Familias de escasos recursos y con hijos especiales reciben mochilas gratis

La ayuda llega antes del regreso a clases por parte del Centro Regional del Condado de Orange y Aveanna Healthcare

Rosa Solís, madre de Juanito y Marco Antonio Vazquez Solís, quienes están superando de a poco su problema de autismo.

Rosa Solís, madre de Juanito y Marco Antonio Vazquez Solís, quienes están superando de a poco su problema de autismo.  Crédito: JORGE MACÍAS | Impremedia

El retorno a clases, el 10 de agosto, está a la vuelta de la esquina y María Arellano, una madre soltera de Zacatecas obtuvo algo de ayuda, luego de recibir mochilas gratis para sus hijos con necesidades especiales, Alex, de 17 años, y Dilan de tres años.

“Estoy agradecida por esta ayuda”, dijo María. “Mas ahora que el padre de mis hijos decidió irse porque, según él, ya no podía con tanto trabajo”.

Alex sufre de ataques de epilepsia, Dilan es un niño disléxico y Dante, el más pequeño de sus hijos, de 2 años tiene Síndrome de Down y es autista.

Durante el octavo evento anual de regreso a clases y ayuda para las familias a tener un comienzo sólido para familias de bajos ingresos que tienen hijos con discapacidades de desarrollo, directivos y personal del Centro Regional del Condado de Orange (RCOC) en la ciudad de Cypress, en el condado de Orange, distribuyeron 150 mochilas gratuitas a sus clientes. Las mochilas fueron donadas por Aveanna Healthcare.

María llegó en una camioneta al lugar e hizo fila entre la gente para que sus niños escogieran la mochila de su gusto.

María Arellano junto a sus tres hijos que tienen necesidades especiales de desarrollo.

Alex se quedó con una mochila negra y Dilan escogió una de color verde olivo.

“Me gustó mi mochila nueva”, comentó Alex, quien cursará el último año de la preparatoria en Racho Alamitos High School.

María dijo que la ayuda le llegó en un momento difícil de su vida porque no trabaja por el momento, y para colmo de sus males, el padre de sus niños la abandonó.

“La verdad que es difícil, aunque debo decirle que, desde antes yo lo hacía todo sola por mis hijos”, expresó la mujer mexicana. “Con él [su expareja] nunca tuve apoyo, ni tampoco compartíamos ocupaciones y preocupaciones”.

Ahora, sin embargo, que cree que Dios tiene un propósito y un gran plan para ella en la vida.
“Ese plan es compartir con otras familias todo lo que he pasado; las experiencias adquiridas y los obstáculos que he vencido”, subrayó. “Voy a abogar por las familias y ayudarlas a navegar en el sistema para que sus hijos reciban la atención adecuada y los servicios necesarios para que sus hijos salgan adelante en la vida”.

Por lo pronto, su hijo Alex tiene en mente ser un bombero profesional.
“Pero, cómo vas a ser bombero si te dan miedo las alarmas”, indicó ella a su hijo, quien le ayudaba a ponerse los zapatos a su hermano Dante.

“Eso quiero ser, mama, y voy a lograrlo”, dijo el adolescente, quien, de la noche a la mañana, y a pesar de que sufre ataques epilépticos desde hace años, se ha convertido en la mano derecha de su madre.

Atención a 23,000 personas con necesidades especiales

Decenas de familias recibieron mochilas gratis para el regreso a clases.

A través de Centro Regional del Condado de Orange de Cypress, junto con El que se ubica en Santa Ana, atienden a aproximadamente 23,000 pacientes con necesidades especiales de desarrollo como autismo, epilepsia, parálisis cerebral y discapacidades intelectuales los que atiende el Centro Regional del Condado de Orange (RCOC).

A Ángel Zurita, residente de Anaheim y un trabajador de la construcción originario de Puebla le costó trabajo aceptar que su hijo Balian, ahora de 10 años haya sido diagnosticado como autista desde que estaba en prekínder, a los tres años.

