Pronostican que en 2023 seguirán las políticas que censuran y amenazan a las escuelas

Las minorías son las que mas sufren las disparidades y la falta de equidad en las oportunidades para la educación

Son muchos los esfuerzos por coartar las oportunidades educativas inclusivas.  (Cortesía)

Son muchos los esfuerzos por coartar las oportunidades educativas inclusivas. (Cortesía)  Crédito: Cortesía

Para este año de 2023, expertos en el tema educativo, advirtieron que continuaremos viendo políticas a nivel local, estatal y federal que amenazan a las escuelas, cortando los planes de estudio y prácticas de enseñanza inclusiva tanto en el kinder al grado 12 así como en instituciones de educación superior.

Durante la videoconferencia: “Educación y derechos civiles: qué esperar en el año por delante”, organizada por Ethnic Media Services, Morgan Craven, J.D., director nacional de políticas, defensa y compromiso comunitario de la Intercultural Development Research Association (IDRA), una organización no lucrativa enfocada en que los estudiantes tengan acceso a escuelas que los preparen para la universidad, dijo que los ataques a  las oportunidades equitativas en la educación se observan en forma de censura en el salón de clases y al hacer blanco de los estudiantes marginados.

Hizo ver que dichas agresiones sin duda se han producido de muchas formas durante muchas generaciones.

“Hace unos años, comenzamos a ver un esfuerzo coordinado para atacar lo que se enmarcó como teoría crítica de la raza o CRT en las escuelas K-12 que fundamentalmente trata de la censura y el control sobre nuestra historia y narrativas colectivas sobre cómo hablamos sobre la discriminación, los prejuicios e incluso sobre la raza misma y el control sobre cómo somos capaces de crear las escuelas diversas, inclusivas y equitativas”. 

Enfatizó que desde 2021, 42 estados han propuesto o han aprobado políticas que caen bajo el paraguas de la censura en el aula. 

“Quienes han impulsado la censura en las aulas, también han politizado otros temas en las escuelas. Han atacado y excluido a los estudiantes LGBTQ+ a través de restricciones a la autoexpresión, la participación en actividades y el acceso a espacios físicos en las escuelas”. 

Pero también nan desafiado la prohibición de libros y libretas y distritos locales que apuntan a obras de y sobre personas de color y la comunidad LGBTQ+, e incluso ha habido informes de policías locales confrontando a bibliotecarios escolares.

“Han promovido una visión distorsionada de los derechos de los padres que no fomenta una participación familiar diversa, significativa y auténtica en las escuelas”.

Y lo que es más, dijo que han propuesto esquemas de financiación que quitarían fondos públicos a las escuelas públicas, si las familias deciden que no les gusta lo que se les enseña.

“Han amenazado la libertad académica que es fundamental para nuestras instituciones de educación superior”. 

Señaló que apenas la semana pasada el vicegobernador de Texas, reiteró las amenazas de atacar a los profesores de colegios y universidades que enseñan CRT u otras filosofías liberales.

“Así que las consecuencias de estas campañas no son sólo retóricas, son reales y son muy graves”.

Perdón de la deuda

Genevieve “Genzie” Bonadies Torres, subdirectora de Oportunidades Educativas del proyecto Lawyers’ Committee for Civil Rights Under Law, dijo que el plan de alivio de la deuda de Biden era urgentemente necesario para ayudar a más de 40 millones estadounidenses trabajadores de la clase media, cuyas finanzas y vidas fueron devastadas por la pandemia.

“Sin este alivio, millones de los prestatarios habrían sido empujados al abismo financiero cuando los pagos de los préstamos se reiniciaran y entre ellos hay millones de prestamistas de color que sabemos han sido los más impactados por la pandemia”.

Recordó que los opositores lanzaron varias demandas desafiando la legalidad del plan que ahora va hacia la Corte Suprema.

The Lawyers Committee junto con 21 organizaciones de defensa presentaron un documento amigo en la Corte en la que subrayan todo lo que hay en juego para las personas de color, y en particular para las mujeres debido al impacto en la salud y en lo económico, causado por covid-19.

