Exmilitares deportados celebran el Día de los Veteranos

Decenas esperan una oportunidad para reunirse con su familia

Veteranos deportados se reunieron en la frontera en su día.

Veteranos deportados se reunieron en la frontera en su día. Crédito: Manuel Ocaño | Impremedia

El señor José Velasco recuerda la devoción con que pidió inscribirse en el ejército para servir a Estados Unidos. Sufrió un accidente cuando trabajaba con helicópteros militares y por décadas, en que tuvo que usar una silla de ruedas, se sintió orgulloso de saber que su impedimento fue por cuidar de su país, hasta que el gobierno de Trump lo deportó.

“No me llevaron a corte, ni detenido, ni nada de eso; me estaban esperando a que saliera de la casa, ahí me agarraron y le trajeron a la frontera para echarme para acá”, dijo Velasco a La Opinión mientras conmemoraba el Día de los Veteranos en la garita de San Ysidro en Tijuana.

Don José Velasco vivía en Los Ángeles. Recuerda que cuando cumplió 26 años, cuando la guerra en Vietnam continuaba, decidió inscribirse en las fuerzas armadas y aceptó trabajar con helicópteros, hacerles mecánica y darles mantenimiento. Pero dos años después, en 1972, sufrió un accidente que desde entonces lo obliga a usar silla de ruedas.

Pero lo que platica que más le duele, es que 44 años después de sufrir ese accidente mientras servía al país, agentes de migración esperaran a que saliera de su casa en silla de ruedas para ir sobre él para deportarlo.

“Yo pienso que si me hubieran dado oportunidad de ir a una corte, tal vez estaría aún con mi familia, en Los Ángeles, pero no me dieron ninguna oportunidad, aun cuando les dije que había sido militar”, recordó.

En la frontera tuvo que ser auxiliado para cruzar en silla de ruedas.

“Han pasado ocho años y aquí estoy, espero que tal vez haya algún cambio en las leyes, una oportunidad que me den de regresar; ya tengo 78 años y no tengo a nadie en Tijuana”, explicó don José Velasco.

Este viernes, mientras sus excompañeros de armas celebraban en Los Ángeles el Día de los Veteranos, el señor Velasco vestía una camiseta de la Casa de Apoyo a Veteranos Deportados, “el bunker” de Tijuana, y entre vehículos que cruzaban la frontera de México a California lamentaba estar ausente de su familia.

Héctor Barajas, el fundador del bunker de los veteranos deportados en Tijuana, explicó que este Día de los Veteranos solo acudió un reducido grupo de exmilitares al evento “porque algunos han podido cruzar la frontera con visas humanitarias, pero desgraciadamente otros han fallecido mientras esperaban alguna oportunidad de volver al lado de sus familias”.

Desde que Barajas fuera deportado en el 2004 “por lo menos ocho veteranos deportados han muerto en Tijuana”, dijo el dirigente a La Opinión.

Barajas fue miembro de la 82 Brigada Helitransportada y fue dado de baja con honores. Era residente legal en Estados Unidos pero en el 2002 en un festejo disparó un arma de fuego y fue detenido y enviado a prisión dos años. Al terminar de purgar su sentencia, las autoridades de migración lo deportaron.

Desde que fue deportado, Barajas se dedicó a sobrevivir en Tijuana y a apoyar a otros veteranos que eran expulsados del país, pero en el 2017 el exgobernador Jerry Brown le concedió el perdón y como el motivo de su deportación fue un delito estatal, no federal, el militar pudo regresar a California y ahora es ciudadano estadunidense.

Barajas, residente en Los Ángeles, ha continuado su apoyo a los exmilitares que han sido expulsados al extranjero, principalmente al estado de Baja California en los límites con California.

“Bajo la administración del presidente Joe Biden hemos conseguido que muchos veteranos que habían sido deportados puedan regresar con visas humanitarias, con vigencia de un año, para reunirse con sus familias o para tener beneficios de la Administración de Veteranos” que les apoya independientemente de su condición migratoria.

Pero las visas humanitarias no han sido para todos los ex militares deportados todavía y nada asegura que al concluir el año de permiso por razones humanitarias los veteranos que habían sido deportados puedan permanecer con sus familias dentro de Estados Unidos.

Barajas consideró que mientras su organización y otras de asistencia a exmilitares consiguen que alguna legislación o tal vez algún decreto permita a los veteranos deportados regresar de manera permanente a Estados Unidos, por ahora lo ideal es que ya se encuentren dentro del país.

“Por ahorita lo más importante es que regresen, una vez que estén dentro es más fácil encontrar oportunidades de que sigan en el país, eso es infinitamente más fácil que encontrar la manera en que crucen después de que fueron deportados”, dijo.

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