Hamadi en su lugar, y fue declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua, la pena máxima, según la ley alemana. 

Fue puesto en libertad condicional en 2005 después de cumplir 19 años. Desde entonces, Estados Unidos ha solicitado sin éxito su extradición del Líbano. 

A pesar de los informes no confirmados que Hammadi fue asesinado por un dron de la CIA en Pakistán en junio de 2010, permanece en la lista de terroristas más buscados del FBI junto con sus cómplices sobrevivientes.

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