“Tales pérdidas desestabilizan aún más la capacidad de las familias latinas para satisfacer las necesidades básicas y mucho menos para pagar la agobiante deuda estudiantil. Además, los obstáculos financieros surgidos de covid-19 se amplifican para los prestatarios afroamericanos y latinos debido a las disparidades raciales preexistentes y la deuda estudiantil”.

Hizo ver que mientras que una familia blanca típica hoy disfruta de alrededor de $184,000 en riqueza familiar, en una familia afroamericana es de $23,000 y una familia latina $38,000.

En consecuencia, dijo que los estudiantes afroamericanos y latinos se ven obligados a tener niveles más altos de deuda estudiantil y al mismo tiempo, enfrentan dificultades aún mayores para pagar dicha deuda debido a los efectos agravantes de la pandemia. 

“El plan de alivio de la deuda de Biden anticipa que aproximadamente el 50% de los prestatarios latinos y el 25% de los prestatarios afroamericanos verán eliminados sus balances de deuda, además se estima que los primeros $10,000 de alivio, moverán a más de medio millón de prestatarios afroamericanos de una red negativa a una positiva”.

Oportunidades justas

Michaele N. Turnage Young, abogada de la organización no lucrativa Legal Defense Fund (LDF), que representa a 25 organizaciones de estudiantes de Harvard, que han peleado en la corte contra la prohibición de que se considere la raza como uno de los muchos factores para las admisiones, subrayó que todos los estudiantes merecen una oportunidad justa de obtener una educación de calidad, independientemente de sus ingresos, el lugar donde crecieron o su origen racial o étnico. 

Pero desafortunadamente, dijo que aunque el talento está en todas partes en nuestro país, la oportunidad no es suficiente para muchos estudiantes de color que deben lidiar con el racismo sistémico e interpersonal que afecta negativamente sus oportunidades educativas. 

“Es importante que se siga permitiendo que los colegios y universidades consideren el contexto completo de las experiencias de los solicitantes, incluida la forma en que el racismo deprime artificialmente las perspectivas de muchos estudiantes latinos, nativos, asiático-americanos y afroamericanos talentosos que trabajan arduamente y para que todos tengan una oportunidad justa.

Amenazas a las escuelas 

AJ Link, analista de políticas de Autistic Self Advocacy Network (ASAN), dijo que están totalmente en contra de cualquier tipo de medidas escolares que representen una amenaza y la seguridad para los estudiantes.

“Todos los estudiantes merecen ambientes escolares seguros, saludables e inclusivos, que respalden sus derechos, los protejan contra el acoso y la discriminación y aseguren su salud y seguridad”.

Whitney Pesek, J.D., directora de políticas federales de cuidado de niños del National Women’s Law Center, dijo que la pandemia de covid-19 ha puesto al descubierto y exacerbado la profunda inequidad en un sistema de educación y cuidado temprano que depende de familias que pagan sumas inaccesibles, educadores que reciben salarios de pobreza y demasiadas comunidades en todo el país que carecen de suficiente fuerza laboral. 

“En más de la mitad de los estados, el cuidado de un bebé en un centro de educación temprana cuesta más que la matrícula de la universidad estatal. Y un estudio arrojó que más de la mitad de las familias con dos niños gastaron más en el cuidado de los niños que en el alquiler, lo que obliga a muchas madres a dejar la fuerza laboral”. 

Además mencionó que los dólares federales no se acercan a subsidiar a todos los niños y familias que son elegibles para recibir asistencia para el cuidado y la educación de la primera infancia. 

“Las familias, particularmente en las áreas rurales, luchan con la falta de opciones de cuidado; y las investigaciones han encontrado que más de la mitad de las personas en Estados Unidos viven en un desierto de cuidado y educación temprana o en un vecindario con una oferta insuficiente de cuidado autorizado”.

Y remarcó que el cuidado de niños y la educación temprana, es una de las profesiones peor pagadas en Estados Unidos con un promedio de $12 por hora.

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