Sudoración excesiva: ¿cuándo es un problema?
La sudoración no suele ser una causa para consultar al médico en sí misma, sin embargo, cuando es exageradamente abundante e inexplicable, sí es conveniente acudir a un especialista

La hiperhidrosis es un problema frecuente en muchas personas. Si bien habitualmente sus causas son desconocidas, a veces puede ser debida a la existencia de alguna enfermedad Crédito: Shutterstock
La hiperhidrosis es un trastorno caracterizado por una sudoración excesiva que se manifiesta generalmente en las palmas de las manos, las axilas o las ingles.
Si hay una señal evidente de que estamos ante una situación comprometida, o atravesando un momento tenso, es la marca de sudor en las axilas que se forma en la ropa que llevamos puesta. Y, es que convivir a diario con las molestias de la humedad de las axilas, con el consiguiente mal olor (esta zona presenta una gran cantidad de glándulas sudoríparas donde se hallan gran cantidad de bacterias) o sentir inseguridad o vergüenza por el “que dirán” son algunas de las incomodidades que, a diario, deben enfrentar las personas que sufren lo que denominamos hiperhidrosis axilar.
Es precisamente en esta zona donde se concentran del 2 al 4 % del total de las glándulas sudoríparas de todo el cuerpo, siendo una zona donde la sudoración es frecuente y, donde suele quedar atrapado y ser visible.
¿Cuándo acudir al médico por una hiperhidrosis?
La sudoración no suele ser una causa para consultar al médico en sí misma. Habitualmente es un síntoma de algún cuadro clínico más amplio que lleva a una consulta médica.
Sin embargo, cuando la sudoración sea exageradamente abundante e inexplicable, puede ser conveniente acudir al médico para que realice una historia clínica y exploración detalladas y valore la necesidad de realizar análisis u otras pruebas adicionales.
La causas de la hiperhidrosis pueden ser las siguientes:
-Embarazo.
-Menopausia.
-Ansiedad.
-Abuso de sustancias y alcohol.
-Enfermedad cardíaca.
-Diabetes.
-Insuficiencia respiratoria.
-Obesidad.
-Glándula tiroides hiperactiva (hipertiroidismo).
-Ciertas medicaciones.
-Lesión en los nervios periféricos.
-Enfermedad de Parkinson.
Tratamientos para combatirla
Hoy existen tratamientos eficaces y seguros para mejorar la calidad de vida de personas que padecen esta enfermedad.
Antitranspirantes: Son sustancias que aplicamos directamente en la piel para disminuir el exceso de sudoración. Su eficacia está reconocida científicamente y destaca el papel del cloruro de aluminio por su capacidad para taponar las glándulas ecrinas y desestructurar la queratina. Deben utilizarse por la noche y con la piel seca.
En el momento en que notemos la mejoría clínica deberemos de espaciar su uso a 2-3 veces por semana. Su principal efecto adverso es la irritación de la piel, lo que puede limitar su uso. Por otra parte, no existe ninguna evidencia de que el aluminio pueda causar mutación o algún daño en el DNA que pueda ocasionar un cáncer.
Anticolinérgicos: La sudoración se produce por la liberación de una sustancia llamada acetilcolina y los medicamentos anticolinérgicos actúan sobre ella. Pueden usarse a nivel tópico, como el glucopirrolato que obtiene excelentes resultados en el tratamiento de la hiperhidrosis facial, u oral como la oxibotunina clorhidrato, utilizada para las formas de exceso de sudoración generalizadas.
Iontoforesis: Puede realizarse de forma domiciliaria. Consiste en el paso de corriente eléctrica a través de la piel lo que conllevaría a una movilización de los iones de sodio de una solución acuosa en la que se encuentra sumergida el área a tratar, lo que conllevará a un reposo temporal de las glándulas sudoríparas. Se emplea en las formas de hiperhidrosis focal o localizada, especialmente en manos y pies ya que pueden ser fácilmente sumergidas en el agua. A los tres meses puede conseguir la eliminación de hasta el 70 % del sudor.
Toxina botulínica: La aplicación de esta sustancia inhibe la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular, ocasionando un cese transitorio de la producción de sudor.
La toxina se puede considerar el tratamiento óptimo en la hiperhidrosis axilar. La infiltración se realiza a través de agujas muy finas, haciendo al tratamiento prácticamente indoloro. La sesión tiene una duración de unos 20-40 minutos y los resultados se mantienen aproximadamente entre 4 y 6 meses. El paciente puede reanudar su actividad normal inmediatamente después del tratamiento.
Cirugía: Se reserva para aquellos casos que no respondan a los tratamientos anteriormente descritos. Se realiza una simpatectomía torácica endoscópica bilateral que requiere de anestesia general. Los resultados son inmediatos y por lo general excelentes, aunque cabe destacar una complicación importante que es el desarrollo de sudor reflejo o compensatorio, lo que conllevaría a un incremento de la sudoración en otras áreas del cuerpo como la espalda, glúteos, ingles y muslos.
Microondas: Las ondas microondas es la última técnica que ha salido al mercado para combatir el exceso de sudoración. Consiste en la eliminación de las glándulas sudoríparas a través del calor. La sesión dura unos 40 minutos y se realiza en la consulta dermatológica. Es una técnica ligeramente dolorosa que puede requerir la administración de anestesia local en la zona a tratar.
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