La proposición 29 pone en riesgo la vida de miles de californianos

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Miles de californianos requieren diálisis para poder sobrevivir.

Miles de californianos requieren diálisis para poder sobrevivir. Crédito: Cortesía

“Me diagnosticaron enfermedad renal en etapa terminal a los 9 años y pasé gran parte de mi infancia en el hospital. Tuve dos trasplantes de riñón, lo que creo que me ayudó a cumplir 18 años. Sin embargo, los medicamentos inmunosupresores me hicieron más susceptible a infecciones potencialmente mortales”, dijo la señora Alba Dietrich.

“Pero la diálisis me ha permitido prosperar como adulto. En la universidad, vivía en el campus al igual que los demás estudiantes, y el desarrollo profesional funcionaba muy bien. Podía comer y beber lo que quisiera”, platica la señora Dietrich, cuyo caso muy conocido.

Como unas 80,000 personas con deficiencias renales en California, la señora tal vez no habría sobrevivido ni llevado una vida normal, si no fuera porque tuvo servicios de diálisis, un procedimiento con el que unas máquinas hacen la función de los riñones de limpiar la sangre de toxinas.

Los centros de diálisis operan con asistencia de técnicos y de un médico especializado. Es un tratamiento del que los pacientes dependen literalmente de vida o muerte.

En California solo hay poco más de 600 clínicas de diálisis, generalmente con horarios saturados por la demanda.

En promedio en el estado hay una clínica de diálisis por cada 1,333 pacientes, por eso la campaña de No a la 29 menciona que si esa proposición se aprueba en la elección, su exigencia de que en las clínicas siempre están presentes médicos y enfermeras de un sindicato, puede elevar los costos de diálisis tanto que muchas clínicas tendrían que cerrar.

Esta es la tercera elección que ese mismo sindicato presenta la propuesta, y según la más reciente encuesta, en esta ocasión tampoco se ve que tenga mucho éxito. La propuesta es idéntica a la Proposición 8 del 2018 y a la Proposición 23 del 2020. El autor es el mismo sindicato de Trabajadores de la Salud Unidos.

Un dirigente del sindicato, David Miller, dijo que durante los procesos de diálisis se registran muchos incidentes que pondrían riesgo la vida de los pacientes, y que para prevenir consecuencias incluso fatales se requiere la presencia constante de médicos y enfermeras que representa.

Pero las asociaciones de Médicos de California y de Enfermeras de California se oponen a la Proposición 29 porque opinan exactamente lo contrario; en los centros de diálisis operan únicamente técnicos y médicos especialistas en riñones, nefrólogos, y que, de hecho, incluir personal médico no familiarizado con diálisis sí es arriesgado.

El doctor Greg Moran, un médico de emergencias, dijo que “la Proposición 29 es peligrosa, porque va a obligar el cierre de clínicas de diálisis en California y va a terminar por mandar a miles de pacientes a salas de urgencias”.

Esto significa, dijo Moran, que “la 29 va a saturar las salas de urgencias, y por lo tanto atenta contra pacientes que tenemos que atender por otras emergencias, además de que va a poner en mayores riesgos a los pacientes de insuficiencia renal”.

De acuerdo con la campaña No a la 29, la intención de esa proposición, lejos de preocuparse por los pacientes de diálisis, es sindicalizar al personal que trabaja en las clínicas y ganar control sobre esa industria.

Esa es una opinión que comparte el doctor Bryan Wong, nefrólogo miembro de la junta del Consejo de Diálisis de California, una organización sin fines de lucro. 

Tanto el doctor Wong como otros opositores a la medida dice que la Propuesta 29 se trata menos de lo que está escrito en la boleta electoral y más de un esfuerzo sindicalista para organizar a los trabajadores de las clínicas de diálisis.

“Hay un lugar para la unión y hay un lugar para la negociación, pero que usan a los pacientes de diálisis como peones, eso es inconcebible”, dijo Wong.

Por otra parte, docenas de diarios, incluidos los mayores y de mayor circulación, y La Opinión, se han opuesto en editoriales a la Proposición 29.

Este diario dijo que se trata de una moción política insertada en medio de las negociaciones entre una central sindical y los propietarios de las clínicas en torno a la sindicalización de los empleados. 

En el medio están los pacientes. 

Naturalmente, apoyamos el derecho de los trabajadores a formar sindicatos, actuar por el mejoramiento de sus condiciones de trabajo y unirse a centrales sindicales, acrecentando su fuerza. Y saludamos a los sindicatos que protegen a sus trabajadores. 

Pero esta propuesta va más allá. En caso de ser aprobada, las clínicas se verían obligadas a mantener un experto médico en cada diálisis y correr con el gasto. Deberán contratar a al menos dos, porque están abiertas más de 12 horas. ¿Cuál es el interés de la central sindical en este caso? 

El costo agregado por cada clínica podría llegar a millones de dólares por año.  
Numerosas clínicas de diálisis que atienden a la población en zonas rurales no podrán seguir operando con estos gastos. Deberán cerrar, sea que pertenezcan a pequeñas empresas o a grandes empresas.