“La cuestión era aceptar, aunque poco a poco entendió que la prioridad máxima era ayudarlo a salir adelante”, declaró a La Opinión. “Después, supe que solamente se trataba de que era diferente a los niños ‘normales’, y veo ahora que es mucho más inteligente que otros niños, y, además, me gusta que no conozca ni sepa lo que es la maldad”.

El pequeño Balian cuenta con una gran amistad: su hermana mayor, Emily, de 15 años, con quien juega y se siente protegido.

“Yo quiero ser un artista”, dijo el niño, a quien le encanta pintar personajes famosos de las caricaturas.
Tranquilos y sonrientes, los hermanos Marco Antonio y Juan Manuel Vázquez Solís, de 14 y 12 años, respectivamente, después de recibir sus mochilas gratis, escogieron jugos y galletas con queso que compartieron con su madre, Rosa Solís, de Buena Park.

“Desde el primer año, Juanito no hablaba, no caminaba ni tampoco tenía movimiento en sus manos, y hasta los seis años me lo diagnosticaron como autista”, manifestó Rosa. “Pero yo siempre he contado con el apoyo de mi esposo [Raúl Vázquez] y lo he llevado a terapia ocupacional, física y de lenguaje, y ha progresado muchísimo”.
“Juanito”, quien quiere ser un policía cuando sea grande, entrará al noveno grado en la secundaria Orangeview Junior High School, mientras que Marco Antonio, quien es autista y aspira a ser un bombero, irá a cursar el primer año de la preparatoria en Western High School de Anaheim.

Atención a todos sin problemas de migración

“No preguntamos a nadie acerca de documentación; servimos a cualquiera que esté en California y que tenga una discapacidad del desarrollo”, afirmó a La Opinión, Larry Launder, director ejecutivo del Centro Regional de Orange County (RCOC).

“Lo único que queremos saber de las familias es si su hijo o hija ha sido diagnosticado con una necesidad especial y la dirección donde viven”, dijo. “Nada más queremos saber que vivan en California”.
En efecto, debido a que los 21 centros regionales del estado, el RCOC es una organización privada sin fines de lucro que trabaja con fondos estatales bajo contrato, y tiene la obligatoriedad de prestar servicios a todas aquellas personas o familias que soliciten sus servicios, independientemente de su estatus migratorio.

De hecho, La Ley Lanterman de Servicios de Desarrollo para Discapacidades está codificada en el Código de Bienestar e Instituciones de California y su aplicación es vigilada por el Departamento de Servicios de Desarrollo (DDS) del estado. En la actualidad el DDS atiende a unas 325,000 personas elegibles para Lanterman, entre ellos 48,000 bebés y niños pequeños en el programa Early Start. Otros 1,600 niños de 3 y 4 años son elegibles provisionalmente para recibir servicios especiales en el estado.

“Fue una ley brillante que se aprobó en 1969, básicamente, y simplemente dice que cualquier persona en California que tenga una discapacidad del desarrollo tendrá sus necesidades satisfechas”, indicó Landauer.

“Trabajamos con dólares de California. Y eso significa que no tenemos preguntar nada sobre de qué país eres ni nada de eso. Lo que hacemos es aplicar la Ley Lanterman, que es el estatuto en la ley de California que nos permite servir a todos”, añadió el director ejecutivo del RCOC. “Toda la gente puede sentirse segura que en casi 60 años de trabajo no tener papeles nunca ha sido un problema para nadie ni para nosotros”.

El sistema servicios de desarrollo para discapacitados fue subfinanciado por alrededor de 1,400 millones de dólares en el presupuesto 2022-2023 que firmó hace una semana el gobernador Gavin Newsom.

En enero de 2023 recibirían el 25%. Y luego, un año y medio después, obtendrán el resto.

“Estamos agradecidos con el estado de haber obtenido algo, pero definitivamente necesitábamos más”, expuso Larry Launder.

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