Comunidades de bajos recursos y de color son las más afectadas por la calidad del aire

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Lucy Veloz y sus hijas.

Lucy Veloz y sus hijas.  Crédito: Cortesía

Estadísticas revelan que California respira una de las peores calidades de aire del mundo. El aire sucio afecta la salud y longevidad de las personas. El riesgo es mucho mayor para las comunidades de color que suelen vivir cerca de áreas más contaminadas.

La respiración y los altos niveles de partículas de los automóviles y los incendios forestales masivos aumentan el riesgo de cáncer de pulmón, enfermedades cardíacas, asma e incluso muerte prematura, explicó el doctor David T. Cooke, cirujano pulmonar y portavoz médico voluntario de la Asociación Estadounidense del Pulmón.

En el 2013, la Organización Mundial de la Salud identificó la contaminación del aire como un factor de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón.

“Los latinos y afroamericanos en California consumen un 40% más de partículas finas de automóviles, camiones y autobuses que sus pares blancos”, dijo Cooke.

Estudios de la de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) confirmaron que casi todas las fuentes de emisión causan exposiciones desproporcionadas para las personas de color en promedio.

La disparidad generalmente se mantiene entre los estados y las áreas urbanas y rurales para personas de todos los niveles de ingresos, especialmente los miembros de nuestra comunidad de niveles de ingresos más bajos, los hogares que ganan menos de 20,000 al año y las personas que ni siquiera tienen autos sufrieron niveles de contaminación vehicular, aproximadamente 20% más alto que el promedio estatal.

Viviendo con la contaminación

Lucy Veloz es una de las miles de residentes afectadas por la contaminación. Su hogar está situado a dos cuadras de la autopista 710 en la ciudad de Bell Gardens.

Contó que su hija de 11 años tiene problemas de sinusitis y es alérgica a las partículas del polvo. Tan grave es su situación que en una ocasión le contaron hasta 150 estornudos en tres minutos.

“Yo dije, algo está mal en ella y cuando le hicieron las pruebas de la alergia me dijeron que es alérgica al polvo y el polen y todo eso”, dijo Veloz. “Empezó la pandemia y ella empezó a usar la mascarilla y se mejoró de sus alergias. Resultó ser que mi hija no puede salir a la calle sin su mascarilla”.

Veloz dijo que entonces se dieron cuenta que el ambiente esta tan contaminado, y el parque más cercano a la familia tiene los juegos negros de tanta contaminación que despiden los vehículos que pasan por la autopista.

“Es triste ver como la contaminación nos está devastando y más en las comunidades que son más pobres y humildes que de verdad no tenemos ni los recursos para comprarnos un carro del año”, indicó Veloz.

Ana González vive en la ciudad de Rialto, en el condado de San Bernardino, y dijo que en el 2015 su hija comenzó a desarrollar muchos problemas de bronquitis y neumonía.  

“Llegué a un punto que un año en 2016 visitó emergencias cinco veces por enfermedades pulmonares. Empezamos a darnos cuenta de que eso no era normal. Y quería saber qué estaba causando todo eso. Así que sus médicos comenzaron a realizar pruebas e hicieron todo tipo de pruebas de alergia y análisis de sangre las cuales demostraron que la niña  que estaba desarrollando asma.

“Yo no entendía por qué porque pasaba eso si yo era muy cuidadosa y súper como una mamá saludable y con fobia a los gérmenes,” dijo González.  “Simplemente no podía entender qué estaba causando que él desarrollara asma, nadie en nuestra familia tenía antecedentes de asma o cualquier otra enfermedad pulmonar .

Su pediatra me dijo que se debía al medio ambiente debido al acercamiento de carros que pasan día y noche pero principalmente porque viven en una zona muerta de diésel.

Aferrada a encontrar la raíz del problema hizo y buscando encontró que entre el 2015 y 2017 aparecieron alrededor de 20 almacenes en la región donde creció ella y ahora sus hijos.

Pero lo que más le impacto fue darse cuenta que esto solo sucedía en áreas donde estaban las comunidades de color y/o desfavorecidas de bajos ingresos, especialmente en las áreas no incorporadas que estaban bajo la jurisdicción del condado.

“Y lo que eso significaba es que estas comunidades estaban desatendidas y veían a los desarrolladores de almacenes como los salvadores para limpiar la comunidad según ellos, sin darse cuenta de que estaban haciendo que nuestro medio ambiente más sucio y letal”, añadió.

Los años de abogacía en defensa de la salud de sus hijos y su comunidad la llevó a involucrarse con el Center for Community Action and Environmental Justice (Centro de acción comunitaria y justicia ambiental) donde actualmente es la directora ejecutiva.

González explicó que el Inland Valley es único en el sentido de que cuenta con patios ferroviarios, aeropuertos, vertederos tóxicos y ahora cuentan con alrededor de 1,2 millones de viajes en camión.

“Hay días que no se ven nuestras montañas. Lo que eso significa es que siete de cada 10 niños en nuestra región ahora tienen asma”, dijo González.

La medida

Con un aumento en el impuesto sobre la renta de quienes tienen los ingresos más altos, recaudará $100 mil millones durante 20 años para reembolsos para que los californianos compren vehículos de cero emisiones, amplíen la red de carga y proporcionen recursos para combatir los incendios forestales.

La Proposición 30 prioriza a los consumidores de bajos y medianos ingresos al destinar la mitad de sus reembolsos de tarifas de Evie y Evie para comunidades de bajos ingresos. Es importante destacar que 30 es fiscalmente sólido, su retorno de la inversión es sobredimensionado y convincente.