Guitarricadelafuente, listo para comerse el mundo

Álvaro Lafuente se crio en Cuevas de Cañart, un pueblo pequeñito de España de apenas 70 habitantes. Estudiaba arquitectura. Luego, un día de repente, un micrófono de Playstation y las redes sociales le enseñaron que el mundo era más grande de lo que podían percibir sus ojos.

“Primero estaba intentando hacer conciertos pequeños”, dijo el Álvaro, quien lleva como nombre artístico Guitarricadelafuente. “De repente me vi haciendo una gira”.

Todo fue muy rápido. Cuando menos lo pensó, Álvaro ya había vendido en minutos un show en Madrid y otros más en varias ciudades de su país. El furor lo comenzaron en 2017 los covers que subió a sus redes sociales cuando era un perfecto desconocido. La mezcla de indie folk, rumba y flamenco en temas como “Guantanamera”, “Sixtinain”, “El Conticinio” y “Catalina”, hicieron que el mundo volteara los ojos a la propuesta de un chico de apenas 20 años.

Cinco años después, Álvaro está listo para comerse el mundo. La semana pasada estuvo en México, donde ofreció varios conciertos. Dice que la respuesta fue abrumadora. Y esta semana está en Nueva York, ciudad que visita por primera vez para promocionar su disco “La Cantera”, el primero de su carrera.

“La música siempre ha estado bien presente en mi vida y me ha apasionado”, dijo. “Tuve la suerte de que llamé a mi pasión como inconscientemente […] dando todo de mí como para que sucediera”.

Ahora, el disco ocupa un lugar privilegiado en la lista de los 36 álbumes favoritos de 2022 de NPR Music. Ahi se codea con lumbreras como Bad Bunny, Kendrick Lamar y la mexicana Silvana Estrada, con quien por cierto grabó la canción “Guantanamera”.

“[La música] no era una posibilidad para mí, ¿sabes?”, dijo Álvaro en referencia a lo lejos que estaba del mundo que ahora le es familiar, sin un padrino o alguien que lo guiara respecto a cómo promover su música.

Sin embargo, cree que su vena musical es fuerte porque desde los 14 años toca la guitarra. Y fue precisamente en Cuevas de Cañart, donde vive su abuela, donde comenzó a indagar sobre su pasión.

“Empecé a tocar con amigos, primos”, dijo. “Y aprendí de la música por partida doble, porque mi abuelo era profesor de jota en un pueblo, y al final como que ese espíritu musical me ha acompañado; tengo toda esta parte de tradición y de folclor, pero también donde fue donde empecé a escuchar reguetón y rock”.

Y eso es precisamente lo que el artista busca representar en “La Cantera”, “una escena de mi pueblo, y ese lugar donde conocí la música”.

La cereza en el pastel para su ascendente carrera es la nominación al Latin Grammy que recibió recientemente en la categoría de Mejor video musical versión corta por el tema “A carta cabal”.

“Para mí era como imposible vivir de esto”, reconoció. “Yo escribía y hacía canciones porque es lo que me gustaba, y haber podido llegar a hacer una carrera de esto lo considero un privilegio”.